De camino a comisaría viajo sola en la patrulla, siendo conducida por Torrente, quien la miraba con cierta desaprobación, sin querer creer lo que había hecho.
Una vez en comisaria, podía escuchar como Horacio gritaba, exigiendo utilizar su llamada, mientras ______ era escoltada a una de las salas de interrogatorio.—Coge el móvil, manos libres y llamadita—le dijo el Superintendente, entrando al cuarto y parandose al lado suya.
Obedeciendo, la muchacha toma el aparato electrónico y marcó, inmediatamente el móvil de Conway comenzó a sonar, pero al ver que era _______, corto.
—Desperdiciaste tu única llamada—murmuró enojado, intentando mantener la compostura.
—¿A quién más llamaría?— preguntó con melancolía, para luego quedarse en silencio, mirando como el mayor se prendia un cigarro.
—Muñeca, ______, Hottie (bombón in english) —nombro con paciencia y dulzura fingida— tengo los cojones que van a explotar, porque cojones os ponéis a atacar una puta joyería, anormales, que sois unos putos anormales de mierda—continuó, dejando salir a flote su ira.
— Todo tiene explicacion, fueron ordenes de Sapo. No tuvimos tiempo de planificarlo o incluso avisarle—se defendió la castaña, viendo como su contrario tiraba su cigarro, al cual le quedaban unas cuantas caladas aún, al piso y lo apagaba.
—Atracas una puta joyería y crees que se van a ir de rosistas.
—Estabamos haciendo nuestra misión Conway—insistió con tono desesperado, entendía que estaba en falta, pero se suponía que era por una causa "noble", o eso suponía ella en su cabeza.
—Tu puta misión —el de gafas hizo una pausa, donde suspiro profundamente, en un intento de no gritar los miles de insultos y palabras hirientes que pasaban por su cabeza—no me creo una putisima mierda, desde que te metiste con esos capullos has estado haciendo gilipolleses, haces lo que te sale de las pelotas y te la pasas tomandome el puto pelo.
—En primer lugar, fuiste TÚ quién quizo que me juntase con esos capullos— comentó enfadada— y segundo, Juárez nos dijo que debíamos hacer un trabajo, como matamos al pringado ese nos tiene trabajando para él. Pues, nos ha llamado, quedamos y nos dijo "hoy por la tarde asalataran la joyería".
—Habéis robado la joyería en mi puta cara y la trena te la vas a comer igual, me importa un carajo porque lo hayas hecho— sentenció, saliendo del cuarto dando aviso a Leonidas para que pase.
Una vez el rubio entro, te levanto y te escolto a su zeta, siendo seguidos por Conway desde lo lejos, quien nunca les quito un ojo de ensima.Ya en prisión, y con esa horrenda ropa de presidiario, se encontró con Horacio, Rogelio y Segismundo. Conversaron un rato y dieron vueltas por el lugar, el cual se encontraba desolado. Los primos García fueron los primeros en obtener su libertad, y unos días después -luego de cumplir su condena- lo hicieron _______ y su amigo de cresta.
—Creí que habías hablado con Gustabo y que nos vendría a recoger—murmuró la chica a Horacio, mirando como estaban parados en medio de la nada misma.
Su compañero levanto los hombros, en señal de no saber lo que ocurría. Aunque en el fondo sabía que Gustabo se había olvidado de ir a recogerlos.
No les quedo otra opción que ir a pie, ya que si se detenían a robar un coche probablemente los denuncien nuevamente y el monto a pagar en multas aumentaría, pudiendo ser ese su fin.Hicieron mas o menos doscientos metros, solo para poder salir del terreno de la Federal, cuando el mismo hombre que los cito en el bar se les apareció frente a ellos, evitando que siguieran caminando.
—Lo han hecho de maravilla—dijo, así sin primero saludar o incluso volver a presentarse.
—¿Estás de coña?—preguntó retóricamente, mirándolo directamente a los ojos— estuvimos presos una semana, Gustabo y Pablito acabaron en el hospital y ahora tenemos una multa de san puta—prosiguió, alterandose un poco.
Horacio colocó su mano en uno de sus hombros, pidiéndole silenciosamente que se calme.—Todo ese numerito nos dio camino libre para asaltar el banco central sin interrupción—contestó victorioso, haciendo una seña para que lo siguieran a su coche—el jefe está muy conforme con su trabajo—seguido de eso, y una vez que llegaron al coche, saco un maletín con dinero suficiente para pagar la multa de quince mil euros de cada uno de los participes del asalto, y unos cuantos euros más.
Al pelirrojo y a la castaña se le iluminaron los ojos al ver tanto dinero junto, casi que se les podía ver el signo dolar en sus pupilas.
—Fue un placer—contestó Horacio mientras tomaba el maletín con una mano y cogía a ______ de la muñeca con la otra, antes de que él se arrepintiera de darles el dinero.
El coche último modelo en el que había llegado el hombre -cuyo nombre aún no conocían- arrancó, dejando una nube de polvo antes de marcharse.
—Deberíamos haberle pedido que nos llevara—dijo la chica, mirando como el auto desaparecía en la carretera, saliendo de su campo visual.
—Ahora podremos comprarnos otro coche—comentó alegremente Horacio, ya que su Audi había sido confiscado por la policía.
—Podremos pagar la multa—propuso ella mientras comenzaban a caminar por el borde de la ruta principal—o salir de farra—seguidamente sonrío divertida, ganandose una mirada cómplice de Horacio, esa idea si le gustaba.
El camino se les hizo bastante ameno, ya que se la pasaron charlando sobre boberías. Esos días en los que habían estado encerrados se tomaron un cariño especial, ya que sabían que tenían un pasado bastante similar.
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Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ Cʜɪᴠᴀᴛᴀ [Jack Conway]
FanfictionConway la sacó del pequeño infierno en el que vivía cuando era una adolescente. Hoy, casi diez años después, ella se ha vuelto su chivata. ❇Iniciada: 10-05-2020 ❇Finalizada:08-02-2021