Capítulo 17

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Señor, con todo respeto—solté un poco molesta—usted se parece a mi tío, el Juancho

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Señor, con todo respeto—solté un poco molesta—usted se parece a mi tío, el Juancho.

—¿Qué quiere decir? —me preguntó el hombre desde el otro lado de la mesa.

—Luego de acabar toda una olla de comida, pregunta si hay más.

El hombre se cruzó de brazos y se recostó hacia atrás.

—¿Por qué me sigue preguntando cuando ya le dije todo lo que sé?

Llevaba tres horas siendo interrogada por el hombre y ya le había dicho más de lo que quería.

—Le juro que estamos de su lado, pero Paola es la que tiene la información—confesé harta de la situación.

—Mire. Si usted no me deja salir ahora, el niño que está allá afuera entrará en desesperación—amenacé—porque yo le dije que iría al baño.

El hombre soltó un bostezo cansado y luego me miró seriamente.

—No me mire así. Si no regreso, el niño hará un berrinche gigante—exageré con gestos de mis manos—Y usted no quiere eso ¿Verdad?

Él pestañeó sin moverse de su sitio, pero finalmente cedió.

—De acuerdo—dijo el hombre levantándose de la mesa—Traigan a la otra y dejen salir a esta.

—Hasta luego, González.

—Para usted soy capitán—dijo él firme.

—Gracias, Capi.

Luego de decir eso, fui corriendo a las habitaciones. El capitán me había advertido de que la mayoría de los soldados no tienen idea de lo que pasaba afuera y de que era posible que hubiese espías entre ellos. Por ello no debía contestar a ninguna pregunta que me hicieran.

Ni cuando desayunaba en clase sentía tanta adrenalina.

Caminé sigilosamente por los pasillos vacíos mientras examinaba el lugar, que no era exactamente lo que se espera de un búnker del ejército. Los números en las puertas daban casi la apariencia de un hotel y aunque el lugar era extenso, no había visto ningún almacén además del de comida.

Los pasillos estaban vacíos, así que fui a explorar.

En el camino me perdí un par de veces y eso me dio el tiempo para preocuparme por Paola.

Sabía de primera mano que ella era muy buena inventando historias, pero dudaba que en esta ocasión hiciera algo como eso. La última conversación que tuvimos sobre los pleyadianos fue interrumpida por los militares, y eso me había dejado con más dudas de las que podía soportar.

Cuando entendí que estaba completamente perdida vi a la distancia una puerta que ponía "escaleras de emergencia".

¿Habría más pisos? ¿Dónde tendrían las armas?

Dangerous (# 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora