ETERNALLY

008

Prof. Min: ¿Sucede algo? - Preguntó mientras conducía - Está así desde la mañana.

Haeri: Llevo unos días a decir verdad.

Prof. Min: ¿Qué sucede?

Haeri: Iré a Seúl por un mes.

Prof. Min: ¿Notificaste ésto a la universidad? - Asentí.

Haeri: Volveré a ver a viejos amigos y... Personas que había dejado atrás - Jugué con los dedos de mis manos y la tela de mi vestido - No me siento del todo cómoda.

Prof. Min: Supongo que irás porque es necesario pero si no te sientes cómoda no deberías obligarte. - Su mirada seguía al frente.

Haeri: Espero que todo resulte bien. - Aparcó frente a la casa.

Prof. Min: Resultará - Curvó sus labios en una casi invisible sonrisa. - Pero sé en tu mirada que no es lo único que te sucede. - Me miró y yo a él.

Haeri: Gracias por traerme a casa - Dejé aquel tema, me despedí y salí del auto.

Como de costumbre Min siempre se quedaba unos minutos después de verme entrar.

Ésta vez entré más silenciosa que de costumbre pues mis ánimos me impedían ser ruidosa como normalmente, antes de siquiera poner el seguro nuevamente a la puerta volví a escuchar aquellas sonrisas, cerré mis ojos y me detuve de cerrar la puerta.

Haeri: Otra vez - Dije para mí.

Hoseok: Kim ven acá, si Haeri se entera de que tomaste sus cosas morirás.

Me sorprendí al escucharle pues creí que que ya estaba al tanto de mi presencia pero me sorprendí aún más al escuchar a Kim responder.

Kim: Ahora voy Hobi.

Salí de la casa y por suerte Min aún estaba ahí, corrí al auto y entré de golpe.

Prof. Min: ¿Estás bien? - Me miró sin entender.

Haeri: Yo... - Traté de no llorar - No quiero estar en casa - Seguía mirándome - Solo pon el auto en marcha - Pedí y lo hizo.

Kim había entrado hasta la habitación... «solo son amigos» me dije a mí misma pero la situación era tan ajena a una amistad.

Prof. Min: Haeri - Me nombró - Llegamos.

«al menos es viernes» pensé al intuir que había conducido hasta su departamento.

Salió del auto y caminó hasta la puerta para ayudarme a bajar, era un gran edificio.

Prof. Min: Vamos - Tomó mi bolso y me ayudó a caminar.

Haeri: Profesor Min

Prof. Min: Yoongi. - Corrigió - No estamos en la universidad.

Haeri: Aún es mayor que yo.

Prof. Min: Pero no estamos trabajando, además supongo que ya hemos pasado mucho tiempo juntos para poder hablarnos por nuestros nombres, no seas ridícula y llámame Yoongi. - Se burló de mí y subió la escaleras.

Entramos a su departamento al cual era bastante grande, todo un piso de completo lujo, ésto era inesperado pues el sueldo de un profesor no cubría ni la mitad de todo lo que había, lo miré pensando que aún no le conocía del todo y él tampoco me conocía a mí.

Recorrí el lugar tocando con la yema de mis dedos cada mueble y sintiendo las texturas, eran de calidad, eso lo sabía muy bien.

Él se desapareció un momento mientras yo curioseaba por el lugar y comencé a extrañar todo lo que había dejado atrás, había cambiado un buen departamento por una no tan grande casa acogedora, los medios para una vida sin drama, había dejado atrás cualquier impulso de derrochar dinero en comodidades absurdas por conseguir un empleo y vivir con nada seguro, extrañaba mis comodidades, extrañaba saber que podía hacer lo que quisiera porque podía arreglarlo con dinero, extrañaba mi vieja vida.

Yoongi: Me he puesto ropa cómoda, en mi habitación hay algunos pijamas puedes usar algunos de lo que he dejado en la cama.

Haeri: Bien - Sin que me dijera por dónde ir caminé yo misma y encontré su habitación sin dificultad.

Al terminar y salir de su habitación le busqué por la sala, y escuché ruido en la que parecía ser la cocina.

Haeri: ¿Cocinas?

Yoongi: Bastante bien.

Haeri: Puedo ayudar - Me acerqué.

Yoongi: Bien, termina de picar ésto y yo revisaré la carne - Me dió el cuchillo y comencé a picar.

Puse en el fregadero lo que había usado y comencé a lavarlo.

Haeri: Tienes una gran vista desde aquí ¿Por qué no corres las cortinas?

Yoongi: ¿Puedes hacerlo? - Asentí y tomé uno de los controles del sofá y las abrí a la primera - Me intrigas mucho Haeri.

Haeri: ¿Uh? - Lo miré sin entender .

Yoongi: Conoces éste lugar ¿Cierto? - Le miré sin decir nada e interpretó mi silencio - La cena está lista.

Hice caso y me acomodé frente a él para mirarle emplatar

Haeri: También me intriga saber qué hace en su tiempo libre.

Yoongi: Cocinar - Dijo sin importancia e hice una pequeña mueca.

Tomé mi móvil el cual no paraba de sonar a causa de los interminables mensajes de Hoseok.

Hoseok

¿Por qué no estás en casa?
¿Te ocurrió algo?
¡Haeri!
H
A
E
R
I
C
O
N
T
E
S
T
A

Estoy bien.
Deja de mandar mensajes, nos vemos mañana para el viaje.

Tan pronto escribí eso me llegó una llamada.

Haeri: ¿Te importa si respondo?

Yoongi: Puedes ir al balcón.

Abrí aquellas ventanas y salí.

Haeri: ¿Qué sucede?

Hoseok: ¡Es media noche y no estás aquí! - Se le escuchaba enojado - ¿En dónde estás?

Haeri: Hoseok tenemos cosas que hablar y lo haremos después, no arruines el viaje antes de que siquiera inicie.

Hoseok: ¡¿En dónde estás Haeri?!

Haeri: ¿Y Kim? - Pregunté sin más y me giré para ver a Yoongi entretenido emplatando.

Hoseok: ¿De nuevo ella? ¿De verdad volverás a lo mismo? Ya te lo he dicho.

Haeri: Fuí a casa más temprano y estabas con ella, te llamó Hobi, y por lo que escuché llegó hasta nuestra habitación ¿Es invento mío aún? - Dije molesta evitando retener mis lágrimas pero el esfuerzo fué en vano.

Hoseok: Haeri... - Susurro.

Haeri: Nos vemos mañana - Colgué.

Respiré hondo y limpié mis lágrimas para volver dentro, di un último vistazo a la pantalla del móvil y entré.

Yoongi: Creo que debes decirme el por qué estás aquí - Se acercó con ambos platos.

Haeri: Fuiste tú quien me trajo - Reí.

Yoongi: Pero no te negaste en ningún momento. - Suspiré pesadamente y me decidí a responder.

Haeri: Éstos edificios son propiedad de mi padre, cada departamento lo diseñé yo misma a los quince años.

Yoongi: ¿Osea que la estructura la hiciste tú? - Preguntó mirando todo detenidamente.

Haeri: Ahora qué lo veo bien tengo talento en ésto - Alardeé un poco.

Yoongi: Ni tanto, no me agrada del todo - Se burló - Haeri dime ya qué es lo que realmente te sucede.

Le miré triste y me senté a su lado lista para confiarle mis sentimientos al profesor Min.