Todos tenemos secretos, pero un evento catastrófico empujará a un grupo de amigos a sacarlos a la luz mientras luchan por sobrevivir. Ahora dime, ¿crees en alienígenas?
ADVERTENCIA:
- Lenguaje sexual explícito (+18).
- Violencia.
- No me responsabil...
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ᢰ᪣Hannah's pov᪣ᢱ
Liam y Lauren caminaban hacia el campamento, o lo que quedaba de él. La batalla había terminado hace unos minutos.
No tenía idea de quién había ganado, pero no era lo que me interesaba ahora.
Me acerqué a él y lo empujé. Intenté golpearlo, pero Lauren se puso en mi camino.
― ¿Qué te pasa estúpida? ―preguntó ella. Así que la callé con un golpe que la dejó en el piso.
― ¿Por qué lo hiciste? ―pregunté― ¡¿Por qué carajos lo dejaste morir?!―grité mientras lo abofeteaba.
―Lo siento―dijo en un susurro―Perdóname, por favor―pidió él.
Lo golpeé por primera vez. Mi puño dolía y eso no arreglaría nada, pero era mentira eso que decían. Sí me hacía sentir mejor.
Había soldados alrededor, pero solo estaban viendo. Ninguno se atrevía a intervenir.
―Tú padre tenía razón cuando te decía que nunca llegarías a ser como él―aseguré―Te faltan huevos para decidir y para hacer cumplir tus promesas.
―Tú no sabes nada, estúpida―dijo Lauren, tapando su lado herido de la cara.
― ¿Por qué no le decimos a Lauren lo que pasa? ―pregunté―Ya es una adulta, ¿verdad?
Liam negó con la cabeza mientras intentaba coger mi mano, pero me zafé de su agarre.
―Liam te es infiel conmigo desde hace más de un año―confesé. Sabía que Paola estaba escuchando también, así que continué― Nunca dije nada porque él prometió que terminaría contigo luego de sacarte todo el dinero que pudiera.
La mirada de Lauren reflejaba confusión e incredulidad. Todos la estaban viendo y ella parecía a punto de llorar. Por eso terminé rápido. Tendría piedad de ella, aunque no la mereciera―Pero acabo de romper el trato, porque no quiero nada de él ni de ti. Es más, no quiero volver a verlos en mi vida. Así que, si tienen el mínimo de decencia váyanse de aquí ahora.
Terminé de hablar y caminé hacia una carpa vacía. Había hablado de forma clara y tranquila. Como si lo que hubiera dicho fuera un discurso a la nación. Me sentí estúpida por pedirles que se fueran, ya que no era dueña del lugar ni nadie para sacarlos de ahí.
Pero lo hecho, hecho está.
Alguien ingresó a la carpa y esperé ver a Paola, pero no era ella.
― ¿Ya se van? ―pregunté calmada.
Liam tenía una mochila en el hombro y estaba metiendo unas botellas de agua en otra más pequeña.
Caminó por la tienda buscando provisiones y cuando terminó me dirigió la palabra.
