Capítulo 28

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CAPÍTULO SIN EDICIÓN
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Cassie había enviado el quinto mensaje de disculpa a Cameron y estaba por redactar el sexto. Luego de entender que había cometido un grave error terminando con él sin nisiquiera darle la oportunidad de explicarse, le escribió otro mensaje pidiéndole perdón por lo que había dicho.

No era lo correcto, es decir, habían pasado algunos días juntos y Cam le había demostrado que de verdad estaba comprometido con ella y lo que sentía. No era justo que enviara a la basura una relación que estaba en buen camino sólo por lo que le decía su padre. Necesitaba la otra versión de los hechos y entonces tomaría su decisión.

Pero Cameron al parecer estaba bastante enojado, no respondía sus textos y no contestaba sus llamadas, cosa que ya le resultaba bastante extraño.

–Sigues intentando comunicarte con Cameron– afirmó su padre con algo de disgusto.

–Lo siento, papá, pero pensándolo bien es muy extraño. Cameron no es ese tipo de persona– dijo mientras miraba su móvil, necesitaba que él le devolviera las llamadas o los mensajes. De lo contrario confirmaría con ello que su padre decía la verdad.

–No me crees– el hombre se notaba algo decaído –Busca en la guantera, ahí tienes tu respuesta.

Cassie suspiró y comenzó a buscar en el lugar indicado, encontró dos papeles, un cheque o más bien una copia de uno y un informe bancario. La boleta estaba a nombre de Cameron Desmond por el monto de tres mil quinientos dólares. Cassie respiró con fuerza, luego leyó el informe bancario. El cheque había sido cobrado.

–Es que no entiendo, ¿cuál era el motivo? ¿Por qué simplemente no terminó conmigo si estaba harto?

–Hay veces en la que los hombres no piensan más que en sí mismos, cariño. Y él se aprovechó de ti.

–No, yo debo hablar con él, esto no se puede quedar así– levantó la mirada a la calle y frunció el ceño al no reconocer dónde estaban, el lugar no era conocido para ella, no era el camino a su casa –¿Papá?– preguntó desconfiada –¿A dónde me llevas?

–Si quieres esa beca, debes estar en el campus mañana mismo. Tenemos un vuelo en dos horas.

–¿Qué? ¡No, papá! No podemos irnos.

Se desesperó al notar la encerrona que estaba viviendo. Que quisiera esa beca no significaba que se iría de un momento a otro hasta el otro lado del mundo. Era una locura. Habían cosas que debía hacer y arreglar antes de escapar a cumplir un sueño. Dejaría atrás una vida que había construido, esa no era una fácil elección.

–Es la oportunidad de tu vida, Cassie.

–¡Sí pero esta no es la manera! ¿Qué va a pasar con Meghan? ¿Por qué no está aquí? ¿Y mis amigos? ¿Mis cosas?

–Meghan nos verá allá, ella ha volado esta mañana y por tus amigos no te preocupes, podrás comunicarte con ellos pronto. Debes pensar en ti, Cassie, solo en ti.

No quería, no era tan sencillo como decirlo. Irse a vivir a otro país era algo que se planeaba con antelación y cuidado. No de un segundo a otro.

–Devuélveme a casa, papá. No iré– le espetó enojada por su actitud controladora.

–No seas malcriada, Cassie. Además, tú aún dependes de mí, debes ir a donde yo vaya.

–Te recuerdo que duré cuatro semanas independizada. Ya no dependo de ti.

–¡Solo dos días, hija!– exclamó su padre y ella hizo una mueca. Odiaba ser manipulada –Solo dos días para conocer y explorar, luego regresas si decides que no es lo tuyo. Déjate enamorar por la escuela, al fin y al cabo tu carrera será lo más estable en tu vida.

My Sweet Sin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora