Treinta y seis.

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Con el cuerpo tenso, sintiendo un frío doloroso recorrer mi espalda, siento como el lugar en donde estaba se siente vacío, se siente lejano. El aire no llegaba a mis pulmones y mis ojos podían ver con claridad como todo parecía ir en completa normalidad y cotidianidad.

Los estudiantes pasaban de aquí para allá, concentrados en sus asuntos, riendo, charlando en sus propios mundos, ajenos a lo que a mí podría estarme ocurriendo.

Como si todo a mi alrededor se hubiera congelado, pierdo un poco el sentido del tiempo y del espacio, de un momento a otro, mis piernas parecen perder su fuerzas y siento que caeré, mi respiración se agita y el sudor frío cae de mi frente. En mi mano, aprieto con fuerza mi móvil.

Trago duro y con lentitud siento una mano cálida que toma la mía y la agita con fuerza.

Miro completamente desorientado a la persona a mi lado, mis ojos llenos de miedo y nervios observan a Jimin, quien me miraba con evidente preocupación.

Su otra mano se posa en mi mejilla y veo como sus labios se mueven indicándome que algo me estaba tratando de decir, pero una vez más me veo atascado, no puedo escucharlo, en mi cabeza, miles de voces se reproducen sin parar, no puedo respirar, no puedo hablar.

Hay algo en mi pecho que duele.

Tomando todas mis fuerzas y con una mano temblorosa, me aferro a su hombro temeroso de caer, siento el ardor en mis ojos que me avisa que tal vez lágrimas querían caer, pero de alguna manera... No quería dejar que pase, no podía.

Jimin me mira aún más preocupado y abro mi boca para hablar, una vez más, como si estuvieran tapando mis oídos, todo se escuchaba lejano, ni mi propia voz podía oír.

—Debo irme...— Fue lo que salió de mi boca, o más bien lo que quise expresar, debido a mi aturdimiento, ni siquiera estaba seguro si aquellas palabras salieron correctamente, aún así, yo debía salir de aquí— Te veo... Luego.

Con piernas temblorosas doy un paso hacia atrás, sin sintiéndome abatido, veo el rostro confuso de Jimin, pero inmediatamente él se acerca ese paso que yo había dado y siento abruptamente su mano tomar de mi brazo.

Su fuerza repentina me sobresalto.

Como si hubiera reventado la burbuja que me ahogaba, todos mis sentidos se activaron derepente, las voces de la gente, el ruido exterior, las conversaciones, las risas, todos, absolutamente todo se escuchó fuerte y claro.

Y con ello también la voz de mi amigo.

—¡Taehyung!— Mi nombre saliendo de sus labios con preocupación me hicieron mirarle con sorpresa— ¿Que mierda fue eso?— Jimin cambió su expresión, su voz salía preocupada, pero en su rostro había un dejé de enojo— ¿Que te dijo, Namjoon? ¿Por qué se acercó a tí y te congelaste? ¿Por qué no me contestas y simplemente dices que tienes que irte? ¿¡Que está pasando!? ¿¡Acaso él te está intimidando ahora?

Jimin quien auténticamente soltó esas preguntas me miró a la espera de una respuesta.

Miro con atención su mano que sostenía fuertemente mi brazo y acto seguido lo miro a los ojos.

Él es una persona muy atenta, es gentil, amable y considerado, es mi amigo, pero... ¿Cómo puedo decirle todo lo que estaba pasandome? ¿Cómo puedo seguir colocando en su espalda más de mis problemas cuando él no puede con los suyos? ¿Cómo puedo decir con mis propias palabras lo que estaba ocurriendo no solo conmigo, si no que con Hoseok también?

Mi corazón se sobresaltó al ver cómo en sus ojos estaba escondida esa preocupación sincera de él.

No me sentía preparado para decirlo, no quería hacerlo. Yo... No podía.

«Heterocromía || HopeV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora