Ohmygirl.com [Jung Hoseok]

XXI

Sus manos sostenían firmemente mi rostro y aunque trataba de zafarme de su agarre, no podía, él era mucho más fuerte que yo.

Con toda mi fuerza, lo empujé lejos de mí y extrañamente no puso resistencia.

Me miró extrañado, tenía un semblante dolido y de cierta forma podía entender su reacción, pues en otras circunstancias jamás lo hubiese rechazado, pero ahora era diferente. Su toque, que alguna vez me resultó dulce y reconfortante, ahora lo sentía tosco y me provocaba aversión. Seguía siendo el mismo chico que alguna vez me gustó, solo que ahora ya no me gustaba más, y una ínfima parte de ello se lo debía a Hoseok.

—Jiyoung...

—Por favor, vete—escupí hostil mientras le señalaba el camino hacia la salida.

—No—masculló—. Hace poco más de un mes aún te veías esperanzada en que volviera, incluso me rogaste para que me quede—rió irónico— ¿Cómo mierda es que ahora me rechazas?

Estaba perpleja, no podía creer que existiera gente tan miserable para pensar de esa forma. Solo le preocupaba su frágil ego.

—No tengo tiempo para esto, vete ahora Kim—caminé hasta la puerta y la abrí con brusquedad—, Ahora.

Bufó antes de encaminarse hasta la salida, y justo antes de salir, me escrutó con la mirada y escupió con aire juguetón.

—Cuando el jueguito de Jung acabe y vuelva con Seolri, puedes buscarme, sabes que no soy rencoroso—me lanzó un beso y se marchó sin más.

Azoté la puerta y suspiré cansada, ¿Era posible que supiera que todo era una farsa? negué ante semejante ridiculez, era imposible que se hubiera enterado.

[...]

Dos días después, Seokjin no volvió a buscarme. Hoseok y yo pasamos todo un día juntos, me invitó a comer un día antes de la fiesta, y de alguna forma se sintió como una despedida, pues aunque fuese falso, nuestro noviazgo llegaba a su fin.

El gran día había llegado, la tan esperada fiesta de Jin sería en unas cuantas horas y honestamente, estaba nerviosa hasta la médula. Era ridículo, pues solamente tendría que divertirme junto a Hoseok y actuar como la novia cariñosa, nada difícil, pero la simple idea de ser besada por él de nuevo, me provocaba un extraño cosquilleo en el estómago.

Me miré de nuevo en el espejo, tratando de decidir si el conjunto en cuestión era el adecuado, pero suspiré cuando no terminó de convencerme del todo, llevaba así casi dos horas. Mi cabello era un desastre que traté de contener en un moño y mi rostro lucía más pálido de lo normal.

A este paso terminaría llegando tarde y no podía permitir eso.

Abrí de nuevo mi closet, esperando tener mejor suerte. Al final elegí un vestido básico negro de tirantes, confiaba en que los tacones de aguja salvarían la simplicidad de mi –aburrida- elección.

A punto de entrar a ducharme, mi móvil vibró.

Hoseok:

¿Está bien que pase por ti a las 7?

Jiyoung:

Sí, hasta las 7!

Mierda.

Significaba que tenía exactamente una hora para estar lista y sabía que ni de chiste lo lograría, debía apresurarme.

No tardé tanto en la ducha, y el maquillaje que me coloqué tampoco era el más elaborado, pero me veía decente, demasiado para lo apresurado que fue todo.

Terminaba de aplicarme el rubor cuando el timbre terminó con el silencio en que me encontraba.

Mi corazón comenzó a acelerarse a medida que avanzaba hasta la puerta, respiré hondo antes de abrirla y ahí estaba, tan guapo como siempre.

—Luces increíble—sonrió.

—Lo mismo digo, Jung—reí cuando llevó su mano al pecho y cerró los ojos, agradecido por mi comentario.

—Te espero aquí mientras terminas.

—Ya estoy lista.

—¿De verdad?­—inquirió sorprendido mientras tomaba asiento—. Cuando dije a las siete solo bromeaba, no creí que estuvieras lista en una hora para serte franco.

—¿Qué puedo decir? Soy buena en todo.

—Entonces, ¿nos vamos?

Tomé mi bolso, me aferré a mi móvil, y con el pulso a mil por hora, asentí.