[ Seré sincera ] Shiz x Nat ( Mai Hime )

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* a petición *

Ojalá y te guste 😊

El sonido de las cigarras era lo único que se podía escuchar en ese día de verano.

Como muchas veces en ese mismo año, Natsuki Kuga de 17 años, decidió no asistir a sus clases.
Por eso ella está sentada tranquilamente bajo la sombra de un árbol ubicado en el sector más apartado del colegio, con sus piernas estiradas sobre el césped y con su típica expresión estoica e intimidante adornando su joven rostro.

Ella odia asistir a clases. Algunos le dicen que es la peor estudiante, pero de alguna forma se las arregla para pasar los cursos, por lo que en realidad no le preocupa si asiste siempre o no.
De todos modos ella está distraída, aunque tuviera ganas de estudiar si asistiera prácticamente sería el mismo tiempo perdido porque su mente anda en otra parte.

El timbre de la hora de descanso suena, y de apoco los estudiantes salen al patio exterior entre risas y habladurías en voz alta para hacerse notar entre los cánticos de las cigarras.

No le cuesta mucho a Natsuki encontrar los cabellos dorados de Shizuru entre en la multitud. Éso era lo que la peliazul estaba esperando desde hace un rato aunque no lo quiera admitir.
Extrañaba verla tan de cerca.

Se ha quedado hipnotizada viendo esos finos cabellos tan relucientes y tan brillantes bajo ése sol de verano, que simplemente no puede apartar la mirada aunque lo quisiera.
De manera inconsciente, y porque sus sentimientos no pueden ser del todo reprimidos, ella se permite pensar que la presidenta es la chica más hermosa que ha visto en su vida.

Como siempre la joven va rodeada de su siempre fiel séquito de seguidoras que tratan por todos los medios llamar su atención.

No es que a Natsuki le importe esto último, o al menos es lo que ella se dice para convencerse, pero la verdad es que la típica punzada de celos se hace presente en su pecho casi de inmediato.
¿Pero qué puede hacer?
No se siente con el derecho de sentirse así o de reclamarle algo aunque le duela.
Shizuru es tan encantadora y popular como ella es antisocial y fría.
Son polos tan opuestos, ya lo ha aceptado.
Sin embargo...

Las miradas de las chicas se cruzan por un breve instante.

En anteriores ocasiones Shizuru se acercaría a la chica rebelde para saludarla, pero no en esta ocasión.
La mirada fugaz que ambas comparten se rompe cuando Shizuru enfoca sus ojos al frente siguiendo su camino y desapareciendo en un pasillo, dejando a Natsuki con una extraña sensación en el pecho.

La chica de ojos verdes sabe el porqué de ése comportamiento, y la verdad no juzga a Shizuru por ello, pero eso no significa que ya se haya acostumbrado o que le guste que pase.

Hace unos días la presidenta le confesó sus sentimientos a Natsuki.
Fue algo inesperado para la peliazul.
No por la confesión en sí, ya que ella sospechaba que Shizuru la veía de otra forma, sino que se le tornó inesperada porque la joven de cabello dorado se lo dijo con lágrimas en los ojos y de la forma más desesperada posible, como si ya no pudiera aguantar más ése sentimiento y tuviera que expresarlo fuera como fuera.

Natsuki cree que fue de esa forma, pero aún sabiéndolo, ella no le correspondió a sus sentimientos.
Tampoco fue que la rechazara, sino que se quedó simplemente en silencio, sin siquiera demostrar algún tipo de emoción, presenciando la forma en la que a la presidenta se le rompía lentamente el corazón por no tener una respuesta clara de parte de la chica de ojos verdes.

Desde entonces Shizuru no le dirige la palabra.

La peliazul suspira, y mira hacia arriba, admirando los pequeños rayos de sol que se colan através de las hojas del árbol.
En su cabeza rememora una y otra vez esa tarde.
¿Porqué no le respondió nada? ¿Porqué no podía ser más sincera consigo misma? ¿Porqué le rompió el corazón a Shizuru si ella la quería tanto?
Ella la extraña. La extraña muchísimo...

Sus recuerdos van incluso más atrás, cuando conoció a Shizuru en la escuela secundaria.
La chica le habló aún cuando todos los demás la evitaban por su personalidad fría, y por su seriedad.
Sin darse cuenta Shizuru se había convertido en su amiga, y Natsuki podía ser como realmente era con ella.
No era juzgada, y no importaba el problema, Shizuru siempre estaba allí para ella cuando buscaba algún consejo.
Siempre tan buena y tan amable...

- Soy una torpe... - Murmura para si misma.

Le toma muy poco tiempo entender lo que debe hacer.
Es hora de ser más sincera consigo misma y con sus sentimientos.
No tiene idea de si ya será muy tarde, pero aún así quiere intentarlo.

Natsuki se pone en pie con rapidez y echa a correr de un lado a otro hasta que encuentra a Shizuru sentada en una banca junto a sus admiradoras.

A la chica peliazul no le importa que está atrayendo todas las miradas.
No le importan los susurros de quiénes la están juzgando, solo le importa la chica de cabello dorado que tiene frente a sí.
Solo le importa su mirada dulce, solo le importa observar ése bonito rostro. Solo quiere escuchar su risa y solo quiere tenerla en sus brazos.
Eso es lo único que a Natsuki le importa, por eso toma las manos de Shizuru y la atrae hacia su cuerpo para envolverla en un fuerte abrazo que deja a más de uno con una expresión atónita.

- También me gustas - Le susurra al oído. - Me gustas mucho...

Ninguna de los presentes dice palabra alguna, ni siquiera la presidenta que tiene una expresión de sorpresa en conjunto con las mejillas sonrojadas.
Pasan unos segundos hasta que ésta, tomada de la mano de Natsuki, echa a correr con la peliazul tras ella hasta que las dos terminan ocultas detrás de una de las aulas.

- ¿Lo dijiste en serio? - Pregunta la joven presidenta en un tono encantador y con una sonrisa de felicidad más que evidente.

Natsuki solo asiente con su cabeza, tratando de recuperar el aliento después de la carrera.

- Jamás había estado tan segura de algo... Perdón por haber sido tan tonta... Tuve que habértelo dicho esa tarde...

Da un paso hacia Shizuru, quedando a una corta distancia, y sin pensarlo siquiera, posa sus labios sobre la chica de cabellos dorados en un tierno beso.

- Tenía la esperanza de que esto iba a suceder...

- ¿Entonces me estabas esperando?

Shizuru murmura un "sí" lleno de sentimiento. Envuelve sus brazos alrededor del cuello de Natsuki y la besa una y otra vez hasta que queda satisfecha.

- Te quiero.

- También te quiero... - Murmura la peliazul con una sonrisa.

La chica siempre rebelde y antisocial se siente tan feliz, que incluso considera asistir a sus lecciones esa tarde.

Relatos Yuri ( ꈍᴗꈍ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora