Diecinueve.

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Las clases habían comenzado, estaba ahora mismo sentado en mi asiento me tras veía por la ventana de manera preocupada, una de mis manos tomaba del lápiz, el cual vigorosamente golpeaba con suavidad una página del libro que ya se hallaba abierto en una página en específico a petición del profesor, la otra de mis manos sostenía mi mentón mientras concentrado en uno de los árboles de afuera, pensaba en todo, menos en lo que el profesor quería que hiciera.

Podía escuchar el parloteo infinito de mi profesor de matemáticas, sabía que él estaba animadamente llevando a cabo una clase que definitivamente era importante, tal vez repitiendo repitiéndonos la importancia de las matemáticas y los números en la vida diaria, de cómo dependeríamos de las fórmulas matemáticas y como debemos amarlas para poder entenderlas, ese tipo de cosas que un hombre, que ha dedicado toda su vida a los números fácilmente podría decir.

Sin embargo, aunque sabía que debía prestar atención a su clase por la razón más importante que resumen a una sola palabra; beca... No podía simplemente enfocarme.

Y es que en mi cabeza solo había una persona, tal como en los pasados tres días, esa persona no abandonaba mis pensamientos, tanto para bien, como para mal no había manera para mí de pensar en otra cosa que no sea él... Jimin.

Hoy en la mañana, tal como en los pasados días, recibí una llamada de su parte, mientras me lavaba los dientes, me apresuré en buscar mi móvil y contestar, la conversación que tuvimos, aunque fue igual que los días pasados, no me dejó tranquilo, incluso en mi camino a la escuela.

—Jimin... Buenos días— Dije limpiándome rápidamente la boca con una toalla.

La voz detrás del teléfono se demoro unos pocos segundos en contestar a mis palabras, podía sentir un poco de ajetreo, sin embargo, cuando quise volver a hablar para asegurarme que me estaba escuchando, su voz retumbó en mis oídos.

—Taehyung... Buenos días— Dijo de manera bajita— Verás... Sé que debería estar ya en tu casa, pero la verdad es que salió algo y no podre ir a buscarte hoy tampoco.

Las palabras de Jimin en este par de días no eran algo que no hubiese escuchado, no eran algo que deberían sorprenderme, ya que todos estos días decía algo parecido, así que me quedé un momento en silencio, la respiración de Jimin era todo lo que escuchaba, dejando mi toalla sobre la silla, me dije a mi mismo que todo estaba bien.

Que le había salido algo.

—¿Algo? ¿Tan temprano? — Pregunté sigilosamente mientras viendo la hora en el reloj en la pared, me daba cuenta que ya era momento de salir de casa— ¿Eso quiere decir que no irás a clases?

Jimin al otro lado guardo silencio otros segundos.

—Sí... La verdad es que lo había olvidado completamente— Mencionó, con rapidez tome mi mochila y me dispuse a salir de casa— Tengo que llevar actualizado mis documentos para que la secretaria procese mi archivo curricular... La verdad es que, si no lo entrego hoy, podría perder el beneficio de alojamiento, así que debo hacerlo ahora, volveré a clases apenas termine lo que tengo que hacer.

Cerrando la puerta detrás de mí, miro la mañana de hoy, era algo fría, sin embargo, no llovía... El cielo estaba gris y los demás estudiantes del alojamiento caminaban también directo a la escuela. Por un momento no quise responder, no quería decir nada mas y solo cortar la llamada, un sentimiento amargo y lleno de disgusto se alojó en mi pecho.

¿No se daba cuenta que sus excusas eran pésimas?

Masajeé con cansancio mi frente y cuando me di cuenta que había estado mucho tiempo sin decir una palabra, me animé a responder.

«Heterocromía || HopeV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora