Relatos Yuri ( ꈍᴗꈍ)

[ Siempre juntas ] Ymir y Christa (SNK)

Lo primero que escucho es un golpe. Después, una maldición en voz baja.

Me levanto rápido de la cama sintiéndome un poco asustada,y me asomo a la ventana para averigüar el origen de esos ruidos. Aunque es un barrio seguro, de vez en cuando ocurren pequeños robos por ser casas lujosas, así que no está de más ser precavida, sobre todo cuando es tan temprano.
Apenas son las 12:22 a.m según mi reloj. Bostezo y aparto la cortina para mirar al patio.

No es la primera vez que pasa esto. hay algo familiar en estos sonidos que disipan rápidamente mi miedo inicial, pero tengo que confirmarlo con mis propios ojos.
Ya que se supone que ella no debería aparecer en mi casa, mucho menos a esta hora.
Se lo dejé muy claro.

Afuera, la calle está semioscura y vacía; excepto claro, por los arbustos altos que rodean mi jardín; y su silueta, que ya logré distinguir agachada en el césped. Parece estar haciendo algo con sus zapatos ya que no deja de moverse.
Suspiro con frustración.
Ymir aveces logra sacarme de mis casillas.
Abro la ventana corrediza y asomo la mitad de mi cuerpo por ella. No puedo evitar estremecerme al sentir el aire frío en la piel.

- ¿Se puede saber que estás haciendo aquí? - Le pregunto en voz baja.

Ymir alza la vista hacia mi y sonríe.

- Hola hermosa - Susurra incorporándose.
-¿Tienes idea de la hora que es?
- No, lo siento. Dejé mi reloj en casa.

La miro frunciendo el ceño. No estoy de humor para sus bromas

- ¿Te crees muy graciosa? - Le digo con enojo.
- Aveces.

Vuelve a sonreír y yo pierdo mi paciencia. Amo a Ymir, pero como dije, me saca de mis casillas en ocasiones, y esta es una de ellas.

- Ya vete - Cierro la ventana y corro la cortina. - Te dije que no te aparecieras por aquí.

Me acuesto de nuevo e intento conciliar el sueño, pero algo me dice que Ymir no se ha marchado y eso me estresa. Ya antes ha aparecido en horas muy inapropiadas e intenta escalar la pared para llegar a colarse en mi habitación.
Ella es demasiado insistente.

Al asomarme de nuevo por la ventana, ahí está : de pie y mirando hacia arriba, frotándose los brazos para darse calor, ya que solo parece traer un suéter delgado.

- Esto es absurdo - Le digo al abrir de nuevo la ventana - Vete a casa Ymir. Nos veremos cuando esté de día. ¿Está bien?
- Déjame subir Christa...
-¿Porqué estás aquí? Es media noche.
- No puedo quedarme en mi casa... Mi padrastro... Él...

Baja la mirada al suelo.

- Mi casa no es mejor Ymir... Lo sabes...
- Al menos estás tú Christa, eres lo único que necesito.
- Ven... - Le digo sin pensarlo.
Mi enojo se esfuma en segundos. Siempre sucede lo mismo con Ymir, no puedo enojarme por mucho tiempo con ella aunque me haga enfadar casi siempre.

Las dos estamos en situaciones similares después de todo.

Ymir se acerca a la ventana donde estoy. Intentará escalar la pared de nuevo, y eso me hace sonreír, porque en lo que llevo de conocerla solo lo ha logrado una vez, pero igual nunca se rinde.

- Entra por la puerta o te vas a lastimar.
- Creí que me alzarías con tus brazos - Sonríe.
- Deja de burlarte - Sonrío también. - Espérame en la puerta del frente.

Salgo de mi habitación lo más callada que puedo. No quisiera que mi madre se enterara que Ymir estará aquí.
A ella no le agrada en lo absoluto.
En realidad nada ni nadie le agrada. Inclusive yo.
Y bueno, la verdad a mi tampoco me agrada ella.
Es un sentimiento mutuo que trae problemas pues vivimos solas.