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Narra Jungkook.

Tick tak... Era lo que podía escuchar en mi habitación. Tome mi chaqueta saliendo por la ventana, quería divertirme un poco más, debía de asustarla una vez más y sabía con qué podría hacerlo.

Al llegar, escaneó la escanea en la que me encontraba, lo cual debo de examinar bastante bien. Me encontraba a una distancia prudente, logré ver cómo en esa puerta salió una mujer vistiendo un abrigo por la fría noche.

Sople el humo del frío, en eso, mire las luces de la camioneta dejándome saber que se traban de los chicos, no bajaron de la camioneta, en eso, mire como la luz de una habitación se encendió, era ella, cerró dicha ventana, la vista de esa ventana daba a un árbol. Corrí a dicho árbol escalonado, abrí la ventana.

Al ingresar a la habitación supe que era de ella por la decoración de una niña, en eso, logré escuchar la regadera de la ducha, vi la caja de regalo  que llevaba en mis manos y antes de salir, saque un plumón de mi bolsillo escribiendo en su espejo. Salí por la ventana bajando por el árbol.

12:00 AM

Media noche, manejaba por las calles de la ciudad las cuales estaban solitarias, las únicas luces eran de un prostíbulo al cuál entre, al ver a las mujeres bailar con poca ropa o de plano desnudas era una delicia, tome asiento en una de las mesas que se encontraban por la esquina, trago tras trago.

Mire a una rubia, ambos nos conectamos en menos de lo que pensé tome la botella de cerveza donde guiñe el ojo, ella se fue acercando poco a poco.

—Hola precioso, ¿Vienes solo?— asentí a su pregunta— dime, ¿quieres divertirte un rato?

Sonreí, sali con ella del prostíbulo, manejé a un pequeño motel.

Al llegar al lugar besaba sus labios cuando me dieron la llave, cerré la puerta de golpe, bajé el cierre de su vestido donde la devoré más, sus manos pasaban sobre mi cuerpo quitando cada prenda.

Al estar expuesta abrí sus piernas y antes de entrar en ella la miré, era rubia con senos falsos, un horror... No me importa si debía de estar, ya estaba lista para mí. Di la primera embestida, arqueo su espalda, su piel blanca lo cual se puso rosada, gemía como gata loca con una desesperación.

Sali de su interior, volteando su cuerpo ingresando de nuevo, aferro sus manos a la sabana, bese toda su espalda y con una de mis manos jale de su cabello, era tan  excitante y placentero.

—Más, dame más...— solté una leve risa, ante esa súplica

—¿Estas segura de que quieres más linda? No querrás jugar con fuego

— Mmmh~ no me importa arder, por favor.. dame más duro

Me acerque lo suficientemente a su oído, tomando su cuello para decirle— Lo que tu pidas...

Di una nalgada sobre aquel trasero formado, unas envestidas más y ella se corrió al igual que yo, su cuerpo no dudó estar sobre el colchón, me subí sobre ella, besándola

—Eres tan bueno...— soltó un gran suspiro, la miré de nuevo y le di una leve sonrisa.

Pase ambas de mis manos sobre su cuello siguiendo con el beso,  comenzó a golpearme, pero cada vez aumentaba más la fuerza.

Hasta que finalmente la dejé sin respiración alguna, me recosté a un lado de ella. Minutos después guarde todo y limpie cada rastro que tome, al estar a las afueras de la ciudad tire su cuerpo.

— ¿Quieres más?— Arroje el galón de gasolina y del mismo modo un cerrillo.

Las llamas eran hermosas, comencé a reír esto era... divertido, detrás de mi llegaron los demás, les había dicho que estaba en una fogata, Jimin se acercó hasta donde estaba.

THE KILLER [+18 JK] Editada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora