«Heterocromía || HopeV»

Catorce

POV Hoseok.

Mis ojos sostenían fuertemente la mirada del chico enfrente de mí como si de alguna forma quisiera hablarle con palabras mudas, aquel chico que, con esa aura débil debido a su inminente resfrío, aguantaba mi mirada con el mismo y quizás más fervor que yo le anteponía.

Aquello se había convertido en una habitación lleno de un silencio ruidoso... Silencio; porque ninguno de los dos mediaba palabra, repentinamente sentimos la presión de mantener la calma y el silencio.

Ruido; porque anhelante, alguien detrás de la puerta golpeaba sin cesar y pedía que por favor le abrieran la puerta.

Alguien... Alguien quería entrar, alguien nos vería.

Me di cuenta, que los ojos de Taehyung mostraban un pequeño destello de algo, ese algo que bien podía reconocer como tristeza y decepción ¿Los míos? Los míos tal vez brillaban con nerviosismo e incomodidad, pero lejos de eso, eran sus propios orbes los que me mantenían inquietos, sus coloridos ojos que tenían tal poder para mostrarte sus emociones.

Pensé que ellos verdaderamente eran la ventana que me hacía dar un vistazo a su alma... Lo que veía ahora en ellos no terminaba de agradarme.

Los toques y ruidos en el exterior se hicieron más y más intensos, aquel chico sabía de la presencia de Taehyung aquí dentro y estaba dispuesto a entrar... ¿Él lo dejaría entrar conmigo aquí? ¿Él diría que yo estoy aquí?

Empecé a preguntarme con más y más impaciencia, pero nosotros parecíamos cada vez más sumidos en nuestros propios sentimientos, tanto que mi corazón empezó a volverse loco.

¿Él lo haría?

No lo sabía, después de todo... Yo no sé nada de Taehyung, yo no sé qué es lo que él haría.

Sin embargo, me sorprendí cuando vi que esos hermosos ojos que había estado mirando se cierran con fuerza haciendo que mi concentración fallará... Un suspiro salió de sus labios y cuando sus párpados volvieron a abrirse su mirada se volvió cansada, se volvió débil... Se volvió inestable.

Taehyung abre su boca para hablar, de ella sale un susurro.

—Ve a la habitación, Hoseok.

Le doy otra mirada, esta vez queriendo de una u otra forma disculparme... Yo quería hacerlo, sentía en mi pecho que era lo que debía hacer, incluso desde el incidente del baño... Yo debía disculparme, decirle aquellas palabras, pero incluso con toda la fuerza con la que quería hacerlo, yo no lo dije.

Por sobre eso, yo hice a mis pies andar, como si corriera y escapará de algo... Tal vez podría decirse que efectivamente está huyendo de aquel chico que había llegado de imprevisto, pero no era solo eso...

Estaba escapando del encanto que escondía ese chico, el encanto tras esas piedras preciosas.

Apresuradamente encuentro la puerta café que me llevaba a su habitación, tomo del pomo con una adrenalina que podía con todos mis sentidos y respirando agitadamente giro de el para entrar y cerrar detrás de mí con el cuidado necesario. La oscuridad del cuarto me dio la bienvenida, estaba escondido solo escuchando mi agitada respiración.

Soy consciente rápidamente que lo que ocurre a una habitación de distancia es completamente capaz de escucharse, no hay pared suficiente que me impida no escuchar lo que se lleva a cabo en la sala, en consecuencia, el sonido de la puerta abriéndose llega a mis oídos al mismo tiempo que la voz de la persona que acaba de llegar.

—¡Ah! ¡Taehyung! — Exclama con fervor— ¿Por qué te demoraste tanto? Estoy congelándome como un cubo de hielo.

—Lo siento...— Soy capaz de escuchar ahora la voz de Taehyung en respuesta— Por favor pasa, acá está más cálido.