Capitulo 28

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Sylvie levantó las comisuras de su boca.

Levantó una copa de vino y tomó un sorbo.

Al escuchar historias de todo el lugar, era como si Canna hubiera aparecido de una forma muy hermosa.

Ha pasado toda su vida escondiéndose como si hubiera estado en las sombras.

Pero ya había visto la cara de Canna.

¿Cuándo fue esto?

En una ocasión, se escondió en mi dormitorio sin ninguna vergüenza.

Luego dudó y levantó su flequillo.

Quizás tenía confianza en su rostro. Esa confianza fue aceptable.

Porque era una mujer tan hermosa que nadie podía culparla.

- ¿Qué estás haciendo?

- Duque yo.... uh, estamos casados. Quiero decir...

- Regresa. Antes de que llame a los empleados para que te saquen.

Fue la primera y la última vez.

De todos modos, Canna nunca más mostró su cara, hasta ahora.

Me pregunto si ella no sería despreciada si revelara sus ojos negros aqui.¿Una mujer que se escondió toda su vida por miedo de repente se convierte en esto?

Y ahora, de todas las cosas, se fue al jardín con otro hombre

Ni siquiera podía reír, mirándolo.

No funciono llorar por amor a mis pies ni huir de casa.

'Parece que estás usando un método diferente'.

* * *

Por otro lado, Canna estaba experimentando un Nuevo Mundo.

―Si me caso más tarde, probablemente seré un hombre de familia.

¿Un hombre de familia?

Eso es gracioso. Es un destructor familiar.

―Otros hombres nobles a menudo tienen varias esposas, pero yo no. Una esposa es suficiente.

He estado escuchando todo, pero cada vez es peor.

'¿Cómo sería una familia estable cuando eres un gángster?'

Sí, ¡sigue hablando!

¡Con cada palabra estas cavando tu tumba!

―Eso es genial, estoy segura de que tu esposa será feliz.

Si se casa solo por dinero, poder y apariencia, podría ser feliz. ...

Mientras seas sarcástico.

'Huck'.

Canna vio algo muy divertido.

Orsini.

Las mejillas de Orsini en ambos lados estaban rojas ...

'Oh, esto es imposible'.

Puedo vomitar si lo sigo viendo.

Canna sintió que se le revolvía el estómago, inclinó la cabeza y entró.

Afortunadamente, para entonces, Orsini también había logrado tener control sobre sus expresiones.

―Sí, la haré feliz.

―Si.

Quería que hablara en su tono grosero habitual, pero él hablaba en voz baja, como un romántico que no tenía lugar en el mundo.

4H33MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora