Capítulo 10

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Bobby

Mi papá está demasiado preocupado. Apenas estoy desayunando y ya me ha hecho dos llamadas y enviado cinco mensajes. Creo que no es para menos, al menos eso dice Brooke. Ante la noticia, es lo mínimo. Su hermano también la ha llamado y ella parece más preocupada de lo normal. Sé que piensa en su madre y puedo apostar a que quiere mandarlo todo a la mierda y salir corriendo por la puerta.

Hoy BlindStone se despertó con noticias no muy alentadoras. A pesar de que el presidente tomó medidas severas y oportunas con el aislamiento, se detectaron diez contagios en la ciudad y las autoridades han empezado a aplicar pruebas a quienes han tenido contacto con ellas. Jonas le dijo a Brooke que su madre no estaba dentro de esa muestra. Al parecer su resultado tardará un día más en llegar.

La llamada de mi padre fue quien me alertó de lo que pasaba. Cuando salí a la sala de estar, Brooke ya estaba en el sofá mirando las noticias. Seguía en pijamas y tenía en su mano una taza. Me ofreció café y fui a servirme. No nos habíamos hecho algún tipo de horario, pero he creído que me toca hacer el desayuno. Así que preparo huevos y meto panes a la tostadora. Brooke no dice nada. Cuando le ofrezco el plato, puedo jurar que veo como su mente está pensando demasiado rápido.

—Gracias. No tenías por qué molestarte —Me dice cuando acepta el plato.

—No es nada. ¿Estás bien? —La pregunta me sale inconsciente y ella asiente.

Y aquí estamos, en el sofá mirando las noticias sin decirnos nada. Mi celular está a un lado y veo a través de las burbujas de notificaciones los mensajes de mi padre. Luego de un rato, veo que Eva me escribe:

 Luego de un rato, veo que Eva me escribe:

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Vaya, lo había olvidado. El plan de Eva de poder vernos, vuelve a mi mente y siento de nuevo como me emociono. De pronto ya el hambre se ha ido y dejo el café a un lado. El noticiero hace un corte a comerciales y Brooke se levanta.

—Muchas gracias por el desayuno. Puedes dejar los platos en el fregadero, los lavo al rato.

Está un poco más seria, pero lo entiendo. Su mente está con su madre y no la culpo. Si mi padre estuviese en esa situación, probablemente ya me hubiese importado un comino el tal aislamiento. Sin embargo, Brooke piensa mejor las cosas. No es tan impulsiva. La veo entrar a su cuarto y cerrar la puerta. Yo mientras, estoy con los ojos sobre la pantalla del televisor. El informativo regresa y un hombre de corbata naranja anuncia medidas importantes del Gobierno.

—Hoy lunes las personas con su tarjeta de identificación terminadas en 8 y 0 podrán salir a abastecerse. Solo a eso —Unas gráficas aparecen en la pantalla y el hombre sigue recitando los números de identificación que podrán salir durante el resto de la semana.

El celular suena. Sé que es Eva.

—¿Lo viste? —Me pregunta y yo confirmo— Vamos a vernos en la dirección que te voy a enviar por mensaje.

ConfinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora