Relatos Yuri ( ꈍᴗꈍ)

[ La carta ] Ymir y Christa (SNK)

" Mi querida Ymir: Me gustó mucho verte ayer. Ojalá pudiéramos hacerlo todos los días.
Sé que no se puede aún, pero lo estoy esperando con ansias porque me gusta mucho estar contigo.

Por el momento, me toca verte en mi mente y eso está bien, porque hoy mi madre me estuvo gritando mucho y estuve un poco triste por eso. Pero estuve recordando nuestras citas de los últimos días y sentí como se desvanecía mi tristeza.

Me gustas mucho. Me encanta ver tu sonrisa, y me gusta que me hagas reír. También me gusta que me abraces y me gusta muchísimo besarte.
Tus labios de verdad son muy suaves Ymir... En serio me gustan...

Anda, ya puedes sonrojarte.

Hoy en día ya nadie escribe cartas, y no sé porqué. A mí me parecen románticas...Ya me conoces. No sé si a ti te va a gustar esta. Espero que sí.
Si es así, prometo escribirte una cada vez que pueda.

Te daré esta la próxima vez que nos veamos y así podré ver tu linda sonrisa.
Con amor, Christa. "

Ymir está acostada en el suelo de su habitación envuelta en una cobija. Perdió la cuenta de las veces que ha releído la pequeña carta.
Es lo único que puede hacer en las últimas horas. Es de lo único que se siente capaz, ya que no puede dejar de llorar, y todo lo demás, simplemente no le interesa.
Solo quiere ver la escritura con tinta azul, e inhalar el tenue olor a su perfume que quedó impregnado en la hoja de papel arrancada de un cuaderno del colegio.

Su novia, Christa Lenz, falleció hace dos días en un accidente de tráfico mientras iba a su trabajo.
El auto, conducido por un joven sin licencia, la arrolló mientras ella cruzaba la calle.
El semáforo estaba en rojo. El conductor se saltó la señal y le quitó la vida de un golpe. Cuando las ambulancias llegaron, no hubo nada que se pudiera hacer. Ella ya había fallecido. Fue instantáneo e indoloro según los médicos.
El hecho sucedió hace dos días.

Christa escribió la carta tan solo el día anterior.

En eso está pensando Ymir. En como la chica que amaba en cuestión de segundos ya no estaba más presente en el mundo. Ya no volvería a ver su sonrisa, ni escucharla hablar.
Ella no pudo despedirse, no pudo decirle absolutamente nada, y eso es lo que le está carcomiendo la mente. De un pronto a otro su adorable novia se había ido y ya no iba a volver.
Ella no lo ha asimilado todavía y no quiere hacerlo.

Ymir no pudo asistir al funeral tampoco. La familia no lo permitió porque ella no les agradaba en lo absoluto y no la querían presente.

Si tiene la carta en sus manos es porque Frieda; la hermana mayor y la más amable de todos los miembros de la familia, se la entregó junto a algunas pertenencias que logró llevarse; antes de que la madre abusadora se adueñara de todas.

Los días pasan, y la joven Ymir está peor. Dejó su trabajo y prácticamente no come ningún alimento. Su mente está ida y sin dirección alguna. Solo está aferrada al pedazo de papel entre sus manos.
Lo único que hace es llorar. Los días se le hacen eternos.
No tiene a nadie que la consuele. No tiene familia, y a sus conocidos no puede considerarlos amigos.
Ella solo tenía a Christa y ahora ya no está más.
Ella simplemente no encuentra ningún consuelo para su dolor. Está perdida.

Un día, pasadas ya dos semanas, y sentada en su escritorio; ella toma un lápiz y una hoja de papel.
Le tiembla la mano, pero sabe lo que tiene que hacer:

"Christa: Te conocí hace 4 años en un día lluvioso. Salíamos de la preparatoria y en la salida me ofreciste tu paraguas.

Fuiste la primer persona que no me trató raro por mi apariencia hostil, y al contrario me hablaste con dulzura y amabilidad.
Ese día caminamos juntas hasta tu casa, y luego me lo prestaste para que yo no me mojara al caminar a la mía.

Después de ahí me enamoré de ti. Y sorprendentemente tú te enamoraste de mi.
Me encantaba ir de la mano contigo y... Robarte besos para verte sonrojada...

Últimamente recuerdo en exceso esos días... Creo que me estoy volviendo un poco loca.
No estoy durmiendo muy bien, y quisiera poder hacerlo... Para así verte una vez más en mi sueños.

Christa...Gracias por hacerme tan feliz...
Aunque ahora me he vuelto un poco llorona, es porque te hecho muchísimo de menos.
Espero no estés muy enojada conmigo...

Estoy algo perdida sin ti.
El dinero que estábamos guardando para comprar nuestro departamento... No sé que hacer con él... Ojalá estuvieras aquí para decirme que puedo hacer.

Te extraño cada día. No dejo de pensarte ni un minuto.
Christa, de verdad no sé que estoy haciendo...

Gracias por haberme escrito tu carta. Me gustó mucho, mucho... Así que me debes muchas más...
Adoré cada segundo que pasé a tu lado. Me alegro de haberte hecho feliz... Ojalá hubiera durado más tiempo. La verdad nunca pude pedirte matrimonio... Y créeme, lo pensaba hacer...
Prometo llevarte flores todos los días.
Gracias por quererme.
Att: Ymir

PD: También me gustaba mucho besarte.

Ymir es consciente de que la carta no tiene mucho sentido, pero se siente mucho más aliviada.
Las lágrimas que parecen no tener fin resbalan por sus mejillas y mojan una esquina del papel. Ella lo dobla con cuidado y lo echa a la bolsa de su suéter.
Se pone en pie y sale de su casa secándose las lágrimas con el dorso de su mano.

La noche anterior Frieda le envió un texto con la dirección del cementerio y la ubicación de la tumba, aunque le habían prohibido extrictamente que no lo hiciera.

Ymir estaba muy conmovida y agradecida con el gesto.
Fue una acción que le recordó la amabilidad de su novia.
Ése fue el detonante que le hizo reaccionar y levantarse.

Decide caminar todo el trayecto que es una hora aproximadamente. El lugar es grande y le lleva un rato encontrarla.
Cuando al fin está frente a la placa, se sienta a un lado y mira al cielo. Está despejado y claro, tan azul como los ojos de Christa.

- Hola linda. Perdón por llegar tarde - Dice con la voz quebrada.
De nuevo sus enrojecidos y cansados ojos se llenan de lágrimas. Siente una punzada en su pecho, pero de cierta forma hablarle le hace sentir un poco más de alivio; aunque es consciente de que la etapa de superación está muy pero muy lejos.

Ella saca su carta y la pone a la par de la placa. - Te traje algo. Espero que te guste.

Nota: La hora sad pues