Es lunes por la mañana.
Aihara Mei está preparándose para ir a la escuela desde hace unos minutos. Como tenía mucho que hacer, se levantó más temprano dejando a su querida Yuzu dormir un poco más.
Está sentada a la mesa, comiendo una tostada y alistando unos papeles en su maletín al mismo tiempo.
Sus ojos violeta alzan la vista hacia el reloj en la cocina, y luego hacia la puerta de la habitación que aún permanece cerrada.Extrañada, se levanta de su silla y deja los papeles y la tostada a un lado.
Se acerca a la habitación y abre la puerta esperando ver a Yuzu arreglándose y maquillándose apresurada como cada mañana, pero al contrario; ella aún permanece en la cama dormida.- ¿Yuzu? - Pregunta acercándose a la cama. Siente una punzada de miedo en el pecho. Algo le dice que no todo está bien -¿Yuzu?
Aihara Yuzu se mueve inquieta en la cama. Mei le aparta la cobija y deja al descubierto su rostro. Sus mejillas están rojas y respira agitada y con dificultad.
Mei le toca la frente con la mano y se da cuenta de que está ardiendo.-¿Yuzu? ¿Qué tienes? - Le pregunta asustada. - Le aparta los mechones de cabello rubio de la frente, pero Yuzu no le responde. Parece estar dormida.
De inmediato Mei sale del cuarto y busca en el lugar de las medicinas, en la cocina, cualquier analgésico y antigripal que encuentre.
De igual forma, toma un recipiente grande y lo llena con agua, y de la forma más rápida que puede lleva todo a la habitación.Mei no sabe mucho sobre lidiar con enfermos, pero al menos tiene el concepto básico: dar algún analgésico y ayudar a bajar la fiebre.
Y eso es lo que hace al llegar al cuarto:
Coger un paño del armario y mojarlo en su totalidad. Después lo escurre un poquito y lo pone en la frente de Yuzu.
Esta se despierta gracias al contacto del agua fría contra su piel.-¿Mei? - Pregunta al abrir los ojos. No parece estar delirando. Pero está asustada.
- Sí, soy yo - Responde la chica de cabello oscuro. - Quédate quieta - Le dice al ver que Yuzu se quiere levantar.
- ¿Qué hora es?
- No lo sé... Yuzu no te levantes - Repite.Mei le aparta la cobija y con cuidado va pasándole el paño mojado por la cara y los brazos.
Yuzu agradece el contacto exhalando su aliento.-¿Qué te duele? - Le pregunta.
Intenta sonar seria, pero la verdad está muy preocupada y asustada.- Un poco la cabeza - Responde Yuzu haciendo una mueca de dolor.
- Déjame traerte unas pastillas.
Mei cae en cuenta que no trajo un vaso y sale rápido de la cocina para llenar uno con agua.
Al volver, busca las medicinas que dejó sobre el escritorio y se las ofrece a Yuzu, quién apesar de no poder respirar con normalidad, está sonriendo levemente.
Mei toma eso como una señal de que no es algo tan grave e intenta relajarse un poco.-¿Porqué sonríes? - Pregunta al ayudarle a Yuzu a tragar las pastillas.
- Sonrío porque Mei va a cuidarme.
- Yo creo que sonríes porque no asistirás a clases.
- No es eso, es porque una chica linda va a cuidarme.Mei no sabe que responder al respecto. Se limita a ayudarle a Yuzu a recostarse otra vez y a seguir poniéndole los paños fríos en la frente.
Se mantienen en silencio por un rato.
Solo se escucha el sonido de la respiración agitada de Yuzu, quién no deja de observar a Mei en todo momento.
Sus ojos verdes siguen cada movimiento de la pelinegra.- Faltaste a clases.
- Sí, pero no importa. No iba a dejarte sola... Ahorita le explicaré a Himeko el porqué no asistí.
- Mei me ama mucho ¿Verdad?
- Por supuesto que sí.Lo ha dicho sin titubear. Se sorprende a si misma. Ella nunca es tan sincera.
