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Fargan

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Fargan

El día ya había caído , pero la noche era bien iluminada gracias a la luna llena y a las antorchas que habían regadas por todo el pueblo.

Hoy tendría una cena con Willy, ambos viviamos juntos y cenabamos siempre acompañados uno del otro.

Pero esta vez quería crear algo especial , algo que le alegrase por nuestro aniversario. Ya había comprado lo necesario, en estos momentos el estaría jugando algún videojuego en su cuarto o descansando por tanto cazar en la tarde. Pero no se enojaría si lo despertaba para darle de comer.

Mangel me había recomendado una receta que no resultase tan complicada, pero que sea elegante. Era de los mejores que sabían cocinar y tenerlo como consejero ayudaba.

Mientras caminaba aún alegre sin prisa, noté el silencio que había en las calles. Aunque habían algunas tiendas abiertas y varias que habían sido creadas con el ritmo de los meses. Las calles se volvian algo solitarias a estas horas , no encontrarías a mucha gente y menos a una mujer.

Me crucé con Merlon de paso , a quien saludé con respeto , este me comentó algo que no entendí por completo.

Me dijo "La oscuridad será invadida en karmaland."

Él debió estar ebrio o algo como para decir algo tan aterrador. Pero el hecho de ser de los más sabios era lo que asustaba, que no bromearía con algo como eso.

Continue mi camino a casa, logré cruzarme con lolito , quien amigablemente me saludó pero se fue con prisa para ver a Mangel, según me dijo. Aunque me resultó extraño verlo a estas horas de la noche.

Luego con vegetta, quien mencionó ir a minar con rubius por ahí. Recordé que ahora todos querían fortalecer sus espadas o herramientas por como se habían vuelto las cosas en el pueblo. Se sentía menos seguro.

Y para ello debíamos minar o trabajar mucho.

Mientras caminaba, abandonando ya las tiendas y los iluminados caminos , sentí que no podía dejar de mirar hacia atrás por encima de mi hombro.

Estaba seguro de que alguien me seguía, que alguien había comenzado a observarme escondido entre las hierbas del lugar.

Se me hacía tarde para volver a casa, debía apresurarme. Y esa extraña sensación de peligro me gritaba a gritos darme prisa.

El viento helado acaricio mis cabellos, me acomodé el antifaz y continue algo más apresurado.

No obstante, al hacerlo oí el crujir de una rama detrás mío. Aquel sonido retumbó en mi cabeza , no era una persona, eran como minimo más de una.

Sentí mi pecho acelerado y mi respiración algo agitada.

Maldije en mi cabeza el salir desarmado.

Mangelito ; Anhelando El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora