[C A P I T U L O 8]

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Luego de una larga caminata por fin llegaron a la ubicación del coche, pero menuda sorpresa se llevaron cuando no lo vieron.
Al dejarlo en medio de la calle la grúa se lo había llevado.

Iban a seguir caminando, pero sus piernas estaban cansadas, así que optaron por llamar a Conway, quien llego en un coche patrulla.

Suban nenazas—dijo mirando como el grupo obedecía, por poco y no se metían por la ventana. Estaban realmente cansados.

Segismundo, Gustabo y Horacio subieron atrás, mientras ______ se sento en el asiento de delante, junto al superintendente.

A la muchacha le sorprendió la facilidad con la que los pasajeros de la parte trasera se durmieron. Parecieran niños, apollando sus cabezas en las ventanillas, y el del medio con su cabeza reposada en el respaldar de asiento.
Jack miraba la escena por el espejo retrovisor, mirandolos con un toque de dulzura; se veían tan lindos cuando no le tocaban los cojones.

¿Se puede saber qué coño hacían en la calle a esta hora?—interrogó con calma, de cierta forma le tranquilizaba que estuvieran bien, tenía miedo de algo malo les haya ocurrido ya que era raro que llamaran tan tarde.

¿Recuerdas que teníamos un número? Bueno no teníamos una mierda—inmediatamente el conductor asintió con la cabeza, mientras un gesto de "lo sabía" asomaba en su cara—Pero una cosa llevo a la otra y finalmente logramos dar con Juárez.

—¿Qué cosas?—dijo impacientado, odiaba cuando le ocultaban información.

Ahí _______ comenzó a narrar todo lo que les ocurrió con lujo de detalles.

Al ver que ya estaban acercandose al mecánico, la chica se dio la vuelta y, como pudo, comenzó a samarrear suavemente a los hombres para despertarlos, cosa que parecía funcionar.
Una vez todos espabilados y el vehículo quieto comenzaron a bajar, pero cuando la castaña logró soltar su cinturon de seguridad y se dispuso a abrir la puerta fue interrumpida por la mano de Conway posandose ensima de la suya.

Ya regreso—avisó él, bajandose del coche, yendo con los otros a buscar su vehículo.

Su corazón latía a mil, no tenía ni la menor idea de porque se encontraba así de emocionada; era muy extraño como de un día al otro sus sentimientos hacia Jack se habían intensificado, al punto de casi no poder controlarlos.

Al ver como el mayor se acercaba se acomodo mejor en su asiento e intento en pensar en otra cosa para olvidarse de sus nervios. Pero fue inútil porque cuando el conductor entró al Zeta, ella intentó abrochar nuevamente su cinturón, pero parecía ser que la suerte no estaba de su lado, dado a que este se trabó y no podía estirarlo, cosa que la hizo desesperar.

Joder...—murmuró frustrada.

Conway la escuchó quejarse y miro en su dirección, al ver lo que pasaba fue "a su rescate". Se estiró para destrabar el cinturón, lo hizo de tal forma que sus rostros quedaron-de manera intencional- frente a frente, quería volver a besarla y así fue. Sin mediar palabras unieron sus labios en un nuevo beso, a diferencia de que este fue menos intenso que el anterior; esta vez era tranquilo y suave.

Debo cambiar ese cinturón—dijo luego de separarse del beso, y poner el coche en marcha.

Si vas a besarme cada vez que se trabe, yo sugiriria que no le hagas nada—comentó _____ divertida, soltando una pequeña carcajada, ocultando su emoción por recibir otro beso de él.

Una sonrisa de satisfacción asomo por el rostro de Conway, le daba mucha paz estar con ella, le hacía olvidar por un momento todo lo malo.
Mientras que ______ no podía evitar sentirse querida y feliz estando a su lado.

Pasaron el rato entre charla, hasta que llegaron a casa de la muchacha, quien se sorprendió al ver que estaba tan sumida en la conversacion que mantenia con su contrario que ni se fijo a donde iban.

Ambos se bajaron, y la acompaño hasta la puerta de su hogar. Donde se volvieron a besar, a modo de despedida. Mientras que podía ver por el rabillo del ojo como sus vecinos asomaban la cabeza por la ventana o abrian "disimuladamente" sus cortinas para ver la situación, debido a que siempre que llegaban las patrullas al barrio significaba que había desmadre.

Luego de ver como Jack se alejaba en el vehículo corrió a acostarse, para dormir plácidamente, con una sonrisa de oreja a oreja. Sin dudas había sido su mejor noche.

[...]


Unos días después de lo sucedido, _______ se encontraba tranquilamente tumbada pasando tiempo de osio en el sofá de su casa cuando su móvil comenzó a sonar.
Se lograba leer "Número desconocido" en la pantalla. Dubitativa atendió la llamada.

—Hola dulzura, esta tarde te espero en el Split Sides West. Trae a tus amiguitos— dijo una voz severa y gélida, proveniente del otro lado del tubo. seguido de eso, la llamada finalizo dejando a la chica algo cabreada, como cojones iba a saber que hora era "la tarde".

Se dirigió a su habitación y se colocó sus tenis al tiempo que marcaba el número de Gustabo, quien atendió al primer tono

— AAAHgimió Gustabo a forma de broma, haciendo que la chica ría —¿Qué pasa tía? — consultó, mientras se escuchaba de fondo a Horacio preguntar quién era.

Gustacio, me han llamado, tenemos trabajo — informó con algo de seriedad, escuchando como del otro lado contestaban con un "ajam" —en 15 nos vemos en el garaje central.

okey...

Terminó de atar sus cordones, apagó el televisor y salió al lugar acordado para encontrarse con sus compañeros; en el camino se encargaría de llamar a Segismundo.

Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ Cʜɪᴠᴀᴛᴀ [Jack Conway]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora