💜Capítulo 26💜

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La palabra divorcio se repetía una y otra vez en su cabeza desde el día que Yoongi salió de esa casa y es que se preguntaba si él no volvía a confiar en su esposo lo más lógico era que se divorciaran, lo sabía y dolía, no podía luchar contra la incertidumbre que sentía cada que estaba cerca de Yoongi porque pese aque aún habían fuertes sentimientos de por medio ya no había confianza y era consciente de que una relación no funcionaba sin eso, ahora que tenía a su hija no estaba dispuesto a arriesgarla a vivir en un hogar en el que sus progenitores no se llevaban bien o donde había violencia, debía pensar las cosas con la cabeza fría y no dejarse llevar por los sentimientos hasta que estuviera cien por ciento seguro de lo que quería para no volver a cometer los mismos errores.

Una parte de él se sentía ansioso no había hablado con Yoongi desde hace cuatro días que le había pedido que se fuera, pese a las circunstancias algo dentro de él se removió en desaprobación, pero no sé iba a dejar dominar, por otro lado se sentía tranquilo al no tenerlo cerca, se estaba adaptando bastante bien y el tener a su pequeña con él era reconfortante, pasaba el día atendiéndola y eso le ayudaba a no pensar en Yoongi, pero cuando caía la noche sus pensamientos vagaban hacia el pelinegro, no sabía cómo se encontraba, el día que se fue iba sumamente afectado por la discusión que tuvieron, pero las cosas ahora eran de esa forma y no podían forzar nada por mucho que quisieran, esa era su realidad una en la que ambos habían contribuido y por más que doliera debían aceptarla.

El peso de sus decisiones pasadas habían caído sobre sus hombros ahora que era consciente lo jodido que estaba emocionalmente y sabía que no solamente él, Yoongi también lo estaba y ambos habían cooperado a que eso sucediera, si pudiera regresar el tiempo haría todo de manera distinta, pero ya no había más que hacer y eso era una dosis diaria de culpa sobre su cansada mente.

Después de su discusión había decidido ceder ante la propuesta de Yoongi y aceptar el apartamento, sabía que lo necesitaba y las palabras del mayor habían tenido un gran peso en su consciencia, sabía que no podía privar a su hija de tener un techo propio y no debía ser egoísta ni con ella ni con sus amigos, ya demasiado se había aprovechado de su buena voluntad como para seguir causando problemas.

A estas alturas ya había decidido que se mudaría en unos días más. Tae y Hoseok habían insistido en que esperara hasta que estuviera del todo bien, pero se había negado, consiente de que necesitaba acostumbrarse lo antes posible a estar solo y a cuidar a su bebé sin la ayuda de nadie, debía adaptarse lo antes posible porque sus planes eran buscar un empleo en cuanto Chanyeol le dijera que ya estaba apto para hacerlo.

Una semana después ya se sentia listo para mudarse, era un piso arriba de Tae y eso era reconfortante para ambos, ya que se habían acostumbrado a estar juntos.

-Me tendrás seguido en tu casa Minnie- habló Tae sobresaltandolo.

Jimin le dio una sonrisa sincera que ocultaba sus ojos en dos finas líneas -Tu y Hobi serán bienvenidos cuando deseen visitarnos. Sabes cuán agradecido estoy con ustedes por todo la ayuda que me han dado.

Tae le devolvió el gesto mientras tomaba en brazos a la pequeña bebé que movía sus manitas tranquilamente sobre la cama-Siempre estaremos para ustedes Jiminie, espero tengas claro ese detalle, cualquier cosa que necesites pueden confiar en nosotros.

-Lo sé y no sabes cuán afortunado me siento de haberlos conocido, nunca había tenido a nadie a parte de Yoongi y el contar con ustedes me hace feliz- le sonrió sinceramente.

Tae asintió mientras acariciaba la espalda de la pequeña lisa que se había quedado dormida por las caricias otorgadas.


El departamento estaba amueblado, la decoración era sencilla pero elegante tal y como le gustaba a Jimin al parecer Yoongi aún no había olvidado sus gustos, sonrió enternecido por dicha acción. Habían tres habitaciones, una amueblada para Lisa con su respectiva cuna y demás utensilios, la otra para él y la más pequeña se podría decir que era para visitas, pero esta no estaba amueblada, una cocina lo suficientemente grande donde ya se veía haciendo infinidad de platillos aunque ahora no hubiera nadie que los de gustar aparte de Lisa cuando creciera y Tae cuando lo visitara, la zona del comedor que constaba de seis sillas, la sala de estar era espaciosa con un gran televisor, habían dos baños y el balcón que daba una exquisita vista a la ciudad iluminada, pese a las comodidades no se sentia en casa, siempre fue fanático de las casas hogareñas y con jardín y allí por obvias razones no podía tener uno, estaba en el cuarto piso de un complejo de apartamentos lujosos y él prefería las cosas sencillas, solo aceptó quedarse allí por la insistencia de Tae de lo contrario hubiese buscado un lugar más tranquilo y pequeño.

Toxic || Y.M +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora