«No podia dejar de amar a mi mangel, no podia dejar que sea de nadie más.
Mi niña siempre estará alaisimo mio.»
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Mangel ha tenido un pasado muy doloroso con Rubius. Sin posibilidad de liberarse de aquella relación codependiente, todo cambiar...
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Mangel.
Al abrir la puerta de casa me encontré con lolito, sentado tranquilamente en el sofá.
—Con permiso.— Murmuré, abriendo paso rápidamente fuera de la sala. No tenía un plan. No sabía si ir al baño un minuto, o si esconderme en una de nuestras númerosas salas.
Quería evitar entablar conversación con lolito por ahora, temía que me revelase más cosas que tenía él y auron a solas.
La verdad a veces duele.
Lo que finalmente hice fue ir hacia la habitación, que por desgracia en ese momento. Compartiamos.
Al entrar a esta cerré la puerta tras de mí.
Pero tras varios minutos, escuché el sonido de la puerta abrirse, antes de que pudiera fingir ir a la cocina a por un vaso. Este me acorraló y me evitó el paso , cerrando con una llave la puerta y sonriendo por su logro al ver mi rostro de disgusto.
—No sabía si pedirte que vinieras o que yo fuese a ti.— Me dijo.
—¿Qué necesitas?
Se quedó ahí, intentando reunir el valor para decir algo que evidentemente me estaba volviendo loco.
—¿Así que crees que un chico me quiere desesperadamente?— Habló refiriendose claramente a Auron.
Al momento me crucé de brazos. Despúes de lo que había ocurrido los últimos días , debía haber visto venir aquel cambio en él.
—Sí.
—¿Uno? ¿No dos?
Me le quedé mirando, casi molesto al ver que necesitaba que se lo explicara. «¿Es que no sabes ya lo que siento yo?— habría querido gritar.— ¿Es que no recuerdas lo que pasamos juntos?»
Pero la verdad era que yo también necesitaba haber aguantado todo esto. Él aguantó lo de rubius, pero no podía evitar enojarme.
¿Por que de pronto estaba tan inseguro? Me volví así .. ¿Por lolito? ¿Los celos?
La experiencia que tuve con rubius me hacia desconfiar rápidamente de su amor, temía que me mintiesen y me hieran.
Y cuantos más días pasaba con lolito, más confuso me volvía.
—Debes tener mucha gente tras de ti.. Pero dijiste que serías sincero conmigo. — Respondí con el ceño ligeramente fruncido.— Ahora si no hubiera pasado lo de luzu, nunca me hubieras confesado aquello. Ya ni siquiera sé si quieres estar conmigo aún o te estas buscando reemplazos..
—Te olvidas de que esto es algo que no he hecho nunca, mi niña. — Se defendió, con seguridad pero sin rabia. — Tú tienes a alguien con quien compararme. Yo ni siquiera sé como es una relación típica, y solo tendré una primera experiencia contigo.. Si me aceptas. Tú al menos has tenido dos , es inevitable que cometa errores.. Lamento haberte mentido. Temía que me odiases.
