Capítulo 7 "Pequeño obsequio"

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-Ya deja de coquetear – Rey no dejaba de regañar a Connix, quien había quedado encantada con el nuevo profesor de arquitectura que había llegado de reemplazo.

-No seas aguafiestas, además está como quiere – dijo apoyando su cabeza con la mano mientras miraba al profesor Dameron, quien venía acercándose a ellas para revisar el plano que estaban confeccionando – Profesor ¿Cuál era su nombre?

-Poe Dameron... ¿Y usted, señorita?

-Kaydel Connix, aunque todos me llaman por mi apellido, pero no hablemos de mí, cuéntenos sobre usted ¿Qué edad tiene?

Él comenzó a reír - ¿Eso es académico? – dijo mirándola fijamente.

-Lo digo porque es demasiado joven... en comparación con los demás profesores, que son... muy mayores... y feos – dijo Connix observando su cabello ondulado y su bella sonrisa.

Rey le dio un golpe con el codo para evitar que siguiera con sus coqueteos, aunque parecía que a él no le molestaba siendo alguien tan joven, de seguro recién pasaba los treinta. Connix trató de disimular aquel golpe sonriendo.

-Bueno, eso quedará para otra conversación – Sonrió mientras realizaba unas correcciones, dibujando unas líneas en el papel – Listo, mañana volveré a revisarlo – dijo guiñando un ojo, para luego irse a revisar los trabajos de otros compañeros.

La rubia quedó fascinada -¿Viste lo que hizo?

-No – dijo Rey con indiferencia – y concéntrate, debemos terminar esto durante la tarde – Pero Connix no le prestó atención, se quedó mirando a Poe, quien se percató de las miradas de la chica y disfrutaba tener su atención.

Durante la tarde se fueron a casa de Rey para terminar los últimos detalles que el profesor les había corregido, estaban concentradas trabajando hasta que llegan Rose, Finn y Jannah.

-Vaya, estamos todos en casa – dijo Rose.

-¿Qué les parece si pedimos pizza? – dijo Jannah. Todas estaban de acuerdo, entonces Finn se apresuró a pedirlas y llegarían dentro de quince minutos.

Las chicas hicieron una pausa para descansar un momento, al parecer Poe Dameron era demasiado exigente con lo que les pedía, entonces se sentaron a ver la televisión junto a los demás – A Connix le gustó el profesor – dice Rey burlándose de su amiga.

-Eso no es novedad – Fin se burla, haciendo reír a todas, ya la conocían desde hace tiempo y siempre se enamoraba de hombres mayores que ella.

De pronto alguien toca la puerta, entonces Rose se dispuso a abrir, pero Rey fue más rápida, tenía demasiada hambre y corrió hacia la entrada – Te gané – Dijo burlándose de su amiga, pero jamás se imaginó la sorpresa con la que se encontraría.

-Hola – dijo un poco nervioso, había pasado varios minutos frente a su puerta tratando de decidir si se atrevía a hablarle.

Estaba ahí, parado frente a Rey, quien no supo cómo reaccionar, se había puesto tan nerviosa que torpemente cerró la puerta frente a sus ojos. Se apoyó en la puerta mirando a sus amigos, quienes la observaban atónitos, sin entender lo que pasaba.

-¿Y la pizza? – preguntó Rose.

Rey no dijo nada.

Fin se puso de pie – No me digas que es Stephen...

Rey negó con la cabeza – Es Ben...

-¡Qué! – Exclamaron todas al mismo tiempo.

-¿Qué haces? Ábrele la puerta – dice Connix.

Rey abrió nuevamente, pero él ya no estaba. Salió a la calle para verlo y estaba a punto de subir a su vehículo - ¡Ben! Espera... - Corrió para alcanzarlo – Lo siento mucho, es que me sorprendiste...

Ben se sintió un poco decepcionado con aquel recibimiento. Tratar con chicas no era su fuerte y estar ahí ya significaba un gran esfuerzo – Es mi culpa, no debí llegar de esta manera. No quería incomodarte.

