XVII

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La clase terminó, miré mi cuaderno lleno de garabatos y suspiré. Estaba frustrada por la situación en la que me encontraba, había recibido un mensaje de mi madre, después de dos meses por fin se había dignado a contactarme, pero solo para reclamarme.

Al parecer le había llegado el rumor de que salía con alguien.

Es bueno saber que les importo. Reí con ironía.

¡Maldito, Seokjin! chillé con coraje.

Ese idiota me escucharía.

Tomé mi celular y caminé hacia la puerta, dispuesta a encararlo, y obligarlo a decirle a mi madre que todo eso era falso, porque lo era, Hoseok no era mi novio, al menos no de verdad.

Llegué hasta la puerta y la abrí con violencia, sin darme cuenta que había alguien detrás de ella y golpeándolo sin querer.

—Auch—murmuró sobándose la frente.

—¡Hoseok!—grité asustada. Tomé su rostro entre mis manos y moví un mechón de su cabello que no me permitía observar bien su frente— Dios... no sabía que estabas, tú, ¿que haces aquí?—pregunté extrañada y cuando encontré el circulo rojizo lo repasé con mis dedos, tratando de no ejercer presión para no provocarle dolor.

—Venía a verte—suspiró risueño cuando sus ojos conectaron con los míos. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me quedé congelada con una mano en su barbilla y la otra en su frente por la bonita imagen que presenciaba. Su sonrisa amplia y sincera me hizo sonreír también, y el brillo en sus ojos me dejó atónita.

Era muy guapo.

—Tenemos que ir a la enfermería—balbuceé y traté de espabilar.

—No creo que sea necesario—rió bajito—. Ya no me duele.

Su rostro estaba muy cerca del mío y a pesar de la diferencia de estatura, él se había encorvado para estar al mismo nivel que yo. Dudoso se alejó de mí.

—De verdad lo siento—rasque mi brazo con vergüenza, tenía la cabeza gacha, me negaba a mirarlo de nuevo.

—No pasa nada, Jiyoung—a pesar de no verlo escuché un suspiro risueño escaparse de sus rosados labios. Tomó mi mentón con suavidad y lo levantó, buscando hacer contacto visual conmigo—. Eh, lo digo en serio, no pasa nada—me sonrió amable.

—Al menos déjame invitarte a comer—lo miré apenada.

MALDITO SEOKJIN, SI NO FUERA POR EL ENFADO QUE SENTÍ POR EL MENSAJE DE MADRE POR TU CULPA, JAMÁS...

—Venía a invitarte, pero me agrada más la idea de que seas tú quien pague—me miró con una sonrisa burlona y caminó hasta una banca que se encontraba cerca. Me mordí el labio tratando de no reír—. Es broma, Jiyoung, yo invito.

Avancé hasta él y me senté a su lado.

—No, me toca invitarte—miré el golpe en su perlada frente y reí—. Te lo debo—señalé la marca violácea.

Inconscientemente llevó su mano hasta su frente y frunció el ceño, en una mueca de dolor cuando la tocó.

—Solo aceptaré con una condición—se acercó de nuevo a mí y se encorvó ligeramente, quedando su rostro a la misma altura que el mío.

De pronto su cercanía me resultaba intimidante, me hacía sentir nerviosa.

Tragué fuerte y parpadeé un par de veces antes de balbucear.

—¿Cuál?

Sus comisuras se curvaron hacia arriba y sus ojos me miraron con intensidad.

Humedeció sus labios y miró los míos mientras susurraba—. Que me dejes darte un beso.

Ohmygirl.com [Jung Hoseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora