Notas de la autora: Y aquí está, lo prometido es deuda, no me resistí y lo subí antes...aquí o me aman o me desearán una muerte lenta y dolorosa jajajaja, o ambas. Por el momento dejaré esto aquí y me retiraré lentamente.... XD
Gracias por sus lecturas, sus votos y comentarios :)
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<La noche era fría como el hielo, pero qué importaba, cuando en realidad a penas podía sentirlo, por el contrario, el calor de sus cuerpos unidos era más que suficiente. Podía sentir sus caricias, sus besos... se separó un momento solamente para observarla, recostada en aquella cama, estaba mordiéndose el labio inferior, lo miró, tenía la respiración agitada – Continúa... - pidió ella sonriendo, entonces no aguantó más y siguió embistiéndola con fuerza, mientras ella rasguñaba su espalda cada vez más fuerte. La cama golpeaba contra la pared, pero eso era lo de menos, ella gemía pidiendo más y él, estaba dispuesto a complacerla...>
-¡Maldito recuerdo! – golpeó el volante de su vehículo, dudó por unos segundos si echarlo a andar o no, no podía dejar de pensar en ella, en ese recuerdo que lo acechaba todos los días desde que estuvieron juntos. Cerró la puerta y caminó hacia el ascensor lo más rápido que pudo, no podía ir a casa sin hablar con ella, sin aclarar las cosas. El ascensor iba más lento de lo normal, al menos esa fue su percepción, y como si quisiera jugarle una mala broma, se detuvo en varios pisos, haciendo que su rabia se incrementara. Bajó en el piso diez y caminó, casi corriendo, esperando que ella no se hubiese ido todavía, pero la encontró, ahí estaba. Cerró la puerta, provocando que ella se asustara ante su acción.
-Tenemos que hablar – dijo mirándola fijamente.
Rey lo miró cruzando los brazos, tal vez un poco molesta – Tengo que estudiar...
-No, Rey, no me iré de aquí sin hablar de lo que pasó.
Ella se acercó a él - ¿Ahora quieres hablar? Después de que me ignoraste todo el día, no gracias.
-Por favor... - dijo suplicando con la mirada. Tomó una silla y se sentó frente a un pequeño sillón que había en la oficina, haciéndole un gesto con la mano para que ella se sentara allí.
Lo dudó por unos momentos, pero ella también necesitaba hablarle, era una conversación que tarde o temprano iban a tener, y mientras más pronto fuera, mejor. Tomó asiento en el sillón cruzando las piernas – Te escucho...
Ben tomó un poco de aire, le era tan difícil concentrarse – Quiero saber qué recuerdas de esa noche... no quiero que pienses mal de mí y que tal vez me aproveché de ti...
-No lo pienso, Ben... sólo recuerdo que estábamos brindando por la amistad y luego...
-¿Luego qué?
-Yo... sólo quiero saber si esto significó algo para ti – Estaba angustiada y sus ojos podían reflejarlo claramente.
Ben se puso de pie y se alejó un poco, no era capaz de admitirlo. Rey caminó hacia él – ¿Esto significa algo para ti? – Ben no decía nada, solamente miraba hacia la pared como si luchara consigo mismo. Rey sintió que nada de esto valdría la pena - ¡Mírame a la cara, Ben! Dime la verdad...
Él la miró. Pasó las manos por su cabello negro y se acercó a ella quedando a sólo unos centímetros - ¿Quieres la verdad? – No pudo resistirlo, aquella cercanía era demasiado peligrosa, miró sus ojos, sus labios, su cabello, acercó su mano hasta el rostro de ella y tuvo el mismo impulso de hace tiempo, entonces nuevamente puso un mechón de su cabello detrás de su oreja. Rey tenía rabia, pero en ese mismo instante sintió que se estaba derritiendo ante aquel contacto, mientras él acariciaba su cabello, cerró sus ojos, como si supiera lo que él estaba a punto de hacer, y no se equivocó. Ben se acercó y la besó lentamente, abrazó su cintura aferrándose a ella con fuerza. Era un beso ansioso, desesperado, que había estado esperando desde hace mucho tiempo, ambos lo sabían, a pesar de que la razón le estaba exigiendo palabras, no acciones – Tengo que saberlo...
Él no se apartó de ella, y si lo hizo, fue sólo lo suficiente para poder hablarle, entre besos – No puedo más, Rey... me estoy volviendo loco... no puedo dormir, no puedo respirar sin pensar en ti... en que fuiste mía...
