Capitulo 35

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| Jessica |

Me había quedado dormida después de  que Logan fuera a buscar ropa, me despierto por un olor a comida delicioso, solo había comido el desayuno y seguro ya eran las 2 o 3 de la tarde. Al despertar me encuentro a Logan dormido.

—Despiértense tórtolos, les traje de comer, Veronica ya trajo el collar así que comen y se cepillan o al revés luego vamos a invocar a tu salvador —escuchamos la voz de Daren, no parecía la misma de antes, el siempre estaba serio hasta su tono de voz es serio pero esta vez parecía normal, más feliz.

—Hola Daren —intentó voltearme pero Logan me tiene abrazada así que no pude voltearme ni un milímetro.

—Hola Jess, vamos despierta al dormilón, los esperamos en la sala —escucho sus pasos alejarse y la puerta cerrarse, me dedico a palmear la mejilla de Logan para despertarlo.

—Oye, despierta que tengo hambre —le llamo pero este no responde—. Si despiertas te doy un beso —comienza abrir los ojos fingiendo que se acaba de despertar ahora, muy inteligente que es.

—¿De verdad?

—Claro que no, por lo menos no ahora, voy a fingir que no se que no estabas durmiendo realmente —sonrío y el me suelta de su agarre, yo me siento sobre la cama y veo la magnífica comida sobre una bandeja en la mesita.

—¿Como crees que le fue a Daren? Se escuchaba feliz y el jamás está feliz o se escucha feliz.

—También lo note ¿Quien sabe? Tal vez ya no está peleado con Lola o encontraron y trajeron a su hermana, es lo que el quería así ella dejaba de molestarlo, debe estar feliz —tomo uno de los sándwiches y se lo extiendo a Logan quien lo toma dándole un mordisco.

—O tal vez sea otra cosa, no he visto a mi hermano feliz desde que Lola aceptó ser su novia, fue el único día que pude apreciarlo sin drogarse o hablarme mal, incluso me hizo el desayuno y me regalo un bate de béisbol, también me enseñó a jugar, fue un día extraño —se torna pensativo como si estuviera recordando el momento.

—¿Fue ese día que me trajo una muñeca al colegio? —preguntó a lo que el asiente—. Si que estaba algo raro pero era raro bueno y me alegraba que estuviera feliz, el y Lola parecían felices solo por unos días hasta que Daren volvió a las drogas —recuerdo que empujó a Lola ese día cuando ella trató de abrazarlo, el estaba más que drogado, cambio por completo.

—Si ese mismo día, debió ser difícil para el tener la transformación o lo que sea a tan poca edad —responde mirándome de reojo.

—Si bueno la transformación es a los 16, es raro que tú no la tengas todavía.

—Algunas veces me siento extraño como aquella vez en tu casa, cuando abuela me obligó a dormir contigo, a veces escucho conversaciones a una larga distancia, algunas veces mis colmillos duelen tanto que me sale sangre pero luego de un tiempo se van esas cosas —explica apartando su mirada de mi y mirando a la nada pero llamó su atención cuando colocó mi mano en su hombro.

—No te preocupes, descubriremos porque no puedes transformarte, no te hace bien no hacerlo —parlo intentando sonreír pero sale más como una mueca, todavía me duele la cabeza—. Termina de comer así podemos averiguarlo.

—Está bien, gracias por apoyarme.

—Siempre estaré para ti McGrath —termino mi sándwich y tomo un poco de uno de los vasos con jugo para luego levántame y dirigirme al baño—. Por cierto ¿Quien te ha prestado ropa?

—Oh Sebastián me dio ropa de Daren.

—Pero si el es más alto y más musculoso —se me escapa sin querer, mi cara debe estar roja por la vergüenza.

—Voy a fingir que no escuche eso y que no estás hablando de ningún otro hombre que no sea yo —casi me doy una bofetada por decir eso, tomo mi cepillo de dientes colocándole pasta y lo remojo un poco antes de comenzar a limpiar mis dientes—. No importa, le hable a mis padres y resulta que ellos no saben nada de los hombres lobos —me sorprendo al escucharlo pero cuando trato de responder no puedo debido a la espuma generada por el cepillo de dientes.

Escupo la espuma—. Tal vez sea otro familiar tuyo, un antepasado —vuelvo a colocar el cepillo en mi boca y cepillo mi lengua para terminar de enjuagar el cepillo y colocarlo en su lugar, enjuago mi boca también y cuando termino me seco la cara.

—Debe ser, le preguntaré a Daren después ahora que está de buen humor —avanza hacia el baño y me abraza por la espalda—. ¿Cómo va tu cabeza? —habla mirándome por el espejo a lo que yo me volteo quedando cara a cara pero muy cerca de su rostro.

—Mu-muy bien gracias, me duele un poco pero seguro que de va después —sonrío nerviosa, el coloca uno de mis mechones atrás de mi oreja acercándose más si se puede a mi rostro, mis mejillas comienzan a arder en mi rostro.

—Me alegro mucho —su mirada pasa por unos segundos de mis ojos a mis labios, toma algo detrás de mi que no se que es porque estoy demasiado concentrada en sus ojos tan hipnóticos.

Pero unos toques en la puerta destruyen todo el encanto, me separo de Logan para ir a ver quién es y el comienza a cepillarse los dientes, al abrir la puerta me encuentro con una Lola cabizbaja.

—Perdona por como te trate ayer y gracias por todo lo que haz hecho por mi, he sido una mala amiga —suelta sin más sin levantar la mirada.

—No te preocupes Lola, solo veías por el bien de tu hermana ¿La encontraste?

—Si, ya estamos todos juntos —contesta emocionada.

—Bueno me alegro mucho, no tengo nada que perdonarte te veré luego —ella asiente despidiéndose con la mano al igual que yo—. ¿Haz terminado? —le pregunto a Logan.

—Sip ¿Vamos?

Asiento, antes de salir me sorprende lo que hace, entrelaza su mano con la mía dándome una sonrisa que hace que mis mejillas ardan en mi mejilla, me arrastra hasta afuera ya que yo está algo sorprendida por su acción.

La chica telekinesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora