28

470 62 24
                                    

--♡--

Lolito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Lolito

Había regresado a casa muy tarde debido a Auron. Ya casi era de día, al acercarme a la cama me quedé pensando si era mejor hacer el desayuno o ir a dormir.

Mientras seguía decidiendo aquello, me asomé a la habitación para ver a Mangel.

Este estaba de espaldas recostado, abrazando su vientre y con la cabeza baja. Nunca lo había visto dormir en esa postura.

Aproveché en acercarme a este y observar su rostro, aquel rostro que tan enamorado me tenía.

Y al hacerlo, se movió entre las sábanas. Estaba despierto.

-¿L-lolito?- preguntó nervioso , sin dejarme ver sus ojos. Cosa que aunque sabía lo sombrio de su mirada los últimos días, queria verlo.

Su voz sonaba rota, y algo extraña.

-Lo siento , creí que dormías aún. - respondí, algo incomodo como siempre. Pero.. Algo se sentía distinto.- ¿Quieres que te prepare algo?

Esperaba que accediese , aunque todo iba mal entre nosotros. Quería tratar de estar a su lado aún.

No respondió, lo cual me confundió.

-¿Mangel? - le llamé, aún sin recibir respuesta.

No fue hasta que rodeé la cama para verlo de frente que lo vi. Sus ojos estaba enrojecidos e hinchados.

Me preocupe al momento.

-¿Mangel, por que lloras? ¿Te duele algo? - pregunté algo exhaltado , mientras examinaba su cuerpo. Pero no parecía tener herida alguna.

-No.. Yo solo.. -Pronuncio, se notaba que le costaba hablar , su tono era cansado y triste. Sin embargo, esa frialdad que tenía antes conmigo parecía haberse esfumado. Se sentía vivo, triste pero vivo.

-Tranquilo.. Dime ¿Qué ocurrio? - Pedí lo más amable que pude.

-Yo.. Le dije a rubius que no volvería a amarlo. Acabe mis asuntos con él.. Por fin lo hice.. Y duele mucho.- Habló, y tras terminar esa última frase una lágrima le rodó en su pálida mejilla.

Sus palabras me tomaron por sorpresa.

A pesar de eso, sentí mis ojos brillar de felicidad. Quería sonreír, pero por cortesía no lo hice.

Mangel había zanjado sus asuntos amorosos con rubius ¿En serio estaba pasando?

Vi como él cerró sus ojos en un intento por no llorar más, su cuerpo temblaba y se veía demasiado lastimado.

No pude evitar abrazarlo , y acariciarle.

Él apretó mi abrazo, y comenzó a llorar en este. Mientras que su rostro se escondía en mi cuello, mi rostro se permitió sonreír. Aún no me lo podía creer.

Mangelito ; Anhelando El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora