[C A P I T U L O 9]

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¿Están seguros de esto? — consultó ______ viendo como el hombre, ajeno a la pequeña banda, salía por la puerta del local—Por mí no hay problema, pero piensen que, si nos pillan, el superintendente nos va a dar la del atún.

Una aventura es más divertida si huele a peligroo...— cantó Gustabo, haciendo una especie de baile, ganándose algunas miradas de la poca gente que había en el lugar.

Tu quédate tranquila, saldrá todo bien—dijo Segismundo, sonriéndole tiernamente, cosa que logro ablandar su corazón y tranquilizarla un poco.

Lo que ocurrió fue que uno de los hombres de Juárez se había reunido con ellos para comentarle sobre la pequeña tarea que le habían asignado; debían asaltar la joyería, lo que la ponía nerviosa, ya que nunca lo había hecho y digamos que sus compañeros no le daban mucha confianza.

Debian ejecutar el robo ese mismo día, es decir sin premeditación o siquiera un plan bien elaborado, solo entrar, tomar rehenes e improvisar, y rogar a dios que no los pille Conway, sino estarían al horno con papas.

¿Tienes mascara _______? — preguntó Horacio, al tiempo que todos se paraban de su lugar y caminaban en dirección a la salida. La nombrada negó con la cabeza.
Así que se montaron al coche y se dirigieron a la playa, dobde comprarían una careta o algún pasa montaña para la castaña.

Una vez allí, acabaron comprandole una máscara de búho que dejaba a la vista sus labios, además de ser bastante colorida.
Luego de eso, regresaron al centro, para ir a una tienda de ropa y elegir el atuendo adecuado. Por un momento ______ supuso que comprarían algún traje negro, en plan espías, o ropa deportiva, quizá. Que equivocada que estaba... Al salir de la tienda iban los cuatro vestidos con un disfraz muy similar al de Buzz Lightyear, solo que con mucho más verde que el original.

De camino a la Joyería se encargaron de juntar a algunos Rehenes y conseguir otro cómplice,-quién contactaron mediante una llamada telefónica-hasta ahí todo iba de maravilla.
Una vez todos en el local entraron y comenzaron con lo suyo, los hombres se encargaron de juntar el dinero mientras ella se ocupaba de someter a los civiles.

En todo ese tramuyo, la policía comenzó a rodear la zona, poniendo obstáculos e investigando los coches que se encontraban aparcados afuera.

Yo voy a pedirle un baile aunque sea, es mi cumpleaños—exigió Horacio, un poco cansado de tanta negociación.
Pero quién no estaría cansando, todos queria pasar directo a la acción.

Yo le bailo después lo que usted quiera—le dijo Pablito, quien había tomado el papel de negociador debido a su experiencia y buena labia en el asunto.

Luego de un rato, finalmente llegaron a un acuerdo y gozaron el momento molestando a uno de los policías que se encontraba en la puerta, tratandolo  como si fuera un perro llamandolo "boby" o llamando "corbatitas" al superintendente.

2 segundos a partir de que piten, 1-2, correcto?— consultó Conway, estresado, dado a que se hacían los "vivos" amenazando con abusar del pequeño vacío legal que había quedado en el acuerdo.

Correctisimo—contestaron ______ y Gustabo mirandose entre si.

Nos vamos a colocar, se meten en el coche, os hacéis vuestras pajas y pitan, ¿De acuerdo?

Todos asintieron con la cabeza y se fueron al mostrador de local para tener una última charla.

Pase lo que pase, quiero que sepan que me la he pasado muy bien—dijo la muchacha con alegría.

Un último abrazo todos, habéis sido buenos amigos—acotó Segismundo abriendo sus brazos, todos se fundieron en un abrazo grupal que transmitía muchos sentimientos. Incluso Pablito se unió, quién en unas pocas horas logro cogerles cariño al gallego y a la chica.

Y si salimos con éxito de aquí nos comemos una verga—gritó Gustabo, rompiendo el abrazo.

Todos comenzaron a prepararse para la persecución, los nervios estaban a flor de piel. Para _____ era una experiencia nueva, había estado en persecuciones antes pero nunca del lado de "los malos", siendo perseguida por Conway, el cual iba montado en una motocicleta.

Corrienron al coche, se acomodaron quedando Segismundo delante, Pablito de copiloto y los restantes, un poco apretados, en el asiento de atrás.
Se colocaron el cinturón, el conductor respiro profundamente y meditaron por un par de segundos que camino tomar. Ya estaban, arrancaron el coche y pitaron, dando inicio a la persecución.

TIRA TIRA TIRA— comenzó a gritar Horacio, intentando apurar a Segismundo.

VAMOS A MORIR TODOS—gritó Gustabo de manera alterada, haciendo un gesto raro con sus manos.

Mientras la chica se reía fuertemente de los gestos de sus compañeros y sonreía a más no poder, se sentía llena de adrenalina y alegre.

NOOOOOOOO—gritaron todos al ver como el audi estuvo a punto de estrellarse contra una pared, pero Segis fue más rápido maniobrando el coche, logrando evitar el golpe.

No me pongáis nervioso—pidió el conductor a punto de reír a causa de los nervios.

Pasaron unos largos minutos tomando distintas calles, andando por toda la ciudad esquivando a la Policía, dándole ánimos a Segismundo y Festejando cada vez que tumbaban a una motocicleta.

Se encontraban en el norte de la ciudad, cuando llamó Rogelio y les pidió ubicación, por lo que se dirigieron al túnel que quedaba de camino a donde los buzos; allí el primo de Segismunod se encargó de hacer un tapón y tumbar a más patrullas.

Solo quedaba el superintendente. A todo esto Gustabo intentó pinchar la rueda de su vehículo, rompiendo el pacto y dejando camino libre a Conway para que dispare.
Los del auto lograron pinchar una llanta de la motocicleta, mientras que el Superintendente logro hacer que pararan el Audi y abatir a los cinco.

Todos abatidos—informó Jack a uno de los agentes que se acercaba al coche, apuntando con su arma.

Llegaron los paramédicos para reanimar a los sujetos del auto y luego los escoltaron a ________, Horacio y Segismundo a comisaria.










Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ Cʜɪᴠᴀᴛᴀ [Jack Conway]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora