Capítulo 27

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CAPÍTULO SIN EDICIÓN
***

–¡Mesa cuatro, Cameron!– escuchó él que su compañera le gritó y frunció el ceño pues no era encargado de esa mesa.

Aún así se dispuso a ir a tomar la orden del hombre que estaba sentado de espaldas a él. Para su sorpresa quien estaba allí no era cualquier comensal, sino Samuel Taylor. Nunca lo había visto en la cafetería, de hecho esta quedaba lejos de su domicilio, pero no era quién para cuestionar la presencia del hombre ahí.

–Buenos días, señor Taylor– saludó –Si busca a Cassie, ella no tiene turno hoy. Si quiere le doy la dirección de nuestro piso.

El señor rió suavemente y lo miró con tanta frialdad que de repente todo le dio mala espina. No estaba allí por casualidad, tenía un propósito y estaba a punto de descubrirlo.

–No busco a mi hija– contestó Samuel con indiferencia.

–En ese caso, ¿puedo tomar su orden?

Cameron no estaba dispuesto a tener otro encuentro con el marido de su madre y padre de su novia. No deseaba más conflictos, menos cuando su chica sufría el ser ignorada por él.

–Mírate, muchacho. ¿Qué futuro podrías darle a mi hija?

–No seré camarero toda la vida, señor Taylor– le respondió de mala gana. Odiaba que lo menospreciaran, era una persona en crecimiento apenas tenía dieciocho, le falta mucho camino por recorrer.

–¿Quien lo asegura?

–¿Va a ordenar o no?– harto lo miró con enojo. Si había ido a sacarlo de sus casillas pues podía ir yéndose, pensó para sus adentros.

–Te pondré las cosas claras, niño. Tienes dos opciones: dejas a Cassie y te ganas el derecho de seguir conviviendo con Meghan o me las llevo a ambas lo más lejos de ti y pierdes todo.

–¿Qué?

¿Le estaba hablando en serio? ¿Con qué derecho se sentía para hacer eso? No estaba dispuesto a dejar a ninguna de las dos, estaba enamorado de Cassie y estaba aprendiendo a querer a su madre. De ninguna manera caería en el juego de ese hombre.

–Piénsalo bien, Cameron. ¿Te arriesgarías a perder a tu madre luego de haberla encontrado?

–Usted está loco– le espetó.

–Decide rápido, porque si no lo haces será peor. ¿A quién crees que Cassie elegirá? A su padre, por supuesto.

–¡Largo!– le gritó.

Samuel se puso de pie con una sonrisa de maldad, dejó un billete en el delantal de Cam y salió del restaurante sin mirar atrás. No entendía por qué ese hombre estaba empeñado en arruinarle la vida. ¿Qué le había hecho? No comprendía absolutamente nada.

Deseaba correr hacia su casa y asegurarse de que Cassie supiera la clase de soborno que le estaba haciendo su padre, pero decidió quedarse en el trabajo. Al fin y al cabo Samuel no sabía dónde vivía, y dentro de poco acababa su turno y podía ir con ella.

Pero definitivamente las cosas no se quedarían así, si Samuel quería guerra entonces se la daría.

***

La puerta era tocada insistentemente, por lo que Cassie tuvo que ponerse la ropa lo más rápido posible para ir a abrir. De seguro era Mason, era el único que hacía ese tipo de numerito. Así que fue preparada para darle una regañina pero se quedó paralizada al abrir y ver a su padre frente a ella.

Un sentimiento alegría y nostalgia la embargó. Tenía días sin verlo y lo extrañaba muchísimo a pesar de todo lo que había pasado.

–Papá– susurró emocionada.

My Sweet Sin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora