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EMMA


Me siento junto a él.

—¿Estás bien? —pregunto.

—Si —me responde seco.

Se que no debería importarme lo que le pasa, lo acabo de conocer. Pero para ser sincera conmigo misma, me importa, como si eso le pasara a mi prima o mi familia, incluso como si fuera yo misma.

—JJ ¿Cómo ha pasado? —pregunto mirándole directamente a los ojos —. Bueno si no quieres cortármelo no pasa nada, pero mi importas. Y quiero ayudarte —digo después de una larga pausa.

—No nos caemos bien —dice sin más.

—¿Solo eso? —vuelvo a preguntar.

Te estas pasando —me recuerda mis subconscientes.

—¿Por qué piensas que hay más? —pregunta mirando al horizonte.

—Mientes de pena —bromeo intentado que el ambiente no sea tan incomodo.

No es hora de bromear —ahí esta otra vez mi pequeña vocecita.

—Perdón.

—Te pusieron en el medio —me corta —. Me encaré con ellos, estaban diciendo cosas de ti que no me gustaban. No quería que lo dijesen, y menos en delante de mí —explica.

—JJ —susurro, mi voz suena realmente rota.

—Quizás estás pensando que estoy mal por pelearme con unos tío por que...

No dejo que acabe, ni quiero que lo hagas, mi cuerpo esta lleno de ira y no quiero soltarla contra JJ.

Hago que se calle, estampo mis labios con los suyos. El chico no responde, me aparto poco a poco con la vergüenza asomando en todas las fracciones de mi cara. Cuando ya estoy del todo separada de él aclaro mi garganta y digo:

—Creo que debería volver a casa.

—Si —asiente con la cabeza y vuelve al asiento de conductor.

Cierro con la mano la puerta de atrás de la caravana y entro en el asiento del copiloto. Me obligo a mi misma a no verlo como se concentra en la carretera cuando esta conduciendo, o como se tensan sus músculos cuando coge con demasiada fuerza el volante. Obligo a mi cabeza a mirar hizo la ventanilla, pero es muy aburrido, comienzo a jugar con el vestido: haciendo pequeños círculos sobre la tela o apretándolo sin más.

Ahora mismo desearía no estar aquí, desearía no ver ver contestado la llamada de mi tío, o no decirle a JJ que me acompañase. A sido mi culpa todo lo que ha pasado en las últimas horas, me siento demasiado patética para poder decir algo, un simple "lo siento" sonaría más patético. Después de lo que ha pasado hoy dudo que JJ mañana quiera verme, supongo que se habrá cancelado en plan para mañana. Me hacía ilusión, no me voy a mentir a mi misma, pero el simple hecho de no poder mirar a JJ a los ojos me atormenta.

Estoy tan metida en mis pensamientos que no me doy cuenta de que estoy andando hacía la gran puerta de entrada de la casa. Doy un golpe en seco, no miro hacía atrás, mi mente piensa que JJ se ha ido a su casa, y que no querrá saber nada de mí. Necesito contárselo a alguien. Pero sonaría más patética de lo que me siento. Busco en el pequeño bolso de mano el conjunto de llaves para poder entrar a casa y ponerme el pijama y ver películas de amor comiendo helado. Sola. Por fin saco el conjunto de llaves, y empiezo a girar a la derecha las llaves, que están dentro del pomo, antes de seguir rodando las llaves vuelvo a mirar el bolso. Tengo el teléfono de JJ. Giro mi cuerpo rezando que aún este su camioneta, pero si lo hago me  ablandaré en un instante, así que sigo rodando las llaves hasta que por la puerta se abre.

Entro en casa y cierro la puerta detrás de mi, agacho un poco mi espalda para poder llegar a mis pies, y quitar los tacones que me están matando. Cojo los pares de tacones con la mano derecha, tiro las llaves al llavero sin ganas, me dirijo a las escaleras, mientras que subo las lágrimas dejan caer, y los sollozos a salir. No me importa, ahora mismo no. Ya tendré tiempo mañana para reprimirme. Pero ahora no soy capaz.

Abro la puerta de mi habitación tiro los tacones por el suelo, me da igual como caigan, no estoy pensando en eso ahora mismo, no puedo.

Me acercó a la cama, me quito el precioso vestido blanco deslizando mis dedos por la cremallera de lado izquierdo, este caes al suelo, lo dejo ahí, ahora mismo no estoy pensado como dejar las cosas para que no se arruguen.
Tiro mi sujetador y me pongo mi pijama blanco, de la pequeña cómoda saco un par de de cal entones andadores, son azules.

Cuando por fin estoy cambiada, me acerco a el espejo de cuerpo entero y me fijo en mi cara. Doy asco. Completamente. El maquillaje está todo deshecho por culpa de las lágrimas. Acercó el pequeño bote de desmaquillante, pero no lo restriego por mi cara, dejo mi cara así. Aunque realmente parezca un mapache. Lo pienso mejor, me quito el resto de sombra que hay en mis ojos, el pintalabios fuera al igual que el colorete, intento quitarme el rímel, pero no puedo, escuche demasiado por culpa de mis ojos rojos y por culpa de liquido.

ONLY US || JJ MAYBANK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora