Learn to love again - A Shadamy Story

39. Remordimiento

Narra Shadow

¡Maldición! ¿Qué está haciendo ella aquí?

Rose está atónita mientras lo observa con lágrimas en sus ojos, brotando sin parar. No lo logré.

No pude evitar que sufriera.

Me maldigo a mi mismo y giro para verlo, Sonic ha dejado de moverse. Me levanto rápidamente y aprovecho la oportunidad para lanzarle otro ataque, arrancándole del cuerpo otra esmeralda.

-¡No! ¡No, por favor! - grita Rose saliendo de su estado de shock.- ¡No lo lastimes!

Sonic reacciona, hace brillar sus palmas lanzándome más ataques. Logra darme otra vez, siento el ardor en mi hombro. Sigue siendo demasiado rápido.

-¡Chaos spear! - exclamo atacándolo y él esquiva todos mis ataques, apenas puedo seguirlo con la mirada. Aparezco junto a él y lanzo una patada; la bloquea, toma mi pierna y me lanza contra el suelo. ¡Maldición!

En ese momento veo salir a Mephiles de entre los árboles y atacarlo desde atrás. Sonic lo bloquea y lo agarra del cuello, apretándolo con fuerza. Este apenas puede soltarse, retrocede y gira en otra dirección.

Se dirige a Rose.

Ella sigue de rodillas gritando. Me lanzo hacia ella para salvarla pero no seré lo suficientemente rápido.

Una explosión caos nos lanza hacia atrás a ambos, y veo a Sonic parado frente a ella, protegiéndola de Mephiles. ¿Qué significa esto?

La eriza trata de alcanzar su mano pero este se mueve. Se dirige hace nosotros para atacarnos; apenas logro detener sus puños ardientes, quemando mi mano con su tacto. Retrocedo y dejo que ahora ataque a Mephiles. Es imparable.

Veo salir de entre los árboles a la gata morada y al albino, listos para atacar. Si están aquí ya deben de haber acabado con las criaturas de Mephiles y los robots de Eggman. El zorro y el equidna se quedaron en shock cuando vieron a Sonic, vivo y con ese horrendo aspecto.

No quiero ayudar a Mephiles, que visiblemente está perdiendo contra Sonic, pero necesito quitarle más esmeraldas. Me lanzo sobre él usando mi chaos control y lo golpeo fuertemente.

-¡¡Shadow!! ¡¡no!!- escucho a Rose dar un grito ensordecedor tras de mí.

En ese momento, Sonic se mueve velozmente y me toma de la pierna con fuerza; grito al sentir el inmenso dolor cuando la estruja con sus manos y me lanza contra un árbol. El impacto me saca el aire.

Abro lo ojos y lo veo alejándose de nosotros. Se queda inmóvil un instante, moviendo la cabeza como si escuchara algo; luego se desaparece a gran velocidad. Quiero perseguirlo pero siento un gran dolor en la pierna al levantarme que me hace caer otra vez.

Mephiles va tras él, tratando de alcanzarlo. La gata le lanza un ataque y Silver lo detiene con su telequinesis, por lo menos unos instantes, antes de que este desaparezca en uno humo negro. Se fue. Y Sonic se escapó. ¡Maldición! He fallado.

Giro para ver a Rose. Sigue en el suelo, caída de rodillas y con las manos apretando la tierra debajo de ellas. Su rostro caído y con muchas lágrimas cayendo. Es como aquella vez; cuando la encontré desecha gritándole al cielo.

Siento una gran impotencia. ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!

Nadie dice nada. Todos se han quedado inmóviles y en silencio con miradas confundidas, procesando lo que acaban de descubrir. Me levanto como puedo, sintiendo mi parte baja de la pierna palpitar y arder; espero no habérmela fracturado. Camino hacia Rose pero ella levanta la mirada.

-¿Por qué?- musita mirándome con odio.- ¡¿Por qué no me lo dijiste Shadow?! - grita con todo el aire en sus pulmones.

No respondo, me centro en la mirada de profundo odio que veo en su rostro. Me lástima verla así y, sobre todo, no creí que me dolería tanto que me mire de esa forma.

-¡¡Maldito erizo, responde!! ¡¡Tu lo sabías!! ¡¿Desde hace cuánto lo sabías?!- grita enfurecida cuando se levanta.

-¿Y eso importa? - respondo secamente.

-¡Me mentiste, Shadow! ¡Me mentiste!- dice enfurecida.

-¡¿Y que querías que hiciera?! ¿Eh?- espeto dejando salir mi enojo. -¡Mira Rose, tu novio muerto no está muerto y es un horrible engendro!- las lágrimas vuelven a salir de sus ojos. Los cierra con fuerza y corre lejos. ¡Maldición!

Comienzo a correr detrás de ella, a pesar del fuerte dolor, cuando siento mi cuerpo paralizarse. Volteo con furia hacia el erizo albino que alza su mano en mi dirección.

-¡Suéltame! - le ordeno tratando de liberarme. Es inútil, estoy muy lastimado.

-No.- musita el albino que gira su rostro en dirección a la gata. Ella asiente y corre por donde se fue Rose. Debe haber ido por ella.

-¡Imbécil! ¡Si no me sueltas te juro que estás muerto!

-No lo haré.- Dice sin inmutarse. -Estás lastimado y tienes demasiadas cosas que explicar.- Habla con tono serio y calmado.

-Estás jodido de la cabeza si crees que...

-¡Shadow! - me interrumpe el albino con enfado.- ¡Ella en verdad te quería! ¿Qué te sucede? ¡La lastimaste!- sus palabras me dejan sin habla.

Eso lo sé.