ONLY US || JJ MAYBANK

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Me asomo por la ventana de la habitación y en la fiesta no cabe nadie más. Hace menos de media hora que me he duchado pero no me he arreglado aún. No quiero bajar por mucho que me oblige hacerlo. Estar enfadada con JJ hace que me irrite cada vez más: con el y conmigo misma, pero el parece no notarlo. Alguien da unos pequeños golpes a la puerta y para averiguar quien es sale de mi boca un leve "pasa" cuando pronuncio esas palabras Connor y Luca aparecen así que intento sonreír lo máximo que puedo. Mis dos amigos se sientan conmigo.

—La fiesta va a empezar, y creo que tú madre quiere que bajes —empieza a hablar Connor.

—No me apetece ir de fiesta en fiesta —murmuro.

El mes y medio que llevo aquí no he hecho otra cosa que: ir de fiesta en fiesta, dormir, beber, discutir con JJ, arreglarlo con JJ, volver a discutir, volver a estar mal por el. Y así sucesivamente; ahora mismo desearía no haber venido a pasar tiempo con mi familia, aunque se que no tienen la culpa.

—Venga Emma, tienes que vestirte —dice ahora Luca, y recorre mi pijama con mi cuerpo —. Vamos a buscarte algún vestido —dice, y se levanta del pequeño sofá y va directo a los grandes armarios llenos de ropa.

Se muy bien que Luca no tiene gusto de moda, con solo decir que Rafe le ha tenido que prestar un traje de gala, solo había traído chándales y bañadores: y nada más. Luca empieza a revolverme el armario y empieza a sacar vestidos. Saca un traje negro largo y niego con la cabeza, saca un vestido azul eléctrico y vuelvo a negar, y así con tres más hasta que Connor decide levantarse e ir junto a su amigo para ayudarle. Como se acerca al armario y saca un vestido rojo largo pegado y con la espalda abierta —ese vestido me lo compré con Jane una tarde antes d even ir a Outer Banks— me encojo de hombros así que Connor me obliga a que me lo pruebe, voy al baño pero no cierro la puerta de mi habitación cuando salgo y escucho a Luca decir:

—Iba a sacar ese el próximo —murmura, y no puedo evitar reírme ante su comentario.

     Estoy mirándome en el espejo de mi habitación mientras que los dos chicos arreglan su pelo, la tela roja es fina, pero no mucho, los tirantes rojos delgados quedan perfectamente colocados en mis hombros, mi cintura resalta más gracias a la tela pegada, en la parte baja del vestido hay una gran abertura —que pensé que nunca estaba ahí— gracias a la abertura se ve mi pierna. Los tacones negros alto le dan un toque sofisticado. Los anillos dorados en los dedos, las pulseras en mi mano izquierda, y mis collares quedan perfectamente bien. Llevo el pelo suelo con unas pocas ondas —no mi marcadas— Me acerco al armario, abro una de las puertas y agarro el bolso pequeño negro de piel con la cadena dorada, me lo coloco en mi hombro izquierdo guardo mi teléfono en el y ya estoy lista. Vuelvo a mirarme por última vez en el espejo.

     La fiesta es una auténtica porquería, tengo a mis padre vigilándome como si fuera un jiña de tres años mientras que conversan entre ellos sobre cosas del trabajo. Miro hacia el cúmulo de gente, solo hay personas de más de veinte años —menos los hijos de estos— vuelvo a llevarme el zumo de mandarina a la boca y bebo un trago. Desconecto. El jaleo de abajo llama mi atención y quito el vaso de mis labio. Miro hacia la dirección: un segurata arrastra a JJ para que se marche, este da un patrón y le roba la bebida a un señor de mediana edad, sonrío aunque se que no debería, el segurata vuelve arrastras al chico así que este deja el vaso en la mano de su propietario y sigue dejándose llevar. No debería irse y por muy enfadada que esté lo seguiré apoyando.

—No se puede ir —le grito al segurata.

—¿Porque dices eso hija? — pregunta mi madre mientras se acerca por detrás —. Está claro que no ha hecho lo correcto —suelta.

     JJ está mirándome fijamente y yo a él, desearía no seguir enfada con el o desearía no sentir nada por el. Pero esta claro que no puede ser. Sin darme cuenta mi padre me está empujando hacia la entrada del restaurante.