ONLY US || JJ MAYBANK

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EMMA

    
El fuerte grito de JJ retumba por toda la casa, rápidamente enrollo una toalla en mi cuerpo y otra más pequeña que envuelva mi cabello, para que se seque antes. O por lo menos más rápido. Empujo la puerta de la habitación de Rafe, veo a JJ mirando a la ropa que cuelga del gran armario.

—¿Qué te pasa? —pregunto mirándole.

Se vuelve a mi y dice: —No pienso ponerme eso—señala con asco toda la ropa de gala.

—Venga JJ—me acerco a él —.Por favor hazlo por mí— digo.

—No, no pienso ponerme un esmoquin—Niega una y otra vez.

—Solo esta noche. Por favor—le ruego.

—¿Por qué? —pregunta mirándome a la cara.

—Por qué los amigos de mi tío creen que seras como Rafe, o como Ward, o como sus hijos. ¡Venga por favor! —exclamo

—No pienso ser un Kook—vuelve a negar.

—JJ será solo una noche—vuelvo a repetir.

Me acerco tanto que estamos a unos pocos centímetros el uno del otro apoyo mis manos en sus hombros y empiezo a masajearlos.

—Hazlo por mí —le ruego, pero esta vez susurrando.

No quito mis manos de sus hombros, por la cara que tiene cara de satisfacción.

—Vale—rueda los ojos.

—Te quiero, te quiero—le abrazo con fuerza.

—Y yo—susurra contra mi pelo.

Me aparto de él, con una sonrisa victoriosa y digo: —Voy a cambiarme, tienes cinco minutos —sonrío y yo me marcho.

Este asiente detrás de mi y voy directa a mi habitación.

Abro todos los armarios de par en par para buscar algo que me guste, saco un vestido blanco con los hombros caídos, abro uno de los zapateros donde están todos los tacones arreglados para casos cómo estos. Saco unos tacones blancos, bastante altos y con toques platas. Voy directo al baño, quito la toalla que rodea mi pelo y saco el secador que esta guardado en una de las estanterías. Aclaro un poco mi pelo y le hecho espuma para que se rice un poco conforme el calor del secador y el tiempo, no pongo demasiada crema, solo un poco, a partir de la mitad del pelo. Saco el secador con su dispositivo para los rizos y empiezo a pasarlo por mi pelo para conseguir los rizos que quiero.

Maquillo un poco mi cara con tonos plateados de sombra, pongo un poco de colorete en mis mejillas y en mi nariz, iluminador por algunas zonas que quiero que resalten, y pintalabios color mate, un color claro, casi es marrón natural. Abro uno de los neceseres que están dentro de otro armario y elijo una diadema para no llevar mi pelo en la cara en toda la cena, y para que esté más sofisticado, como diría mi madre.

Me miro por última vez en el espejo, si estuviera aquí mi madre me obligaría a poner más maquillaje en mi cara, pero lo dejo así. Agarro un pequeño bolso de mano blanco con accesorios platas y guardo mi teléfono.

Salgo del cuarto de baño para ir a ver a JJ, pero ya esta aquí.

—Tengo un problema—dice levantándose de la cama y acercándose a mí —. ¿Me la puedes poner?—añade extendiendo la corbata gris.

—Claro—digo enredando-le la corbata en el cuello de la camisa.

Doy unos pequeños pasos hizo él.

Quedamos enfrente el uno del otro, extiendo mis manos para poder hacer el nudo. Cuando por fin esta hecho, plancho con las manos su camiseta y el arreglo el cuello de la camisa.

—Perfecto—digo sonriendo.

—Vamos, una cena de Kooks me espera—dice empezando a andar.

Llegamos al restaurante, JJ abre mi puerta con una sonrisa y me ayuda a bajar de la camioneta, sonrió ante su gesto y empezamos a andar.

—¿Te cabe un móvil más en ese bolso?—dice mientras lo señala con la cabeza.

Quito su móvil de sus grandes manos y lo embuto en el pequeño bolso. Le sonrío después del percance y entramos. Le pregunto al mesero donde están los amigos del señor Cameron y el nos guía.

—Me van a ver todos mal—Dice el rubio mientras andábamos detrás del mesero.

—No te preocupes. Eres el acompañante de Emma. ¡De Emma Cameron!—añado con voz demasiado superficial.

—Que alago. Creo que debería arrodillarme ante ti—bromea.

—Por favor. No se como no lo ha hecho todavía—meneo con mi mano mi cabello castaño claro.

—Creo que sería la mirada de todos si lo hago. Me tendrían envidia por que estoy acompañando a ¡Emma Cameron! a una cena de Kooks—dice riéndose.

—No sé si tomármelo como un alago—respondo.

—Alago—confirma.

—Es aquí—Interrumpe nuestra conversación el mesero.

—Gracias—le respondo.

Me giro hacia JJ: —JJ escúchame•digo pero no me mira —.Mírame—me obedece —. Si sacan algún tema de la zona sur, olvídate—digo con su mirada fija —. Por favor—añado.

—Esta bien—me abraza.

—Gracias—Le doy un beso en la mejilla, entrelazo sus manos y nos dirigimos a la mesa.