Capítulo 21

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CAPÍTULO SIN EDICIÓN
***

Cameron estaba acostado boca arriba en la cama, desnudo y mirando al techo. Pensaba en el colosal error que había cometido y todas las consecuencias que conllevaría ese desvío. Ya se sentía muy mal y nadie aún lo sabía.

─Espero al menos que haya sido un buen polvo─ la voz de su amiga lo hizo sobresaltar, Cam levantó la cabeza para taparse enseguida con una almohada, sentándose en el colchón ─Descuida, no hay nada que no haya visto antes.

─¿Hace cuanto llegaste?─ preguntó el muchacho preocupado. Sus ganas de mantener el secreto su aventura, fueron pisoteadas.

─Umm... desde que decías: vamos, nena, ábrete más para mí, siente mi polla─ trató ella de imitar su voz varonil y él se sonrojó de manera tierna.

─Lo siento por eso.

Cameron se volvió a recostar y soltó un suspiro que logró captar la atención de Violet, que dejó de quitarse las Converse y le prestó atención, pero él solo quería estar solo y recriminarse lo que hizo una y otra vez, pues no tenía justificación.

─Anda, cuenta ya. ¿Qué o quién te tiene suspirando?

─Nada, hay muchas cosas que no sabes– murmuró intentando desviar su atención.

─Y que no me interesan saber pero soy tu mejor amiga y es mi deber escucharte, o algo así─ dijo la chica provocando que riera ─Vamos, puedes confiar en mí.

─No es nada, solo he conocido a mi madre biológica─ soltó de pronto. Decirlo le era raro, casi una broma  ─Y es genial, ¿sabes? Saber todo desde su perspectiva.

─¿Y cómo es?─ preguntó Vi sabiendo que ese fue el sueño de Cam desde siempre. Conocer a su progenitora.

─Genial, ha tratado de compensar todos los años. Pero con ella ha traído un mar de problemas para mí.

Rememorar a Cassie le daba dolor de estómago, le enfermaba recordar que por sus venas corría la misma sangre.

─No entiendo─ frunció el ceño la pelinegra y el sonrió, levantándose de la cama.

─Ni lo vas a entender. De nuevo lo siento por lo que escuchaste, ahora voy a ducharme, voy a cenar con ella antes de irme al trabajo.

Se encerró en el baño dejando a Violet confundida. No quería hablar con nadie, menos con ella que acarreaba sus propios problemas. Se metió a la ducha y dejó que el agua se llevara el rastro de sexo en su cuerpo.

Bañarse le parecía una actividad relajante y reflexiva pero en ese momento, cuando cerraba los ojos lo único que veía era a Cassie con gesto de desaprobación.

«Estás paranoico, no hay manera de que ella lo sepa», se dijo a sí mismo, tratando de convencerse.

Estuvo listo rápidamente y se marchó al restaurante en el que había quedado con Meghan. La vería, hablarían y luego se iría al bar. Esto último era lo que más deseaba, pues quería mantener su mente ocupada con trabajo para no pensar en la estupidez que había hecho y en el día de mierda que había tenido.

***

Cassie había llegado al bar demasiado temprano y por más que le había insistido a la nueva encargada de las bailarinas, esta se había negado rotundamente a que subiera al escenario antes. Y tenía sentido, pues allí todavía no había casi nadie y los fans de Escarlata llegaban más entrada la noche. Sin embargo necesitaba desahogarse de alguna forma, expulsar ese dolor de una forma u otra.

–Hey, Trudy– llamó a una de las chicas que atendían la barra mientras se acomodaba en uno de los banquillos.

–Cass, ¿qué haces aquí tan temprano?– la chica le sonrió y en ese momento realmente no quería fraternizar con nadie.

My Sweet Sin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora