«No podia dejar de amar a mi mangel, no podia dejar que sea de nadie más.
Mi niña siempre estará alaisimo mio.»
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Mangel ha tenido un pasado muy doloroso con Rubius. Sin posibilidad de liberarse de aquella relación codependiente, todo cambiar...
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Mangel
Estaba en casa, limpiando un poco ahora que estaba solo y sin mucho que hacer.
Lolito y yo iríamos a casa de luzu, según el pelinaranja tenía algo que informar a luzu para que actualice el registro de alcaldía.
Realmente no entendía lo que él diría ya que se guardo los detalles, pero yo esperaba que no fuese algo malo como que lolito decidiese apoyar a luzu en su campaña y no a mí, que aunque tuviese el derecho de hacerlo. Me lo había prometido a mí primero.
Ultimamente cada que le mencionaba sobre mis proyectos de publicidad en el pueblo, este se incomodaba y cambiaba el tema. Antes me apoyaba y repartia volantes alegremente de mí, aunque discutiesemos.
Pero ahora.. Ya no.
Supuse y temía que fuese por la última declaración de no aceptar ser pareja aún. Pero esperaba que me comprendiese, quizá solo fingio entender mi propuesta pero en el fondo me detestaba.. Yo lo quería, no quisiese que me repudie.
Mientras pensaba en todo aquello de mi pelinaranja, continue barriendo la casa, esperando que pase una hora para ir a donde luzu. Lolito iría por otro camino ya que estaba ocupandose de unas cosas en el pueblo.
Mientras limpiaba, choqué la escoba contra la orilla de las escaleras que daban al sotano. Al verlas tan oscuras me di cuenta lo tétrico que era el lugar, aunque vivíamos los dos juntos, solo lolito bajaba. Nunca me prohibio bajar pero era por que yo no iba debido a que los gases tóxicos del interior me mareaban, o quiza la falta de oxigeno que sentia. En todo caso , no conocia ese sitio más que una vez que lo vi.
Me quedé quieto, observando sus oscuros escalones. Sentía curiosidad, él tenía ese diario, sus terapias, sus salidas nocturnas(que pensaba que no me daba cuenta que él salia) y la mina.
La última vez que tuve varias oportunidades de ver su diario, no lo hacia por respeto. Pero.. Me arrepentia un poco de ello, ese diario regalado por auron quizá escondia sus citas, o sus "terapias". Al pensar en ello sentí como mi rostro se convertía en un gesto de molestia y tristeza, aquel beso suyo con auron no se me olvidaba ni una noche. Siempre lo recordaba, cada que lo veía los celos me invadían. Pero empezaba a aprender a controlarlos frente a lolito.
Pero en estos momentos estaba solo, no tenia por que contener mis emociones. Hundido en esos celos, fui a uno de los cajones de mi habitación, abrí una pequeña bolsa y de esta saqué una máscara de gas.
Hoy por fin bajaría a ese sotano, baje el primer escalón y al pisarlo se escucho el sonido de la madera crujiendo hacer presente mi llegada. Continue bajando, las paredes de este ni siquiera eran de madera, simplemente eran rocosas.
Ya me había colocado la máscara al tocar el plano suelo con mis zapatos al fin. Esperando encontrar cajas de diamantes, las cuales estaban acomodadas apenas entrar. Pero el camino continuaba,era más extenso y lo único que lo alumbraba eran unas cuantas antorchas.