- ¿Me lo dices? - Le pregunta Yuzu con tono emocionado.
La sonrisa de Yuzu nunca desaparece.
- ¿Quieres que te diga que te amo?
- Por favor...Mei suspira sintiéndose de pronto muy nerviosa. No es buena expresando sentimientos, pero eso no significa que no los tenga.
Se acerca a Yuzu y le da un beso en los labios. Están calientes.
- Te amo Yuzu. - Murmura sin apartar sus ojos de los de ella.
Yuzu se estremece.
- Me vas a matar...
- Esa no es mi intención. - Mei sonríe. Le acaricia la frente con dulzura y luego le da otro pequeño beso.
- Ahora, debes descansar. Dejaré el agua y todo esto aquí.
- ¿Adónde vas?
- Te prepararé algo para comer.
- Me gustaría que te quedaras aquí...
- Cuando termine, prometo venir a hacerte compañía.
- ¿Me das otro beso? - Pregunta Yuzu llena de esperanza.Mei se lo da en una mejilla, y sin decir nada más sale de la habitación.
El día se pasa rápido. Mei se cambió el uniforme y llamó a Himeko para explicar las ausencias de las dos.
Preparó sopa que Yuzu se comió con gusto y conforme pasaron las horas, el resfriado demostró ser algo muy simple que no pasará a algo más serio.Pero no por eso Mei se ha descuidado. Ha estado todo el tiempo junto a Yuzu.
Tomándole la temperatura, procurando que esté hidratada, que no se descuide y que coma bien.Ahora, la joven de cabello oscuro y ojos violeta, está preparando también un baño caliente.
Se ha deshecho en atenciones para Yuzu, quién la está mirando desde el piso dónde está sentada.- Mei...
-¿Si?
- ¿Te bañas conmigo? Hoy hiciste mucho por mi... Ta-también quiero cuidarte un poquito.El vapor se eleva de la tina. Mei toca el agua para saber si es la temperatura correcta, luego se voltea hacia Yuzu y asiente.
Con cuidado ayuda a Yuzu a incorporarse del suelo y le brinda su apoyo para desnudarse; lanzando la ropa hacia un lado.
Cuando el trabajo está hecho, no puede evitar apartar la mirada avergonzada.Yuzu toma la barbilla de Mei y con suavidad le obliga a mirarla.
Todos los miedos de la pelinegra desaparecen al ver esa sonrisa.- Solo vamos a bañarnos - Murmura la pelinegra - Nada más. Aún estás débil.
- Mei me toma por una pervertida...
Las dos se ríen.
- Lo digo por experiencia.
- Déjame quitarte estoCon agilidad Yuzu se deshace de la ropa de Mei dejándola sobre la suya.
Ambas entran en la tina completamente desnudas y se sientan frente a frente sin apartar su mirada la una de la otra.- Estaba asustada... - Confiesa Mei después de un momento.
- ¿Cómo dices?
- En la mañana, cuando entré y noté que estabas enferma... Me asusté mucho.
- Ven aquí. - Yuzu abre sus brazos. Mei no lo piensa y se unen en un abrazo. Ambas recuestan su cabeza en el hombro de la otra. - Gracias por quedarte conmigo hoy. Sé que mamá no estaba y...
- Aunque mamá hubiera estado, me habría quedado contigo.
- Mei... - Yuzu se siente conmovida.Se unen en un beso.
- Hubo momentos hoy en que me sentí como si fuéramos un matrimonio.
- También yo...
- ¿Y te gustó? - Pregunta Mei al acariciar la espalda de Yuzu.
- Me gustó mucho. Mei es muy linda.
- Ya quiero... Ser tu esposa.
- Y yo la tuya.Las dos miran sus manos con los anillos y sonríen.
El futuro se ve muy prometedor mientras estén juntas.
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Relatos Yuri ( ꈍᴗꈍ)
FanfictionPequeñas historias sobre parejitas Yuri. (Originales por mi) 😆 Ships y canon también 😆