[C A P I T U L O 4]

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Yo creo que le debe estar comiendo todo el morro—dijo Gustabo parado a un lado del coche, cruzado de brazos.

Horacio respondió encogiendose de hombros, y Segismundo no prestó atención a lo que dijo, ya que se encontraba hablando por el móvil con su primo Rogelio.
Los tres hombres estaba esperando en la puerta trasera de comisaría, tal y como les indicó el superintendente. Se supone que deben esperar a ________ para así ponerse de acuerdo para ya empezar con la "misión".
Se encontraban realmente impacientes, hacía más o menos cuarenta minutos que se encontraban allí.

De repente vieron a la chica salir por la puerta, bastante alegre a decir verdad; ya no iba con esa cara de perro rabioso con la que la habían visto en el despacho.

—¡Qué te dije Horacio!—susurró victorioso al de cresta, dandole un codazo intentando hacer que fije su mirada en la chica sonrojada que se acercaba a ellos.
Por alguna razón Horacio comenzó a reirse como un loco, ganándose miradas de todos los que pasaban por el lugar, y en eso ________ llegó con ellos.

Soy ______, supongo que el superintendente les ha hablado de mí—se presentó la castaña, extendiendo la mano, en un saludo formal; pero los hombres pasaron por alto su mano y se acercaron para darle un beso en la mejilla.

Pensábamos ir a la peluquería, para cambiar la cresta que lleva Horacio...

—No voy a cambiarme la cresta—dijo con determinación

Si quieres venir, eres bienvenida, sino nos encontramos aquí en una hora—terminó de hablar Gustabo, Conway les dijo que la esperaran, pero no por eso iban a llevársela contra su voluntad.

A mi me parece bien—contestó subiendo a la parte trasera del Audi—si quieren, luego podemos ir a comprarles un traje, yo invito—esto último sono más a una orden sutil, a que una invitación. Pero los hombres aceptaron de todas formas, una muda de ropa gratis no se rechaza.

Segismundo, quien iba al lado de la muchacha, le sugirió que abrochara su cinturón de seguridad acontando que Horacio no era el mejor conductor del mundo. No entendió muy bien si comentario, hasta que sintió como el vehículo se estampaba contra un poste de luz.

Horacio, que recién lo he sacado del mecánico, coño

Lo siento, me han fallado las lentes—dijo disculpandose.

Fue un viaje con bastantes traqueteos, parecia ser que el gallego no se equivocó; Horacio al volante era igual de peligroso que un simio con navaja.

Una vez que llegaron a destino, se bajaron y entre todos eligieron un nuevo corte para el de cresta.

Pero tio, es que das asco—dijo Gustabo, mientras miraba como su compañero a toda costa quería conservar su cresta

—Un corte a lo Brad Pitt—sugirió Segismundo.

A todo esto, _______ se mantenía ajena a todo, aún no se sentía en la suficiente confianza como para opinar sobre el look de Horacio.

Al final, terminó eligiendo un corte sencillo con una barba más prolija que la que llevaba.

¿Cómo me veo?

—Está mal, pero no tan mal—contestó examinando su rostro.

Iniciaron una pequeña pelea, con insultos sin sentidos, para luego terminar abrazandose.
Eran algo extraños, pero ya comenzaban a caerle bien.

Ahora ¿para dónde jefa?—preguntó Gustabo con tono divertido acomodandose en el asiento del conductor, intentando integrarla al grupo.

A la tienda de ropa,—indicó volviendo a subir, sentandose en su lugar—Hoy vamos a hacerle un cambió de Look completo a Horacio

Automáticamente el nombrado comenzó a gritar "emocionado", mientras Segismundo aplaudía y Gustabo tocaba bocina. Se pasaron todo el viaje gritando a la gente que pasaba, y chocando alguna que otra motocicleta.

Una vez que llegaron al local de ropa, bajaron, y el conductor estaciono el auto cerrandolo con seguro.

¡Hala! Este me queda too guapo—se auto halago Horacio, mirandose en el espejo

Horacio, no voy a mentirte—dijo ______ —prefiero mil veces que andes como ahora, a que me vengas con esa ropa de e-boy

Horacio era el único que faltaba por escoger su atuendo. Gustabo había elegido un saco algo largo, junto a una camisa blanca con corbata; Segismundo opto por dejar que ella lo vistiese, llevaba un traje negro junto a una camisa azul y corbata a juego.
El único que se puso en modo "caprichoso" fue Horacio, por lo que tardo más que los demás en escoger su ropa, hasta que al fin se convenció con un outfit similar al de Gustabo.

Tardaron casi toda la tarde escogiendo ropa, tanto que cuando salieron de la tienda ya estaba anocheciendo. Se montaron al auto y se dirigieron al garage central, donde hablarían bien sobre lo que harían con Pope.

Vale, tenemos que ir al club nocturno, ahí estará Pope—contó ______ desde la parte de atrás del coche.

Habían estacionado en una esquina bastante alejada de la gente, para poder hablar tranquilos

Ese fue quien secuestro a Horacio—la interrumpió Gustabo.

Venga Horacio, llego tu Momento

—Le daremos... Carne de ballena?—preguntó por lo bajo

Algo así

—Retomando, iremos al club, esperaremos a que salga y cuando lo veamos, lo interceptamos y lo llevamos al monte, lo amenazamos un poco y cuando hable lo soltamos, entendido?

Todos asintieron, era un plan bastante fácil, pero muy efectivo.

Segismundo, conduces tú?—preguntó Gustabo al gallego, sabiendo que a éste se le daba de maravilla.

Vale

Se cambiaron de lugar, quedando Segismundo al volante, Horacio del lado del copiloto y ______ junto a Gustabo en la parte trasera. Una vez acomodados emprendieron marcha.

Cuando llegaron, se estacionaron a unos cincuenta metros del lugar. Horacio tomó los prismáticos y vigilo con atención la entrada, mientras los del asiento de atrás se aseguraban de que nadie les estuviera Espiando.

Luego de dos horas, salió quién esperaban.

Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ Cʜɪᴠᴀᴛᴀ [Jack Conway]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora