Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ Cʜɪᴠᴀᴛᴀ [Jack Conway]

[C A P I T U L O 1]

Repetitivas llamadas por ruidos molestos en una casa lejos del centro habían alertado a la Policía.
Nadie quería ir, siempre llamaban por lo mismo en ese lugar. Era aburrido y nadie queria tomar el caso; pero ahí estaba el joven Jack Conway, junto a su fiel compañero Volkov quienes recién habían ingresado al cuerpo y como todos novatos, les tocaba el trabajo que nadie quería.

Iban llegando a la casa de los incidentes y el ruido se escuchaba a una cuadra de distancia, normal que la gente se queje. Al llegar un fuerte olor a marihuana y alcohol inundó las fosas nasales de ambos oficiales. Se notaba que la vivienda había sido linda en un pasado, pero ahora estaba destrozada.
Al entrar, la escena era como una representación gráfica al morbo, mujeres semidesnudas, drogas de cualquier tipo y tanto alcohol como para emborrachar a un pelotón. Inmediatamente los oficiales procedieron a acabar con ese grotesco escenario, llevando a todas las personas involucradas a comisaría.

Eran las 6:30 am, aproximadamente, y el caos de la madrugada había comenzado a calmarse, es decir, ya no había tantos oficiales recolectando pruebas y hurgando en toda la casa.

Cuando los refuerzos subieron a la segunda planta, bajaron con una adolescente de unos 17 años, que iba acomodando un poco su ropa y colgando un morral en su hombro, con cara de no entender nada.
Paró en seco cuando llego al último escalón, y se dio cuenta de que las cosas no estaban bien. Había una patrulla fuera y policías dentro de su casa, lo que le hizo preguntarse "¿Que demonios paso mientras dormía?"

—Oficiales Conway y Volkov, estamos aquí por varias violaciones a la ley, entre ellas prostitución y poseción ilícita de armas y estupefaciente—se acerco Jack junto a su compañero, al tiempo que mostraban su placa.
______ no supo que decir, estaba muy desorientada, recién se levantaba de dormir. Al tiempo que sus pensamientos se acomodaban, los policías que estaban "custodiandola", al ver que no parecía sospechosa, se fueron de su lado, para seguir investigando la segunda planta.

—Buenos días oficiales—contesto educadamente, ser hija de uno de los jeque del crimen organizado no le daba derecho a ser una grosera—yo no tengo nada que ver con esto, y con su permiso, llego tarde a clases—acomodó nerviosamente su cabello y salió a la calle.

Estaba a mitad de cuadra cuando Conway corrió detrás de ella, quien al escuchar las fuertes pisadas se detuvo, letamente se dio la vuelta para encontrarse con el oficial.

—La acompaño a clases señorita, debo hablar algo con usted—dijo al tiempo que la tomaba delicadamente del brazo para guiarla al patrullero.

Genial, lo que le faltaba, ya hablaban de ella porque, supuestamente, era una drogadicta, ahora hablaran por ir en un patrullero al instituto.

—Y dime niña, ¿En que negocios anda tu padre?

—Si yo abro la boca, ¿Qué me ofrece?—contesto mirandolo con una sonrisa altanera.

—No iras a prisión, quedaras desligado de toda la causa e incluso podría pagarte por la información—Contestó sin despegar la vista del camino.

La adolescente decidió hablar, contó con lujo de detalle todo el modus operandi, mercancía que manejan e incluso delató a otros miembros de la banda. Entre confesión y confesión Jack no podía evitar mirar a la joven, ademas de ser bonita-e ilegalisima para él-, le sorprendía como podía delatar con tanta facilidad a su padre. Pero se reservaba comentarios, dicen que cada casa es un mundo.

—Llegamos Sr.Oficial—dijo desprendiendo su cinturón de seguridad—hasta luego—se despidió con una sonrisa, y comenzó a caminar, dejando la puerta abierta.

—Adiós niña—dijo para si mismo, estirandose para cerrar la puerta, grabando en el interior de su mente esa hermosa sonrisa.

Una vez que la vió entrar, arranco la patrulla rumbo a la comisaría para empezar a escribir el informe.

Lo que no sabía aquel novato era que acababa de desbaratar la banda más importante de todo Los Santos, y que ese caso seria el que los volvería los oficiales más reclamados, para poco después llevarlos a la cima convirtiéndolos en El Superintendente Conway y El comisario Volkov.