Treinta y uno.

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Llevábamos casi veinte minutos en el baño desde que escuchamos el último timbre de la escuela sonar, el bullicio de los estudiantes, que empezó siendo escandaloso, ahora casi no se escuchaba, lo cual, era una buena señal para nosotros, desde que estábamos agotados, hambrientos y desdichados... Lo único que queríamos era salir de aquí.

Con Hoseok aun en mis brazos, acariciando gentilmente sus cabellos, él indiscutible silencio en el cual nos habíamos sumido por horas, estaba calando hondo en mis huesos, era cierto, después de que namjoon se había ido y después de haber curado un poco sus heridas, ninguno de los dos dijo palabra, fue como un mutuo acuerdo sin palabras y así pasamos el tiempo, estando los dos juntos, pero acompañados de nuestra tormentosa soledad al mismo tiempo.

Tomé una profunda respiración y aunque se sentía extraño mediar palabra después de tanto tiempo, tenía que hacerlo, así que con mis dedos acaricie ahora su mejilla, el cuerpo de Hoseok se estremeció solo un poco, casi inoerceprible, aun así, no respondió con palabras.

—Creo que... Afuera ya no hay tanta gente— Digo en un susurro mientras siento el cuero d e Hoseok inmóvil— Tal vez... Es buen momento para salir.

Hoseok se quedó un momento el silencio, en el cual pensé qué tal vez no me había escuchado, pero cuando pensaba en repetirle mis palabras, siento que él se mueve en mis brazos, se acomoda lo suficiente para poder levantarse y dándome la espalda, él responde.

—Sí.

Tan simple como eso, él responde y se da la vuelta para ayudarme a ponerme de pie, tomo de su mano y luego con cuidado tomo del botiquín que aún descansaba junto a mí, miro su rostro con atención, él miraba a la nada, no me enfrentaba, así que con cuidado me acerqué a él y tomo su mano con un poco de duda... Mis dedos tocan sigilosos la piel fría de su mano, su cuerpo tiembla y automáticamente su rostro se gira para que sus ojos pudieran verme... Tan oscura como suele ser su mirada, él me examinaba sin mediar palabra.

Debido al silencio en el que nos habíamos hundido por tanto tiempo, se sentía un poco o fuera de lugar simplemente hablar, así que con temor, apreté mis labios incapaz de mediar palabra, aun así, sin vacilación, mi mano toma por completo su mano y la giro solo para observar el dorso y sus nudillos... Debido al tiempo que había pasado, las heridas en estos psrecisn haberse ido secando, pero no del todo.

Mi corazón late con frenesí y me obligo a mirar sus ojos, ellos me estaban esperando, así que fue natural que nuestras miradas colisionaran haciéndome sentir débil, vulnerable...

Abrí mi boca para decir lo que estaba en mi mente y también en mi corazón, pero dr alguna forma, mi garganta se sentía tan seca y tan adolorida debido al nudo en esta, que de ahí, ningún sonido salió, así que tuve que retroceder y quedarme en silencio, pero por más que veía esos nudillos heridos y por más que veía las heridas en su ojo, labios nariz y a lo largo de toda su cara... El dolor dentro de mí se hacía más insoportable.

Odiaba verlo herido, odiaba verlo en dolor...

Así que fue cuestión de tiempo para que mis ojos se empezaran a llenar de lágrimas y mi visión empezara a hacerse borrosa, el nudo que guardaba dentro de mi pecho empezó a desanudarse convirtiéndose en lágrimas.

No pude aguantarlo más y lloré mientras sostenía su mano herida.

—No.. No me gusta verte así...— Digo entre sollozos mientras miro al suelo dejando caer mis lágrimas— Odio verte herido... Odio verte en dolor... Lo odio, Hoseok.

Mientras miro al suelo y veo como las lágrimas fluyen dejando el suelo con pequeñas gotitas, siento como una mano toca cuidadosa mi mentón y me obliga a elevar la mirada, solo entonces puedo ver los ojos negros de Hoseok que eran tapados por una fina capa de lágrimas también.

«Heterocromía || HopeV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora