Veintiocho.

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Mientras miraba a mi amigo en la entrada de la puerta, una sensación de duda y nerviosismo me atacó.

Jimin se encontraba con su cuerpo afuera de la casa, pero seguía estando frente a mí y apoyado en el umbral de la puerta, una sonrisa débil decoraba sus labios y estaba completamente seguro de que estaba luchando por mantenerla, sus ojo seguían diciéndome que estaba asustado.

—¿Estás seguro? — Pregunto una vez más haciendo que Jimin asintiera débilmente con la cabeza, sabía que estaba cansado desde que no había podido dormir estos días— Yo no tengo ningún problema en recibirte aquí, puedes quedarte el tiempo que quieras... ¿Realmente estarás bien volviendo?

Jimin me miró, esta vez sin sonreír, sus ojos no brillaban, pero estaban hinchados y algo sensibles, sin embargo, avanzó un paso hacia mí, que era el paso que nos separaba y quedando su cuerpo casi pegado al mío, simplemente abrió sus brazos y me tomó en un fuerte abrazo que hizo latir mi corazón se manera apresurada.

Un dolor en el pecho empezó a formarse cuando sentí su respiración irregular en mi cuello.

—Está todo bien, amigo...— Murmura mientras sus manos aprietan aun mas su agarre en mí, como si de alguna forma, sus acciones le llevaran la contraria a las palabras que salían de su boca— Volveré a casa porque no quiero molestar... No puedo estarte molestando todo el tiempo.

—¡No me molestas! — Digo rápidamente mientras me alejo de él para que pudiera mirarme a los ojos, era la verdad, él no me molestaba y prefería miles de veces que él estuviera aquí conmigo que solo en su casa donde cualquier cosa puede pasar— Tu nunca me has molestado... Y-Yo... Prefiero que estés aquí conmigo que, en tu casa, que tal si él... si él... ¡Si él aparece y te hace daño!

Jimin me da un abrazo rápido esta vez y niega con la cabeza.

—No puede ser así para siempre— Acota— En algún momento debo acabar con esto, en algún momento voy a tener que enfrentarlo... No puedo estar escondiéndome para siempre.

—¡Lo sé, pero no es el momento! — Explico de manera desesperada— ¡Es peligroso! Jimin, por favor...

—Gracias por recibirme en tu casa estos días, Taehyung— Dice evitando mis palabras, completamente decidido a irse— Nos vemos mañana en clases.

—Jimin...— Acto seguido él se da la vuelta dispuesto a irse, ya no veo su rostro, solo su espalda a medida en que se va haciendo más pequeño y mas lejano, mis ganas de correr hacia él son fuertes, mis ganas de ir, tomar su mano y arrastrarlo a mi casa nuevamente son incontrolables, sin embargo, si él no quería tomar mi oferta y quería volver a casa, yo no podía seguir obligándolo, ya no había podido convencerlo en primer lugar, así que simplemente, dejé que él caminara alejándose lentamente de mí— ¡Por favor! — Grité sin darme cuenta, Jimin se detiene pero no me mira, solo me muestra su espalda— Avísame que llegaste a salvo a tu casa...

—Claro...

Fue todo lo que dijo mientras caminaba hasta perderse de mi rango visual, incluso cuando él ya se había perdido y mis ojos ya no podían verlo más, me quedé de pie en el umbral de mi puerta sintiendo esa presión en el pecho que incluso me dificultaba respirar, tuve que agacharme un poco, mirar el suelo, contar hasta diez y tratar de calmarme, pero incluso así, la mezcla de esta ansiedad y el miedo me hacían querer morir.

Pronto, cuando pensé que lo correcto sería entrar en casa, caminé hasta el sofá, en donde me recosté unos minutos mientras trataba de calmarme, los minutos pasaron y pasaron hasta que el sonido de mi móvil me aviso que alguien quería contactarme, rápidamente lo tomo y puedo ver que había un mensaje de Jimin.

«Heterocromía || HopeV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora