La Sustituta.. El Engaño

Capitulo 51

Mi cuerpo se tensa y mi respiración cambia, la sangre corre a toda prisa por todo mi cuerpo.

- Y sé que tu también me deseas, Emili.
- Cómo está tan seguro?
- Puedo verlo en tus ojos, y todo tu cuerpo te delata, te has puesto roja y tu respiración ha cambiado - se acerca a mí y me susurra - y estás aprendo muslos.
- Cómo sabes lo de mis muslos? - le pregunto.
- Por tu vestido, he notado como se mueve. No me equivoco, verdad? - me dice, lo miro y le respondo con otra pregunta susurrandole a su oído:
- Muchos años de experiencia verdad?

Me mira y sonríe. Un deseo brilla en sus ojos.

- No he terminado mi vino. - le digo
- Prefieres el vino que a mí? - me dice.
- Pensé que querías que terminara mi vino?
- Ahora mismo, me importa una mierda el vino Emilia. - me dice

Le sonrió y pienso: " seguimos jugando? Está bien, yo también se jugar Chris y voy a mover mis fichas" me alejo de él, me dirijo a la mesa que hay en la habitación y tomo un chocolate le quitó suavemente la envoltura, lo miro y me muerdo el labio. Luego, muy despacio, meto el chocolate en mi boca y lo chupo. Chrise mira y notó como traga saliva.

- Qué haces Emilia? - me pregunta
- Estoy comiéndome un chocolate. - le digo mientras lo sigo chupando.
- Está jugando conmigo, señora Evans?
- Solo estoy comiendo un chocolate señor Evans.

Finjo inocencia, mi cuerpo se muere de deseo al igual que él.

- Aún quieres postre? - me pregunta tan caballeroso como siempre, pero con ojos ardientes. - Ya me estoy comiendo uno. - le digo

Me mira con sorpresa. Lo observo detenidamente mientras vuelvo a morderme el labio.

- Emilia no hagas eso.
- Que? No estoy haciendo nada. - le digo
- Emilia, si sigues mordiéndote el labio voy a tener que morderlo también.

Se acerca a mí, levanta una mano y desliza sus dedos por mi mejilla.

- Quisiera saber lo que estás pensando. - me susurra

Coloca su mano mi barbilla y me levanta la cara. Nos miramos fijamente a los ojos. Se me dispara el corazón. Cómo puede tener este efecto mí? Me preguntó

- Bonita corbata - le digo.
- Últimamente es mi favorita.- Se ríe.

Recordando nuestra luna de miel.

- Déjame quitarte ese vestido.

Me dice mientras me acaricia la espalda, quiero sentir tu piel. Me empuja hacia él. Cierro los ojos y me derrito por dentro. Me pasa el pulgar por el labio inferior.

- Date la vuelta - me susurra - Quiero quitarte el vestido.

Me vuelvo y el corazón me late más rápido. Me recoge el pelo de la espalda de forma que me cuelga por mi hombro izquierdo, enroscándose en mi pecho. Me pone el dedo índice en la nuca
y con uña comienza a bajar por mi columna vertebral.

- Me gusta este vestido - me dice

Acerca el dedo al borde de mi vestido, a mitad de la espalda, lo engancha y tira de él para acercarme a su cuerpo huele mi pelo.

- Qué bien hueles, Emili.

Me roza la oreja con la nariz, desciende por mi cuello y comienza a besarme el hombro
de besos, mi respiración se altera. Tengo sus dedos en la cremallera de mi vestido, comienza a bajarla despacio, mientras sus labios se deslizan, lamiendo, besando, succionando hasta el otro hombro. Mi cuerpo vibra y empiezo a estremecerme bajo sus caricias.

- No... se... que... sería...de... mi...vida... Sin... tí... - me susurra,
besándome la nuca entre cada palabra.

Baja la cremallera del vestido y con sus baja lentamente el vestido por mis brazos hasta que cae a mis pies.