Capítulo 18

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—¡Dani! ¡Cuidado! —dijo Kanae—No estás en el Dakar

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—¡Dani! ¡Cuidado! —dijo Kanae—No estás en el Dakar. Ve más lento.

—Lo siento ¿ok? —Dani dijo apenado—Solo me distraje.

En su distracción, había golpeado uno de los autos que conducía Kanae y este había chocado contra un edificio.

Ahora solo contaban con cuatro vehículos haciéndoles blindaje.

—Sé lo que estás pensando y no es seguro.

Dani no dijo nada, solo la miró un par de veces. Pero sabía que su mensaje le había llegado.

—Está bien. Para—ordenó Kanae y él obedeció.

Al ver que estaban un poco lejos de los soldados, Dani tocó la bocina.

—Toca más fuerte, creo que no te oyeron los que intentan matarnos—dijo ella con una sonrisa, aunque por dentro tenía ganas de masacrar a su acompañante.

Dani dio la vuelta para acercarse a los soldados y volvió a tocar la bocina. Pero los uniformados reaccionaron confundidos al sonido. Lo que dejó que los soldados ingresen tranquilamente a las camionetas.

—¡Entren y agáchense! —ordenó Kanae cuando les abrió las puertas automáticamente.

Nueve soldados entraron en dos de los vehículos y aunque traían dos sacos grandes y largos, ellos no dijeron nada, pues supusieron que su contenido eran armas.

—¿Listos? —Dani preguntó y los dos soldados que estaban en el mismo auto asintieron desde el suelo.

El grupo de automóviles se movilizó por unos veinte minutos recibiendo balazos, bombas artesanales y todo tipo de agresiones por parte de ambos bandos.

Hasta que, siguiendo las indicaciones de los soldados, pudieron salir de la ciudad. Donde los soldados dejaron de esconderse.

—Toma ese camino a la derecha—le ordenó uno de los soldados.

—Si quieren podemos acercarlos, pero...—Dani no pudo continuar porque vio al soldado apuntándole desde atrás del asiento con una ametralladora.

—Iremos a donde nosotros indiquemos ¿Entendido? —habló el soldado con determinación.

Dani asintió y tomó la mano de Kanae para advertirle que no hiciera ninguna locura. Después de todo, era posible que los dirigieran directamente al búnker. Así que una mirada bastó para que Kanae deje de temblar y se recostara en su asiento.

Dani sonrió por un momento, pensando en cómo habían desarrollado esa conexión que no necesitaba palabras en tan poco tiempo. Pero la sonrisa se le borró al ver un auto siguiéndolos.

Él trató de no ser tan evidente pero no pudo evitar sorprenderse al ver a Liam y a Lauren en un auto a escasos metros de ellos.

Trató de hacer preguntas e inventar toda clase de distracción para que los soldados no lo notaran por el resto del camino.

Dangerous (# 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora