[ Reencuentro pt 7 ] Mei y Yuzu

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Yuzu

Hace al menos tres horas que Mei se quedó dormida.

Ha sido más que tiempo suficiente para pensar mucho y poner en perspectiva lo que ha sido mi vida en los últimos años.
Lo que quiero, lo que de verdad quiero y necesito para ser feliz.
Ahora, rápidamente he llegado a una única conclusión: Mei.
Ella es lo único que necesito para ser feliz.
Así de simple.

Siempre había sido así ¿No?

Sonrío, dejando que le felicidad y la emoción que siento me recorra todo el cuerpo con libertad.
Me siento como una adolescente otra vez, llena de juventud, esperanza e infinitas posibilidades.

Por la actitud de Mei hacia mi, ahora sé que ella siente lo mismo que yo.
Primero debemos de hablarlo cuando despierte, pero estoy segura de que esta vez al fin todo saldrá como siempre lo quisimos.

No puedo dejar de pensar en sus palabras y lo difícil que fueron para ella los últimos años, pero ya me he decidido que la protegeré, y haré que Mei vuelva a ser la misma joven de antes: seria y cohibida, con apariencia fría pero con su corazón cálido, repleto de ganas de vivir, de poder amar y de ser amada.

Estoy decidida a hacerme cargo de ella, y de devolverle la alegría de vivir una vez más.

Eso espero...

Es casi imposible no sentir cierta inseguridad, pero la hago de lado y me digo a mi misma que todo será diferente esta vez.

- Lo merecemos, ¿No Mei?

Le doy un pequeño beso en su cabeza y salgo de la habitación cerrando la puerta con cuidado.

Lo primero que hago es buscar mi teléfono en el suéter para llamar a mi madre aunque no creo que me atienda, pero quiero pedir su consejo.

Timbra muchas veces, pero no contesta.
Le vuelvo a marcar, pero resulta en lo mismo.

Supongo que la llamaré más tarde...

Pienso en llamar a Harumin, pero ella debe estar muy ocupada con las preparaciones de la boda y no quisiera molestarla.
Lo mismo pasa con Matsuri.

Desecho entonces la idea de compartir mi nueva determinación con alguien y me la guardo para mi.

Ya llegará el momento para ello...

Entro de nuevo en la habitación. Ella ya se ha despertado, supongo que por el beso que le dí en la cabeza.
Sus ojos violetas están abiertos de par en par y me miran con timidez y sorpresa.

- Aún estás aquí...
- ¿Creíste que me iría? - Le pregunto yo con una sonrisa - Ah no Mei, yo no pienso alejarme de tu lado nunca más.

Ella sigue cada uno de mis movimientos con su mirada cuando me siento a su lado, y suspira cuando siente mi mano acariciar su cabello negro.

- ¿Lo dices en serio?
- Totalmente.

Me acomodo mejor para que ella se recueste en mi regazo.
Sigo acariciando su cabello con ternura haciendole sentir que no está sola. Necesito que ella lo perciba.

- ¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre?
- No mucha...
- Pues eso es una pena porque preparé mucha comida y esperaba que comiéramos juntas. Te veo muy delgada Mei.
- Ya me lo han dicho...

Observo detenidamente su rostro y pienso en lo increíblemente hermosa que es.
Le sonrío mientras ahora acaricio su mejilla con suavidad.

- Cuando llegaste me dijiste que me amabas...
- ¿Eso dije? -Pregunto bromeando- porque yo no me acuerdo.
- Tú no cambias - Mei esboza una sonrisa que hace iluminar su rostro.
- Así es. Pero respondiendo a tu pregunta, sí dije que te amaba. Esa es la verdad.
- Yuzu... - Mei estira sus dos manos y toma mi cara entre ellas - Yo también te amo... Te amo mucho.
- Lo sé... - Murmuro.
- De verdad lamento todo lo que pasó... Y lo que te hice...

- Lo sé... Pero ya no hablemos más de eso ¿Está bien?
Ya no hay necesidad de hacerlo...
Ya no recordemos más esas cosas feas y dolorosas...
Quiero decirte algo, y es que mientras dormías estuve pensando mucho, y decidí que quiero estar contigo.
No hay nada que desee más...
Quiero ser tu compañía, y quiero curar todas tus heridas y borrar toda ésa tristeza de tu mirada por lo que te pasó.
Yo ya no quiero que te sientas sola nunca más, y que te presiones por ser alguien que no eres.
Solo quiero que seas feliz...
Lo que más deseo es hacerte sonreír y que vivamos juntas y en compañía hasta convertirnos en unas ancianitas.
Déjame amarte Mei... ¿Quieres?

La última pregunta prácticamente la he hecho en un tono de súplica.
Tengo miedo de revivir esa noche y que ella me rechace aunque en mi interior sé que no será así, pero no puedo evitar la comparación.

- Si quiero - Me dice ella con lágrimas en los ojos - Quiero estar contigo.

Se levanta de mi regazo tan rápido que me toma por sorpresa, haciendo que me haga hacia atrás y que choque mi espalda en el respaldar de la cama con un sonoro y doloroso golpe.

- Lo siento - Se aparta los mechones de cabello negro de la cara y se seca las lágrimas al mismo tiempo.

- Te perdono si me regalas un beso - Le digo con una risita.

Ella se sienta a horcajadas sobre mi.
Yo me quedo expectante, sintiendo como el rubor sube a las mejillas.
Tímidamente me animo a rodear su cintura con mis manos para acercarla más a mi cuerpo.
No hay ningún tipo de aviso y nada más siento como sus dulces labios se posan sobre los míos llenándome de calor cada parte de mi cuerpo.
Los besos son lentos y llenos de sentimiento; tanto, que me hace querer llorar de tanta felicidad.

Continuará en el capítulo final.

Nota: Muchas gracias por el apoyo 🤗


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