Rey volvió a besarlo cada vez con más intensidad, acariciando sus hombros, su cuello, sentía como su respiración cada vez se aceleraba, al igual que la de ella. Sintió cómo él comenzaba a guiarla lentamente sin soltarla, ella no puso resistencia, hasta que la arrinconó en su escritorio – Ben, no me hagas esto... - dijo con los ojos cerrados, pero ya estaba perdida en su aroma, su calor. Si esto era una batalla, estaba dispuesta a perderla.
-Dime que me detenga y lo haré...
Pero en vez de eso ella lo tomó de su chaqueta y lo acercó para seguir sintiendo sus labios contra los suyos, estaba entregada a esa locura, no había remedio, y mientras se dejaba llevar tomó aquella chaqueta negra que él estaba usando y se la sacó rápidamente tirándola al suelo, con fuerza, con deseo. Eso produjo que él se excitara aún más, bajó su mano lentamente, acariciando sus muslos, la levantó un poco y la dejó sentada en el escritorio, para luego meter su mano por debajo de su falda, esa falda que deseaba quitarle desde que la vio. Aquella acción le había provocado tanto placer a Rey, que sin querer, le mordió el labio inferior, pero a él no le importo, no sentía nada más que las caricias en su espalda por debajo de la ropa siendo atraído cada vez más hacia ella.
Era tan placentero sentir cómo sus manos recorrían su cuerpo, la forma en la que besaba su cuello...lo deseaba, deseaba sentirlo nuevamente y poder recordar cada sensación, no existía nadie más que ellos dos y al fin, el mundo se detenía por unos minutos.
De pronto sintió que estaba a punto de caer, entonces tuvo que sostenerse, poniendo una mano en la mesa – Esto es un poco incómodo... - dijo sonriendo.
Él se acercó a su oído – Vamos a otro lado... quédate conmigo por esta noche...
Pero entonces todo se arruinó, aquellas palabras significaron un cuchillo en su corazón que la habían devuelto a la realidad. Se separó de él, ambos se miraron sorprendidos – Sólo una noche... ¿Eso es lo que quieres?
Ben no dijo nada, aumentando su dolor - ¿Quieres estar conmigo y luego ignorarme como lo hiciste ahora? – le dio un pequeño empujón para alejarlo aún más. Ella se puso de pie para arreglar su falda.
-No digas eso... yo... pensé en hablarte, pero no pude, Rey - dijo desesperado, estaba confundido y no encontraba las palabras precisas.
-¿Y por qué no pudiste? Aaah, ya veo, es por tu noviecita ¿no?
-Las cosas no son tan fáciles como tú crees... le fui infiel y yo no soy ese tipo de hombre...
-¡Ya veo, eres un completo imbécil!
-¡Ponte en mi lugar! Escúchame... le voy a decir la verdad, pero dame tiempo... - Trató de acercarse a ella y tomó su rostro con ambas manos.
Rey lo miró con desprecio, a punto de dejar caer las lágrimas que estaba conteniendo, se alejó inmediatamente – No vuelvas a tocarme... quédate con ella, después de todo, yo no significo nada para ti... ¡cómo te odio!
-¿Qué esperabas que hiciera? Que viera a Lis y le dijera "Cómo estás, por cierto, ¿recuerdas a Rey? Es que dormí con ella, espero que no te moleste" - La miró fijamente.
– Kylo tenía razón... siempre te escondes detrás de tu apariencia de chico bueno, pero en el fondo eres un poco hombre, peor que cualquier otro... - Rey tomó sus cosas lo más rápido que pudo, deseaba salir de ese lugar y no verle la cara.
Ben la observaba sin poder decir algo, tal vez lo merecía, pero aquellas palabras lo hirieron y dolía demasiado – Rey...
-¡Vete a la mierda! – dijo mientras abría la puerta para luego irse sin mirar atrás.
Caminó varias cuadras, lo necesitaba, tenía el corazón acelerado, sentía que iba a explotar de rabia y dolor, entonces sólo podía pensar en aquellas frases que había leído una y otra vez en su libro favorito... lo que decía "El Principito" tenía razón... cuando "domesticabas" a alguien, se convertía en alguien único en el mundo, pero corrías el riesgo de llorar un poco...
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ᴅɪᴍᴇ ᴄᴏɴ QᴜɪÉɴ (Reylo AU)
RomanceKylo y Ben son hermanos, tan iguales, pero tan diferentes entre sí, sin embargo, no podrán evitar enamorarse de la misma mujer. Rey tendrá que decidir... y aunque lo intenta, no será nada fácil controlar sus sentimientos... Ni los de ellos... --- E...