Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ Cʜɪᴠᴀᴛᴀ [Jack Conway]

[F I N A L]

Los días pasaron casi desapercibidos, mas o menos un mes transcurrió desde "el pequeño accidente", como le gustaba llamarlo a ______ cuando hablaba con su conciencia.

La ciudad era un desastre, no tanto como lo imaginó, pero si había bastante caos. Ahora Volkov era quien estaba a cargo, ejerciendo como superintendente; le resultaba bastante difícil poder controlar la ciudad, pero para ser que era su primer mes lo llevaba bastante bien.

Al parecer ________ era una entre los tantos sospechosos por la muerte de Juárez Conway. En las calles afirmaban que había sido ella la autora, convirtiéndola en casi una leyenda, algunos pandilleros y mafiosos hasta llegaron a adorarla por lo que había hecho, pero también se ganó el odio de muchos, ya sea por el cariño que sentían por el superintendente o por la sed de venganza que quedó en ellos, al no poder ponerle fin a la vida del ex militar como alguna vez lo prometieron.

Hasta el momento la policía no la había encontrado, lo mas probable es que no tuviese ganas de buscarla. Se escondía en su antigua casa, la que abandonó cuando le disparó a Horacio. Vivía de los pocos ahorros que le quedaban, los cuales pronto se acabarían. Lo que si se acabo hace bastante tiempo fue su cordura, por mas que se negase, la culpa y el peso de sus actos -sumando lo sola que se sentía- acabo por enloquecerla.

La joven se sentó en el sofá y encendió el añejo televisor, lista para aprovechar la última semana de televisión satelital que le quedaba, ya que se lo cortarían por falta de pago. Comenzó a hacer zapping riéndose de algún que otro reallity show, pero freno de golpe al llegar al canal de las noticias locales que transmitía una conferencia de prensa dictada por el superintendente.

—¿Qué se sabe sobre el asesino del Sr. Conway? —preguntó uno de los periodistas, de manera amable.

—Lo único que puedo decir es que ya hemos localizado al bastardo— contestó con rencor el entrevistado.

Los cristales de la casa de _______ estallaron al tiempo que la puerta era derribada, mientras una docena de hombres armados irrumpían en su hogar, dejando a la joven algo aturdida. Comprendió que era lo que pasaba, por lo que no opuso resistencia alguna y levanto sus manos.

"Al menos en prisión habrá comida gratis", se reconforto a si misma.