-No lo hiciste... es que usualmente soy muy torpe cuando me pongo nerviosa – Se odió por decirlo, no cabía duda de que lo era, una torpe.

-No te preocupes, yo sólo vine para entregarte esto...

Se trataba de un lindo regalo perfectamente envuelto - ¿Es para mí? – Se apresuró a abrirlo con delicadeza, no deseaba arruinar la envoltura. Sus ojos se iluminaron instantáneamente al ver su contenido, era un libro nuevo, con una nota en su interior "Tal vez no soy el libro de tu padre, pero espero que cada vez que me leas, puedas sentirte cerca de él como antes". No pudo evitar sonreír mientras contemplaba aquel hermoso regalo. Estaba tan emocionada que se abalanzó sobre él para darle un abrazo – Muchas gracias... es el mejor regalo del mundo.

-Me alegra saber que te gustó – dijo sonriendo mientras se abrazaban. De pronto el repartidor de pizza los interrumpe para entregar lo que habían encargado.

-¿Quieres pasar? Si no aceptas me enojaré mucho.

Él no pudo negarse ante la mirada de Rey – Está bien.

-¡Ben! – dice Jannah acercándose a su amigo - ¿Qué haces aquí?

Rey comenzó a presumir el regalo que había recibido y luego lo dejó en su habitación para guardarlo como uno de sus objetos más preciados.

Estaban teniendo un momento tan agradable, hasta que Connix le recordó que aún no terminaban su tarea.

-¿Esto es tuyo? – Dice Ben observando el trabajo que estaban realizando - Esas líneas están mal – Tomó un lápiz y comenzó a dibujar.

Rey lo observó con duda - ¿Sabes algo de esto?

-Sí, lo veo todos los días en el trabajo.

-¿Eres arquitecto por casualidad? – pregunta Connix.

-Sí ¿Ustedes también?

-Aún estamos estudiando – dice Rey – Debemos terminar esto para mañana o el profesor Dameron nos reprobará.

-¿Son alumnas de Poe Dameron?

-Las chicas se miraron sorprendidas – Sí... ¿Lo conoces?

Ben comenzó a reír – Es mi mejor amigo, trabajamos juntos.

Connix estuvo a punto de preguntar cosas sobre él, pero se detuvo en el mismo instante en el que Rey la miró, como si le hubiese leído la mente. Ben no se percató de eso, entonces continuó ayudándolas con su tarea.

-No tengo palabras para agradecerte lo que hiciste – Lo abrazó nuevamente, por alguna extraña razón no deseaba que se fuera, hubiese deseado que el tiempo se detuviera. Se sentía segura junto a él, como si supiera que jamás dejaría que alguien le hiciera daño.

-Te lo debía, o no podría dormir en las noches – dijo sonriendo mientras se separaban.

-Ya veo, la culpa te atormentaba... - Lo miró a los ojos, se dio cuenta de que tenían un color especial que no pudo distinguir bien por la oscuridad de la noche, a pesar de que se esforzó. Ben sintió nervios ante la mirada de la chica, entonces prefirió alejarse y se despidió, hasta que ella le habla nuevamente - Espera... ¿Me darías tu número?

Él aceptó sin dudarlo, cuando de pronto, su teléfono comenzó a sonar. Contestó rápidamente hasta que se dio cuenta de que era Rey, entonces sonrió al sentirse tan ingenuo.

-Ahora ya tienes el mío – dijo ella.

Por un momento tuvo la intención de hacerlo, deseaba invitarla a salir, pero no se atrevió al pensar que tal vez ella lo rechazaría, entonces subió al auto y se fue.

Rey volvió a la casa, cerró la puerta e inmediatamente se fue hacia su habitación. Ya todos se habían ido, entonces se echó en la cama abrazando su almohada, entonces fue cuando todo vino a su mente ¿Qué diablos estaba haciendo?

ᴅɪᴍᴇ ᴄᴏɴ QᴜɪÉɴ (Reylo AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora