Relatos Yuri ( ꈍᴗꈍ)

[ Dime que sí ] Harumi y Yuzu ( Citrus )

- Yuzu...
- No iré mamá. Es mi decisión. Ve tú y...deseale toda la felicidad a Me-Mei por mi.

Aihara Yuzu está de pie en la sala de estar dándole la espalda a su madre mientras mira su teléfono.
Aún le cuesta decir el nombre de Mei apesar de que ya han pasado varios meses desde que la pelinegra la rechazó en aquel balcón.

Ha intentado convencerse a si misma de que es un tema superado, pero no es así. Solo se está engañando para minimizar el sufrimiento por el que ha pasado en las últimas semanas.
Es lo único que puede hacer.
Ya no le queda ninguna otra opción.
Mei escogió la academia por encima de ella, y ya no hay vuelta atrás ni más oportunidades.
Por eso le duele decir ese nombre, siente como le quema la garganta. Le ha costado un esfuerzo sobrehumano superar a la que fue su primer amor, la chica que se adueñó de su corazón, que le hizo sentir tantas cosas y de la que no será capaz de mirar más.

Y hoy, al fin es la boda de Mei. Boda a la que Yuzu no piensa asistir por más que su madre ha insistido en que se presente.
Ella no quiere ni imaginarse a Mei caminando vestida de blanco, aferrada del brazo del gerente hacia una vida de casados y repleta de "felicidad".
El solo pensar en ellos le hace doler el corazón, y ella ya no quiere que le duela. Ya ha sido más que suficiente.

- Saldré con Harumin - Le informa la rubia a su madre tomando el bolso de la mesa - De seguro llegaré tarde.
- Yuzu, ¿Estás segura de...?
- Muy segura mamá. ¡Ya me voy!

No le da tiempo a que su madre le diga algo más.

Yuzu sale del edificio prácticamente corriendo, con el cabello suelto ondeando en el viento.
Se detiene un momento para respirar profundo, llenando sus pulmones de aire y procurando relajarse lo más que pueda y así poder sacar los pensamientos y recuerdos sobre Mei de su cabeza y seguir hacia adelante.

- ¡Yuzucchi!

Se vuelve hacia su mejor amiga: Taniguchi Harumi.
Ella ha sido su soporte y apoyo incondicional desde que iniciaron la preparatoria; y en los últimos meses, lo ha sido incluso mucho más, provocando que Yuzu se sienta muy agradecida y apegada a ella.
La rubia no sabe que habría sido de su vida sin las risas, abrazos o palabras de aliento de su mejor amiga.

- ¿Qué haces aquí? - Le pregunta Yuzu cuando se lanza a los brazos de la chica. - Creí que nos veríamos en el parque.
- Quise venir a sorprenderte Yuzucchi

Harumi esboza una enorme sonrisa mientras le devuelve el abrazo a Yuzu acercándola más a su pecho.
Es tan reconfortante que la chica de ojos verdes se permite cerrar los ojos disfrutando el contacto.
Puede escuchar los latidos del corazón de su amiga y la calidez que emana y eso le hace sentir mucha tranquilidad en su interior.

Yuzu suspira.

- ¿Te quedarás abrazándome por siempre? - Harumi está riendo mientras le da palmaditas en la cabeza a la chica rubia.
- Solo otro poco - Yuzu esconde su rostro entre el busto de Harumi abrazándola con más fuerza.
Esta última se sonroja pues últimamente su amiga hace eso muy seguido.

Y para ella no es algo tan sencillo, porque siempre ha estado enamorada en secreto de Yuzu y sentir su proximidad de esa forma le provoca muchísimas sensaciones en su interior.

- Yuzucchi, estamos atrayendo muchas miradas.

Yuzu se separa y ríe avergonzada.
Las dos chicas se sonrojan.

- Lo siento. - Yuzu levanta una mano y le acomoda a Harumi un poco del cabello que se despeinó con el abrazo.
Sus miradas se encuentran y no se quieren apartar.

Desde hace unos meses las dos tienen momentos como estos.

Momentos en los que se dedican a mirarse por más tiempo del normal, o a tomarse ligeramente de la mano al caminar por la calle, o de compartir sonrisas nerviosas y abrazos prolongados.