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NARRA CHENLE

Cuando me desperté me quedé pensando en la cama y como estaba algo deprimido decidí llevar la cámara de fotos a la uni. Como sacar fotos era mi pasión, seguramente me tranquilizaría bastante...

Cuando fui a la cocina a desayunar escuché que mis padres estaban discutiendo otra vez. Últimamente se llevaban bastante mal y parecía que iban a separarse al final. Mi madre se encerró con un portazo en el salón que estaba al lado de donde yo estaba comiendo. Yo seguí a lo mío sin ganas de nada, intenté distraerme pensando en qué podría fotografiar más tarde pero no se me ocurría nada.

Al acabar de desayunar metí mi taza en el lavavajillas y fui a mi cuarto. Me preparé y colgué la cámara en mi cuello dispuesto a fotografiar a Hye en cuanto la viera. Justo cuando iba a salir de casa mi padre me paró.

—¿A dónde vas?—preguntó con un tono amenazador.

—A la universidad—dije

—¿Con la cámara?—preguntó enfadado.

—Sí—dije.

—¿Has visto tus notas? ¿Acaso eres consciente de que estamos tirando el dinero a la basura? Nunca serás un buen médico—dijo mi padre gritando.

—¿Y qué tiene eso que ver con la cámara?—pregunté a la defensiva enfadado.

Mi padre cuando se cabreaba la tomaba siempre conmigo.

—Tienes que centrarte. No estamos pagando medicina para nada. Sabes que en esta universidad depende de la carrera hay que pagar más o menos, y la carrera de medicina no es que sea barata, no nos hagas malgastar el dinero. Deja tu estúpida obsesión con las fotos y haz algo productivo con tu vida!—gritó.

—Pues para que lo sepas, nunca os pedí que me pagarais medicina, de hecho sabes muy bien que lo que quiero hacer el fotografía!—grité.

Mi padre se quedó mirándome furioso y juraría que casi se podía ver el humo que salía de sus orejas. Agarró mi cámara e intentó quitármela del cuello.

—¿Qué haces?—grité intentando evitar que me la quitara. Fue inútil.

La lanzó contra el suelo con mucha fuerza y la cámara se rompió en 3 grandes pedazos. Miré la cámara sorprendido y con lágrimas en los ojos. Allí había fotos de muchísimos recuerdos. La cámara en sí me traía muchísimos recuerdos y mi padre acababa de romper la cámara como si nada. Me agaché a coger la tarjeta para ver si podía salvar alguna imagen pero mi padre la pisó delante de mí y la partió. Me levanté y empujé a mi padre con fuerza casi sin ver por las lágrimas.

Los recuerdos de los últimos 2 años acababan de borrarse por siempre. Al menos tuve suerte de haber hecho una copia de algunas fotos de hacía tiempo.

—TE ODIO!—grité—Ojalá te marches de esta casa para siempre. Estoy harto de que sea yo quien tenga que soportar tus gritos y tus malos tratos—

Mi padre golpeó mi cara con la mano abierta y con toda su fuerza. Toqué mi mejilla dolorida.

—QUE TE DEN!—grité.

Salí de casa llorando. ¿Cómo podía un padre despreciar tanto algo que hacía feliz a su hijo? Él solo quería que fuera médico y ganara un buen sueldo, pero yo odiaba medicina, estaba harto de él. Él prefería verme infeliz antes que haciendo la carrera que me gustaba... Lo odiaba pero a la vez recordaba viejos momentos en los que todo con mi familia era diversión y risas y no podía odiarlo.

Me dolía ser tratado así por alguien a quien realmente quería... y al que no podía odiar a pesar de estar muy furioso con él... Tenía un gran nudo en la garganta y las lágrimas hacían que mi vista se nublara.

DNYL Club - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora