All I Want [Chase Hudson] | Terminada

(27)

- ¡Cheese! - Sebastian abrazó con afecto a Chase, Caro y yo también nos abrazamos, luego cambiamos para finalmente entrar a la casa de Caro.

- ¿Cuándo vas a dejar esas muletas? - Chase ayudó a Sebastian a sentarse en el sofá.

- La verdad creo que ya no las necesito, pero en una semana me quitan el yeso y no puedo caminar bien con esta porquería en el pie, así que la uso - se nota que estaba muy aburrido del yeso.

- Sí, pero lo importante es que podrá actuar en la obra - Caro se apoyó en hombro de Sebastian, Chase y yo intentamos mantener una sonrisa, pero lo siento, yo no puedo, soy débil.

- Disculpen eh, voy a la cocina, ¿les traigo agua? - me levanté del sofá y caminé en dirección a la cocina, sentí sus miradas en mi espalda.

- Bi... - Chase me llamó pero no hice caso.

- Les traeré a todos - dije sin voltear a verlos, Caro me siguió.

- Bia, ¿qué pasa? - No aguanté y la abracé, le lloré en el hombro, ella solo me dio un abrazo fuerte y después de un rato pude contarle.

- Se irá el 16 Caro, ni siquiera estará para la obra - cada palabra que me salía me mataba la garganta.

- No hables, tranquila, tienes que disfrutar cada día con él, no se va porque él quiere - Caro no me ayudas, eso me duele más, volvió a abrazarme - vamos a pasar un buen día ¿sí? Sé que no podemos salir por la pata de Sebas pero la pasaremos igual de bien ¿ok? - asentí - lávate la cara, voy a servir la bebida.

Me lavé el rostro, ayudé a Caro a colocar en una fuente algunos bocadillos y fuimos a la sala, conversamos toda la tarde, pasar el tiempo con ellos me hizo olvidar por un momento la tristeza, sin embargo, no podía evitar no mirar a Chase, cada vez que sonreía solo quería conservar esos momentos en mi memoria, para cuando me faltase poder recordarlo.

Eran las 8:30PM y aunque no estábamos lejos de casa, decidimos quedarnos en la de Caro, ella y Sebas fueron a dormir a la habitación de sus papás, para que así Chase y yo pudiéramos dormir en la suya.

Nos sentamos en la cama uno al frente del otro, conversamos por un buen rato de Sebastian y Caro, de nuestros amigos y las materias, hasta que tocó el tema de cuándo se iría.

- No, por favor no - le pedí que parara - no hablemos de eso, no ahora - hice un esfuerzo en no derramar ni una sola lágrima.

- Tenemos que hablarlo en algún momento - colocó su mano en mi mejilla y me recosté en su mano.

- Pero no ahora - lo miré a los ojos.

- Bi...

- Por favor - cerré mis ojos a punto de soltar la primera lágrima.

- De acuerdo - susurró - Entonces, ¿qué quieres mi pequeña Bi? - abrí los ojos despacio esperando a que no cayera ni una gota. Que te quedes...

- Bésame - y así lo hizo, se acercó a mí lo suficiente para hacerlo, en un momento traté de desabrochar su pantalón y se separó de mí.

- Bi no, no traje - quitó mis manos de su cremallera.

- No importa - le dije para lanzarme sobre él.

- Bianca... - ¡rayos! Me separé de él con las manos cubriéndome el rostro.

- ¿Pero qué dije? Lo lamento, no pensé en lo que dije, lo siento - me morí de vergüenza.

- Tranquila - me quitó las manos del rostro y sonrió cuando abrí los ojos.

- No puedo creer que haya dicho eso - me reí, luego él rió y me enamoré por milésima vez de él, se levantó de la cama y arregló la sábana.

- Qué te parece si ahora descansamos, mañana tenemos que ir a mi casa a recoger tus cosas y luego llevarte a la tuya  - se puso frente a mí y me quitó el jean, dejándome solo con la remera.

- Puedo desvestirme sola - le dije entrando a la cama.

- A mí me gusta hacerlo - me guiñó el ojo y se desvistió. ¡Hombre, pero qué cuerpazo! No me burlo, a mí me encanta así, para mí es perfecto. Apagó la luz y se acostó junto a mí, frente a mí.

- Amor - cogí su mejilla.

- Dime amor - colocó su mano encima de la mía que tocada su mejilla.

- Amor...

- No seas graciosa Bi, ¿qué quieres decirme? - me reí y no parpadeó hasta que hablé.

- Te amo - yo esperaba que me lo dijera también, no que se cristalizaran sus ojos, unos segundos más tarde jaló mi cabeza hacia su pecho poniendo su barbilla sobre mi coronilla.

- Yo también Bi, te amo con todas mis fuerzas - sé que a él también se le formaba el nudo en la garganta como a mí.

- La despedida va a doler - dije intentando no llorar.

- Ya duele Bi, ya duele - creo que dimos todo de nosotros para no llorar, porque ninguno derramó una sola lágrima, parece ser que teníamos el mismo nudo en la garganta, porque ninguno pudo decir ni una sola palabra, ni susurrando.

Ya era domingo y hoy tenía que regresar a casa, Chase me despertó de una manera tan dulce, acaricio mi mejilla todo el tiempo hasta que abrí los ojos, nos levantamos, fuimos a la cocina a preparar el desayuno, Chase ayudó a Sebas a bajar las escaleras.

- Cheese gracias ah, te estás portando mejor que mi hermano - le dio una palmada en el hombro y Chase sonrió.

- Tu hermano es un idiota - Caro se cruzó de brazos.

- De alguien habrá aprendido - dije también cruzándome de brazos y miré para otro lado evitando la mirada de Caro.

- Esperemos que también cambie - Chase sí se lo dijo directamente a Sebastian pero este solo rió.

Fuimos a la cocina y desayunamos, después de una hora nos despedimos de la pareja para ir a casa de Chase, recogimos mis cosas y salimos nuevamente pero esta vez para ir a mi casa, ya estando en la puerta para despedirnos mi tía nos asustó.

- ¿Qué hacen afuera y no pasan?

- Tía ¡por Dios! no puedes salir así sin avisar - me agarré el pecho y Chase era pura risa y risa.

- Tu consciencia es, ¿qué habrás hecho? - ella alzaba los hombros, se le nota distinta, más alegre.

- Ja já qué graciosa - nótese el sarcasmo, me giré hacía Chase - te veo mañana en clase ¿sí? Gracias por traerme - le dediqué una de mis mejores sonrisas.

- ¿No te vas a quedar a almorzar? - interrumpió amablemente la señora detrás de mí.

- Bueno, si me invitan por supuesto - Chase se encogió de hombros y sonrió.

- Tú no necesitas invitación, eres el enamorado de mi sobrina, puedes venir cuando quieras y quedarte el tiempo que quieras - le sonrió y Chase le devolvió la sonrisa - mientras no sea en su habitación - se puso seria.

- Entendido y gracias - asintió un poco asustado Chase.

Luego de esta escena un poco rara, entramos a mi casa, Chase y yo nos sentamos en el sofá a conversar, luego mi tía se metió en nuestra conversación, tocaron el tema de cuándo se iría Chase, pero por suerte no lo profundizaron.

No sé cuándo hablaremos de ello, solo sé que no estoy lista para esa conversación.

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Siento mucho no haber publicado antes, tengo unas cosas en mente que no me dejan pensar en la historia, de verdad intento que los capítulos sean buenos, pero no sé si van bien, no confío en mí como escritora 😔

Bueno, sin más que decir, agradecerles nuevamente por seguir cada capítulo ♥️

Besos 😘