Ohmygirl.com [Jung Hoseok]

XXV

Llegué a casa con un dolor de cabeza de los mil demonios, ni siquiera sabía cómo me las había apañado para conducir en esa condición. Todo era tan confuso, sentía como si estuviera en un muy mal sueño, como si todo lo ocurrido con Jiyoung en el estacionamiento no hubiese ocurrido.

Recuerdo haber bajado por las escaleras, saltándome algunos para lograr alcanzarla y haber intentado explicarle lo que realmente ocurrió, pero me ignoró por completo, ni siquiera me miró cuando se subió al taxi.

Arrastré los pies hasta el recibidor de mi casa y entrecerré los ojos tratando de entender qué hora marcaba el reloj. Media noche. Desbloqueé la pantalla de mi celular, diez mensajes, tres llamadas perdidas, pero ninguna de Jiyoung.

Bufé cansado mientras masajeaba mi cuello y me disponía a subir por las escaleras, realmente necesitaba descansar, mi cuerpo y mente clamaban por desconectarse un rato de todo, pero Jiwoo no me dejaría, por supuesto que no.

—Jung Hoseok ¿puedes decirme por qué volviste a beber? —bisbisó con molestia, tenía las manos en jarras y el ceño fruncido, me recordaba muchísimo a nuestra madre, solo que ella no me reclamaba hasta el día siguiente. Estaba a mitad de las escaleras, parecía una especie de guardián.

—¿De qué hablas? Estoy sobrio—continué subiendo, acercándome más a ella y pidiendo al cielo porque solo me ignorara y me dejase en paz.

—Apestas a alcohol, incluso puedo olerlo desde aquí—no sabía porque montaba un drama por unos cuantos tragos, no era la gran cosa— ¿Es por Seolri, verdad? ¿La viste en la fiesta? Te dije que no fueras, que era una pésima idea, pero como siempre, prefieres ser un impulsivo y hacer lo primero que se te pasa por la cabeza en lugar de utilizar tu cerebro y pensar en las consecuencias ¿Sabías que pudiste haber provocado un accidente conduciendo en este estado? Es que de verdad que no me lo creo, papá y mamá ya te habían dicho que...

Trataba de enfocarme en lo que me decía, pero de pronto su voz pasó a ser el sonido de fondo de la imagen que se repetía una y otra vez en mi mente, Jiyoung llorando en ese pasillo. Me sentía una mierda, la culpa se infiltraba en mi sistema burlando la falsa calma que el alcohol me había regalado, era imposible no pensar en que todo era mi culpa. No debí haber hecho ese plan, debí parar cuando empecé a verla como algo más, debí haber hecho tantas cosas...

—¿Me estás escuchando? —pasó su mano frente a mi cara tratando de llamar mi atención, realmente se veía enojada.

—No bebí más de tres vasos, lo digo en serio— pasé de su lado y caminé hasta mi habitación, dando por terminada nuestra pequeña charla, pero ella no tenía los mismos planes. Me siguió como si se tratase de mi sombra y se sentó en mi cama después de que yo me hubiese tirado sin cuidado sobre ella boca arriba, con los brazos y las piernas extendidas.

—Recuerdo que hace unas semanas había estado aquí, consolándote—sonrió al recordarlo mientras se giraba para mirarme de frente—. Nada ha cambiado ¿sabes? Ella sigue siendo la misma de siempre y Jimin...

—Esto no es sobre Seolri o Jimin—la interrumpí con fastidio—. He metido la pata, Jiwoo, lo he arruinado todo por ser un estúpido— suspiré mientras me cubría la cara con una almohada. Me sentía como un idiota y me lo había ganado a pulso, pero Jiyoung no se merecía nada de eso.

—¿De qué estás hablando? —me miró extrañada mientras se sentaba con las piernas cruzadas a mi lado.

—Te va a parecer una estupidez, créeme que incluso a mí me lo parece y eso que he bebido, pero en su momento parecía una buena idea, una inofensiva mentira que me daría alivio, pero todo se arruinó porque me terminó gustando una persona que no debía y me enteré que mis "amigos" no son más que unos mentirosos de mierda que solo se burlan de mí a mis espaldas—me miraba con detenimiento, tratando de procesar todo lo que le decía sin embargo parecía no hacerlo. Suspiré antes de pronunciar con la poca energía que me quedaba—. Lo peor de todo esto es que terminé arrastrando a la chica que me gusta a toda esta mierda.