Capítulo 13

396 210 40
                                    

No era muy tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No era muy tarde. Mis sentidos decían que eran las siete de la noche cuando todos estaban borrachos. Kanae y Dani se reían de todo, mientras yo miraba el fuego de la chimenea de la sala de los Amaya tomando pequeños tragos de la botella en mi mano.

Como buena inadaptada, el alcohol me afectaba de manera diferente. El tequila me volvía una aguafiestas centrada que se preguntaba por el sentido de la vida y el origen del universo, entre otras cosas más profundas. Por el otro lado, el vino me volvía una pendeja emocional.

Por un momento observé a los chicos que no dejaban de reír. En la mesa había algo que se me hacía familiar.

—Kanae, ¿Eso es una cámara?

—Sí, es de mis padres. ¿Porqué?

En ese momento una Paola muy mareada caminó hasta el baño y vomitó con la puerta abierta.

Yo caminé hasta ahí para sostener su cabello mientras ella apenas se sostenía en la taza del inodoro.

Sacó la cabeza de este y me miró. Le limpié la boca con papel y la llevé al lavabo para que se aseara.

—Hanni, me siento mal.

—Tranquila, ven, te llevo a tu habitación.

—¡No, yo quiero probar el vino! —se soltó de mi agarre y fue a la mesa. En mi estado no estaba para cuidar a nadie y ni tenía ganas, solo tenía una idea en la mente.

—Kanae, ¿puedo usar la cámara de tus padres?

—Claro, no hay problema.

Me senté junto a la chimenea para que se me pudiera ver en el vídeo. Coloqué la cámara y comencé a grabar, pero Paola estaba frente a ella.

—Hola, bienvenidos a "cómo salvar al mundo y lucir perrísima en el primer intento".

—¿Qué clase de título es ese? —entré en la escena y me senté a un lado de Paola.

—Uno bien perrón, ¿Duh?

A pesar de las interrupciones de Paola, Kaleb y Kanae. Narre lo que había sucedido los últimos días. Desde el principio del ataque hasta donde habíamos llegado.

—Aún no sabemos lo que son, pero si logramos descubrirlo. Lo documentaremos aquí.

Apagué la cámara y todos se fueron a sus habitaciones excepto Paola, quien había caído dormida a mi lado.

Traté de cargarla para llevarla a su habitación. No me gustaría que alguien la encuentre en este estado. Puse su brazo sobre mi hombro y traté de caminar con ella.

—Ay, mira. Todavía hay un poco—intentó tomar de la botella, pero la solté. Al parecer no estaba tan dormida. Ella cayó al sofá mientras, yo atrapé la botella y bebí su contenido.

Dangerous (# 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora