Capítulo 11

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Me levanté del piso asustada

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Me levanté del piso asustada. Fijé mi vista en el pequeño hueco en la ventana por el cual pasó una bala, del otro lado estaba Dani.

Lo miré por un momento, me miró directo a los ojos.

No vi arrepentimiento en ellos, mucho menos miedo, solo alivio. Él soltó un suspiro, bajó su arma completamente y dio la vuelta para entrar a la fonda. Lo noté cansado, aunque todos lo estábamos, reconocí en su mirada el peso de guardar un secreto. Uno muy grande, al parecer. Por otro lado, ¿Cómo y cuándo habrá aprendido a disparar?

—¿Están bien? —preguntó Kaleb ingresando a la cocina y topándose con la escena.

Recordé que había campos de tiro en nuestra universidad, así que no le tomé mucho interés a la habilidad de Dani.

—¿Dónde está Dani? —pregunté al ver que no llegaba.

—Afuera, arreglamos una camioneta y ahora está cuidando a Nico. Será mejor que él no vea esto—respondió ayudando a Paola a ponerse de pie.

Tendrá que responder a mis preguntas luego.

Fui a ver a Kanae. Estaba en shock. La ayudé a sentarse y me miró asustada.

—Tienes sangre en la cara—habló casi en un susurro. Temblaba al señalar mi frente. Tomé su mano y la llevé afuera. Ahí estaban todos. Rápidamente limpié la sangre de mi cara para que Nico no lo note.

—¿Están bien? —preguntó el menor.

—Sí, solo que las chicas encontraron ratas y les dispararon— me giré a ver a los chicos detrás de mí—Kanae se asustó mucho, ¿cierto? — Me pareció una respuesta lógica, ya que Nico no es tonto y nos habría interrogado hasta que hubiésemos soltado la lengua.

Kanae solo asintió y nos apartamos para hablar sin que Nico ni ella escucharan.

—Hay un cadáver adentro—le hablé a Dani.

—Lo sabemos.

—El cadáver de un uniformado—aclaré.

Los chicos se miraron y fueron a la fonda. Tomé la mano de Paola y entramos de nuevo.

—¿Cómo es posible que no tenga sangre? —preguntó Kaleb.

—Hay que examinarlo. Quítale el uniforme.

Ambos intentaron quitar el uniforme y las protecciones de este, pero demoraron más de lo esperado y solo pudieron lograrlo con el torso.

Cuando lograron retirarle toda cubierta, dejaron ver un torso de piel blanca pálida casi transparente, era aparentemente humano, hasta que lo cortamos. Para descubrir por qué no sangraba.

—Al parecer estaba muerto antes de que lo cortaran, por eso la sangre está coagulada—habló Paola, su padre era doctor, así que ella es quien sabe de esto.

Dangerous (# 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora