Capítulo 26

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CAPÍTULO SIN EDICIÓN
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Los días siguientes fueron difíciles, obviamente Cassie se quedó con Cameron y aunque apenas les alcanzaba el dinero para comer, sentían que todo iba bien solo porque estaban juntos.

Ella dejó de bailar en el bar, estaba sirviendo en el bar por el momento pero estar allí le generaba recuerdos que la entristecía. Extrañaba a su padre, a Meghan y su propia habitación. Le gustaba estar con Cameron, pero la vida en pareja era muy complicada para dos jóvenes que apenas estaban aprendiendo a vivir.

Él por su parte se sentía a gusto, le encantaba llegar de trabajar al mismo tiempo para ducharse y luego echarse en la cama a cenar y ver algún programa de televisión. No se había imaginado jamás que algo tan simple le traería tanta tranquilidad. Se había acostumbrado a verla a cada momento, a su lado, compartiendo su vida y su casa, que se le iba hacer complicado si ella se llegase a marchar.

Ese día en específico estaban libres de trabajo por lo que irían con Violet a contarle lo que oficialmente se había convertido en un noviazgo. Querían tener la "bendición de su amiga" sobre todo, además de que era momento de gritarlo al mundo. Iban en el auto de Meghan, quien Cassie aún conservaba. El día estaba realmente bonito y también lo aprovecharían para tener una cita.

Al llegar al edificio donde residía la pelinegra, lo hicieron tomados de la mano. Aunque eso cambió cuando estuvieron frente a la puerta, de repente les había asaltado la pena. ¿Y si Violet no acepta lo que tenían? Al fin y al cabo, Cameron había sido su pareja y Cassie era su mejor amiga.

La castaña fue quien tomó la iniciativa y tocó el timbre. Miró a Cam y suspiró. Lo quería demasiado, por nada del mundo lo dejaría, ni siquiera por su amiga. Teñí clara sus ideas y en ellas no entraban terminar con el rubio.

La pareja de Violet fue quien los recibió. Cassie lo saludó para luego preguntar por la pelinegra, quien ya se asomaba detrás del hombre.

–Hey– dijo Violet mirándolos a ambos simultáneamente, con sospecha en sus ojos –¿Y está sorpresa?

–Decidimos venir a visitar a nuestra amiga, no seas grosera y déjanos entrar– Cassie la empujó suavemente y su amiga rodó los ojos fingiendo fastidio.

–Claro, sean bienvenidos– murmuró con sarcasmo haciéndolo sonreír –La verdad es que me alegra verlos, hay algo que tengo que decirles a los dos.

Cassie se preocupó al ver el desánimo en Violet. Sabía muy bien por lo que estaba pasando su amiga y era horrible, no se imaginaba cómo era estar bajo la mirada acusadora de cientos de personas, como si ella hubiera cometido algún delito grave, cuando solo se había enamorado.

–¿Qué sucede?– se adelantó Cameron a preguntar.

–Adrián y yo nos iremos de la ciudad, es lo mejor.

Los chicos se quedaron de piedra en sus lugares, mirando a su amiga con incredulidad. ¿Se iba? Cuando su relación se había reforzado, cuando habían aprendido a ser un equipo de tres. No les parecía justo.

Violet los invitó a sentarse en el salón y el silencio reinó allí, como si fuera casi un funeral.

» –Es una locura aquí, lo nuestro fue desvelado al mundo y no soporto más que la gente me observe mal. Me voy a volver loca, se los juro. Me canso de decir que no me importa lo que diga la gente pero es horrible que allá a donde vayas te miren como si tuvieras la peste.

–Descudia, Vi, lo entendemos– dijo Cam, tocando su mano en señal de apoyo.

─¿Entonces te vas?─ preguntó la castaña algo triste. Apenas se conocían pero la quería mucho como para perderla.

My Sweet Sin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora