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Viagra... Eso era, muy hijo de puta fue lo que me dio de beber de aquella botella, la temblorina en mis piernas lo decían todo. Por acción propia una de sus manos subió por mi muslo, lo tenía a tan pocos centímetros de mi, no pude más, no me resiste al tomar su rostro en mis manos dirigiendo sus labios a los mios.

Nuestras lenguas fueron las primeras en encontrarse, ladeé mi cabeza de lado, mi cuerpo se fue recostando sobre el colchón, gemí en bajó cuando se acomodo entre mis piernas, su miembro dio en su entrepierna causando sensibilización.

Sus manos subieron desde mi cadera llegando a mis pechos para así apretar una con sus manos.

Por mi propio instinto, incliné mi cabeza hacia atrás dejando que besara todo mi cuello quitándome el suéter de tela que llevaba puesto. Nos seguimos besando, siendo delicados, dejando que todo fluyera en su momento.

Sin dejar de besarme, se quitó la chamarra de piel mostrando sus brazos, me dejó de besar para así quitar su camisa mostrándome que tenía un trabajo en su cuerpo. A mí el físico no me importa y tampoco es que llame mi atención, pero al verlo debo admitir que es ... Jodidamente sexy.

Me senté sobre el colchón, viéndonos. No tengo la menor idea de dónde sacó todas estas fuerzas, sin vergüenza alguna. Tal vez sea la sensación de la viagra, tal vez sea él efecto de la droga o posiblemente la sensación de todo lo que me hace sentir.

Sus ojos, quisiera ver su rostro si ese antifaz, quiere verlo sin duda alguna. Así que llevé mis manos al borde de mi blusa quitando la por encima de mis brazos, demostrando que no llevaba nada debajo, tome su mano llevando a mi seno derecho.

Lo deje sin palabras, al parecer mi acción lo tomo por sorpresa. Y esto, me está gustando, me recostó de nuevo, me acaricio nuevamente. Solo que en está ocasión sus besos fueron un cambio, no beso como tal, entre abrió sus labios dándome una mejor sensación placentera. Mis piernas se abrieron y suspiré, era de esperarse que ya estuviera más lubricada que nada.

Sus besos llegaron hasta mi vagina, causando más sensación exquisita. Sus manos bajaron mis bragas, para así poder quitar mi falda. Me sorprendió un poco al darme cuenta de que ya estaba desnuda.

Lo siguiente que vi fue sorprendente, no estaba preparada como tal. Su cabeza se hundió entre mis piernas, su cabellera negra resultó: no me apenaba como tal, estaba limpia y me cuidaba con cierto cuidado, incluso me alegraba estar depilada en estos momentos.

Gemí y eché mi cabeza para atrás cuando su lengua atacó una de mis zonas sensibles, pude ver cómo sus manos me llenaron de sangre, como dije, estaba fresca, apreté mis puños y no pude evitar gritar cuando su lengua dio pequeñas penetraciones en mi entrada, removí todo mi cuerpo, pero me sostuvo para así poder moverme más.

No era ninguna estupida, claro que sabía lo que estaba haciendo, todo esto lo sabía. Porqué aquí la pregunta es ¿Quién no se ha tomado el tiempo de explotar su cuerpo en la privacidad de la noche en su habitación?

Además, ver videos porno ayudaba mucho.

Estaba al borde de tener los primeros espamos de mi orgasmo, mis piernas comenzaron a temblar, mi respiración incrementaba cada vez más y cuando menos lo esperé, sentí como se alejó de mi intimidad, no quería verlo, claro que no. Sin embargo, sentía su respiración chocando con mi mejilla, su lengua lamió mi mejilla.

THE KILLER [+18 JK] Editada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora