Ohmygirl.com [Jung Hoseok]

XVIII

No podía articular palabra alguna, sentí como mi corazón comenzó a latir de forma desenfrenada y mis mejillas comenzaban a calentarse.

¿Había escuchado correctamente?

Me las arreglé para asentir, insegura, pero al mismo tiempo deseosa por volver a probar sus labios.

Sonrió cómplice antes de ahuecar mi mejilla con su diestra y acercarse con lentitud a mi rostro. Cerré los ojos cuando sentí sus labios sobre los míos, suaves y tímidos, moviéndose gentilmente y al mismo tiempo con firmeza. Era la primera vez que Hoseok me besaba de una forma tan romántica, aunque sólo nos habíamos besado una vez, nuestro primer beso fue uno torpe y superficial, éste era todo lo contrario, controlado y profundo.

Mi interior era toda una revolución, sentía como si fuegos artificiales estallaran dentro de mí. Mi corazón latía con fuerza y mis manos sudaban muchísimo. No recordaba la última vez que alguien me había besado así, de una forma tan especial; me sentía querida, valorada.

El beso duró a penas unos segundos, pero fueron los suficientes para darme cuenta que este juego se estaba saliendo de control, y que Hoseok realmente me estaba empezando a gustar.

Se separó de mí lentamente, abrí los ojos y lo miré con una sonrisa en el rostro.
Mordió su labio y soltó una risita.
Abrí la boca lista para preguntarle el porque de su beso cuando su nombre salió de una ajena.

—Hoseok...

Una voz femenina se escuchó a nuestras espaldas, Seolri. Ambos volcamos nuestra atención a ella, aunque Hoseok se miraba más interesado. Entonces entendí todo, aquello solo fue para llamar su atención, había sido por ella, no por mí.

Un sabor amargo se instaló en mi boca y me entraron unas ganas de vomitar terribles. No sabía si era por coraje o por tristeza, eso en el mejor de los casos, porque el déjà vu de pasar por lo mismo que con Jin me golpeó de pronto, y el recuerdo de como se sentía la decepción se instalaba poco a poco, y eso era mucho peor que estar enojada o triste, mucho peor.

—Hmm—contestó aparentando desinterés, pero sabía que era falso. 

—No sabía que ya salías con alguien—me miró de reojo y sonrió con diversión—. Me alegro, pensé que nunca avanzarías, te habías tardado mu...

—¿Realmente te acercaste para decirme eso, Seol?—la miró incrédulo y chasqueó la lengua—. Vamos, sé que eres más lista que esto...

—¿A qué te refieres?—inquirió indignada—. Solo pasaba a saludarte, ¿ya ni eso puedo hacer?

—No—replicó y tomó mi mano, gesto que no pasó desapercibido por la chica—. Agradecería que no me quitaras el tiempo con niñerías, y menos cuando estoy con Jiyoung, mi novia—enfatizó esto último con una sonrisa socarrona.

Sentí un nudo en el estómago, pero me las arreglé para no verme afectada y que el color rojizo que adquirían mis mejillas no se notara.

—Hoseokie, salir con tipas como ella no te trae nada bueno—su voz se hizo más aguda, tratando de escucharse adorable, pero sonó más falsa que nada—. A simple vista se ve que es una cualquiera que terminará jugando contigo—hizo un puchero.

—¿Cómo tú?—sonreí cuando noté cómo se tensó ante mi osadía—. Tranquila, mi única intención aquí es hacer feliz a Hoseok—lo miré con timidez, se notaba complacido.

—Si no tienes nada más que decir, ¿podrías dejarnos solos?—No podía ocultar mi alegría, realmente estaba disfrutando de esto.

Seolri tomó la poca dignidad que le quedaba y se marchó sin decir nada más.

Hoseok rió alegremente y tomó mis manos entre las suyas.

—Estuviste genial, Jiyoung—me sonrió—. Gracias.

Negué, y dejando atrás mi pequeño enfado sin sentido, después de todo esto solo era trabajo. Le contesté con amabilidad.

—Te dije que sería la mejor novia que hayas tenido, ¿no es así?—Traté de sonreír, pero sé que no lo logré con éxito cuando me miró extrañado.

—¿Estás bien?—lucía preocupado de verdad.

Negué con la cabeza antes de comenzar a llorar como una bebé, no sabía porque lo había hecho, solo que no podía parar.

Me miró asustado y comenzó a bombardearme con preguntas que no lograba entender del todo. Como pude, y con mucha vergüenza, le pregunté con voz rota.

—¿Puedo, puedo abrazarte?

No me contestó, antes de que pudiera decir algo más él ya me había rodeado con sus brazos. Me abrazó con firmeza y al mismo tiempo con sumo cuidado, como si me fuese a romper de nuevo en cualquier momento, sin duda era el abrazo que tanto tiempo había necesitado. Me susurraba palabras de aliento mientras repasaba mi cabello con su mano.

Supongo que todo se me había juntado, el mensaje de mi madre que demostraba que no le importaba en lo absoluto porque no iba a mentir, realmente esperaba su mensaje, pero no ese, no uno en donde me llamara descerebrada e inconsciente, ni siquiera me preguntó cómo estaba o si necesitaba algo, nada. Y en adición, los tontos celos y disculpas vacías de Jin, mi ilusión con Hoseok quien solo tenía ojos para otra...

Hoseok.